Como señalamos, este S4 es un auténtico devorador de kilómetros en vías de gran capacidad, aunque hay que estar muy pendiente del depósito de combustible, pues, al mismo tiempo, es un gran devorador de gasolina. En ciclo extraurbano, según las mediciones de nuestro Centro Técnico, sobrepasa los 10 litros a los 100 km/h, mientras que en ciudad roza los 14 litros. Sin embargo, estos números no son los reales que podrían ser, pues, cuando lo conducimos de forma deportiva, el gasto de combustible se multiplica y no se baja de los 22 litros a los 100 km. De esa manera, si su autonomía media, pisando moderadamente el pedal derecho, se sitúa en los 520 km, si hundimos el pie en el acelerador veremos como nuestro paso por la gasolinera se hace más habitual de lo que le gustaría a nuestro bolsillo.Aunque no las rehuye, el S4 no se encuentra tan cómodo como otros deportivos en las zonas de curva. Su elevado peso y las inercias que ello implica hacen que no sea la agilidad su característica más notable. La carrocería no oscila y vira bastante plano, gracias a su suspensión, algo más firme que la S-Line que equipa, opcionalmente, el resto de la gama A4. A pesar de su firmeza, los ocupantes no pierden un ápice de confort, quizá sólo cuando se afrontan asfaltos demasiado rotos, cuando la suspensión peca de seca.A pesar de ser un tracción total, el comportamiento de este S4 se asemeja más al de un propulsión delantera, con una tendencia clara a irse de morro. Esto es así por el gran peso que acumula en el eje anterior, a causa, en gran medida del propulsor, el ya citado V8 de 344 CV. El interior es muy similar al que poseen sus hermanos de gama, con la incorporación de algunos rasgos exclusivos, como los revestimientos en carbono, la diferente instrumentación o el logo S4 en el volante. Aun así se mantiene el aire burgués y la calidad percibida de todos los modelos de la gama A4, sin demasiadas excentricidades rácing. La más notable diferencia la encontramos en los asientos de cuero Recaro, que, aparte de cómodos, son de lo más eficaz a la hora de recoger nuestro cuerpo para que no se mueva lo más mínimo ante las inercias.De esta manera, no podemos calificar por debajo del excelente el puesto de conducción de la berlina deportiva de Audi. No recibe la misma nota el apartado de la habitabilidad. Como el resto de los A4, con los que comparte chasis y cotas, este S4 ofrece los centímetros justos en las plazas traseras. En esta zona, por tanto, podrán viajar cómodamente dos personas, aunque tres lo harán con mayores estrecheces. El maletero está dentro de la media del segmento de las berlinas, a pesar de que pierde algo de espacio por la tracción a las cuatro ruedas. Con 470 litros y unas formas muy regulares es bastante aprovechable para el transporte de equipaje, aunque la modularidad no es uno de sus fuertes. El equipamiento del S4 es muy completo y no se echa en falta nada básico, pero puede aderezarse con algunos elementos como el control de crucero (310 euros), el sistema de parking delantero y trasero (810), el volante multifunción (275) o el sistema de navegación (1690), entre otros. Llega el momento de analizar el precio y aquí surge la eterna duda: ¿vale los 59.500 euros que cuesta? Evidentemente, es un coste elevado, cercano a 10 millones de las antiguas pesetas, pero es lo que se paga por este tipo de coches, con una marcada exclusividad y un motor V8 que roza los 350 CV de potencia. Frente a su competencia, en la que podemos enclavar a BMW M3 y a Mercedes C55 AMG, es el más barato, aunque no el más potente. Este honor recae en el modelo de la casa de la estrella, que entrega 23 CV más… aunque éste eleva su precio hasta los 70.500 euros.Como señalamos, este S4 es un auténtico devorador de kilómetros en vías de gran capacidad, aunque hay que estar muy pendiente del depósito de combustible, pues, al mismo tiempo, es un gran devorador de gasolina. En ciclo