Puede parecer paradójico que el primer Audi aparecido en el nuevo milenio, parezca el más "convencional" de los últimos años. Nos explicamos. La carrocería del nuevo A4 no es de aluminio, como la del A2 y A8, ni su diseño tan vanguardista como el del propio A2, el TT e incluso, con algún matiz, el A6, que al día de hoy continua mostrando una zaga con más personalidad. Por todo esto, puede parecer que Audi no ha tirado de todos sus recursos, pero es sólo una falsa impresión. Estilísticamente, parece que toma las líneas maestras del A6, pero arriesgando menos en la parte posterior. El frontal parece el de toda la vida, que está quizás algo gastado, pero rejuvenecido gracias a unos dominantes faros de dobles ópticas. Sobre gustos no hay nada escrito, pero este A4 es observado más de lo normal por otros conductores, lo que confirma que este Audi disfruta de una de las estampas más atrayentes del mercado (conviene reseñar que las llantas opcionales de 17 pulgadas con neumáticos 235/45 de nuestra unidad visten mucho). El A4 ha crecido a lo largo (6,9 cm), ancho (3,3 cm) y alto (1,3 cm) y presenta un empaque superior al de su predecesor, e incluso nos atreveríamos a decir que a los de sus vecinos de BMW y Mercedes. Dejamos de observarlo por fuera y nos introducimos en él. Las sensaciones que percibimos son de nuevo extraordinarias. Se respira aire de familia, con un salpicadero, inspirado en el del A6 y A8, de sobresaliente ejecución. Esa misma percepción de calidad que transmite el A4 desde fuera se vive en el habitáculo. Materiales de muy alta calidad, mandos distribuidos con mucho orden y de un tacto y precisión de relojería suiza. La postura de conducción, como es norma en Audi, es inmejorable. Nuestro A4 viene equipado con asientos deportivos opcionales, pero sabemos, que en cualquier caso, la ergonomía al volante es, como ya hemos dicho, inmejorable. La deuda pendiente estaba en las plazas traseras y, sólo en cierta medida, el nuevo A4 la ha saldado. Según nuestras mediciones, se han ganado cuatro centímetros para las piernas, suficiente para que un pasajero que ronde 1,80 metros de altura se acomode con suficiente holgura. Más chocante es que la cota de anchura, mala en el anterior A4, sea peor en este ya que ha cedido 2 centímetros, hecho que sumado al voluminoso túnel central de la transmisión, configura al A4 como un simple cuatro plazas si tratamos con pasajeros de cierta envergadura. El maletero ha ganado 5 litros de capacidad, pero sigue siendo el peor entre sus rivales, además de disponer de una boca pequeña.
Audi A4 2.5 TDI 180 CV quattro
Audi nos da la bienvenida al nuevo siglo con una cautivadora generación del A4, más grande, completa y refinada. Junto a esta evolución encontramos también una calidad de fabricación extraordinaria. Esta versión riza el rizo, con un potencial mecánico que lo convierte en un vehículo soberbio.