extraurbano, según las mediciones de nuestro Centro Técnico, sobrepasa los 10 litros a los 100 km/h, mientras que en ciudad roza los 14 litros. Sin embargo, estos números no son los reales que podrían ser, pues, cuando lo conducimos de forma deportiva, el gasto de combustible se multiplica y no se baja de los 22 litros a los 100 km. De esa manera, si su autonomía media, pisando moderadamente el pedal derecho, se sitúa en los 520 km, si hundimos el pie en el acelerador veremos como nuestro paso por la gasolinera se hace más habitual de lo que le gustaría a nuestro bolsillo.Aunque no las rehuye, el S4 no se encuentra tan cómodo como otros deportivos en las zonas de curva. Su elevado peso y las inercias que ello implica hacen que no sea la agilidad su característica más notable. La carrocería no oscila y vira bastante plano, gracias a su suspensión, algo más firme que la S-Line que equipa, opcionalmente, el resto de la gama A4. A pesar de su firmeza, los ocupantes no pierden un ápice de confort, quizá sólo cuando se afrontan asfaltos demasiado rotos, cuando la suspensión peca de seca.A pesar de ser un tracción total, el comportamiento de este S4 se asemeja más al de un propulsión delantera, con una tendencia clara a irse de morro. Esto es así por el gran peso que acumula en el eje anterior, a causa, en gran medida del propulsor, el ya citado V8 de 344 CV. El interior es muy similar al que poseen sus hermanos de gama, con la incorporación de algunos rasgos exclusivos, como los revestimientos en carbono, la diferente instrumentación o el logo S4 en el volante. Aun así se mantiene el aire burgués y la calidad percibida de todos los modelos de la gama A4, sin demasiadas excentricidades rácing. La más notable diferencia la encontramos en los asientos de cuero Recaro, que, aparte de cómodos, son de lo más eficaz a la hora de recoger nuestro cuerpo para que no se mueva lo más mínimo ante las inercias.De esta manera, no podemos calificar por debajo del excelente el puesto de conducción de la berlina deportiva de Audi. No recibe la misma nota el apartado de la habitabilidad. Como el resto de los A4, con los que comparte chasis y cotas, este S4 ofrece los centímetros justos en las plazas traseras. En esta zona, por tanto, podrán viajar cómodamente dos personas, aunque tres lo harán con mayores estrecheces. El maletero está dentro de la media del segmento de las berlinas, a pesar de que pierde algo de espacio por la tracción a las cuatro ruedas. Con 470 litros y unas formas muy regulares es bastante aprovechable para el transporte de equipaje, aunque la modularidad no es uno de sus fuertes. El equipamiento del S4 es muy completo y no se echa en falta nada básico, pero puede aderezarse con algunos elementos como el control de crucero (310 euros), el sistema de parking delantero y trasero (810), el volante multifunción (275) o el sistema de navegación (1690), entre otros. Llega el momento de analizar el precio y aquí surge la eterna duda: ¿vale los 59.500 euros que cuesta? Evidentemente, es un coste elevado, cercano a 10 millones de las antiguas pesetas, pero es lo que se paga por este tipo de coches, con una marcada exclusividad y un motor V8 que roza los 350 CV de potencia. Frente a su competencia, en la que podemos enclavar a BMW M3 y a Mercedes C55 AMG, es el más barato, aunque no el más potente. Este honor recae en el modelo de la casa de la estrella, que entrega 23 CV más… aunque éste eleva su precio hasta los 70.500 euros.
Audi S4
Hay automóviles que desde el punto de vista de la razón no tienen sentido alguno. Coches de potencias desorbitadas a ojos de los mortales, de peligrosidad extrema para algunos responsables políticos, pero que los verdaderos amantes de las cuatro ruedas consideran obras de ingeniería, maquinarias capaces de ofrecer satisfacciones incomparables. Este es el caso de este S4, una berlina fenomenal con un motor V8, 344 CV y tracción total.
