Audi A3 Cabrio 1.8 TFSi

En lugar de apuntarse a la moda coupé cabrio con techo duro, el A3 opta por una capota de lona en su variante cabrio. Gana así en velocidad de apertura, espacio longitudinal en las plazas traseras y apenas pierde en maletero. Con el motor 1.8 TFSI suma suavidad de marcha y un buen rendimiento.

Audi A3 Cabrio 1.8 TFSi
Audi A3 Cabrio 1.8 TFSi

Para encontrar problemas de estabilidad que sean provocados por falta de rigidez, hay que someter a este cabrio a pruebas “de laboratorio" en circuito cerrado, puesto que en carretera abierta no detectamos grandes diferencias respecto a un A3 convencional. El acabado Ambition lleva asociado de serie la suspensión deportiva –270 euros con la terminación Attraction-, que incluye amortiguación más firme, muelles reforzados, altura de la carrocería rebajada en 15 mm y llantas de 17 pulgadas –opcionales las de 18-. Su comportamiento es bueno, seguro y, en esta ocasión, está acompañado por un motor magnífico por la potencia que ofrece y la dulzura con la que la entrega, que lo hace fácil de conducir. Obtiene muy buenas prestaciones que ponen contra las cuerdas a cualquier TDI de similar potencia, tanto en aceleraciones como en recuperaciones.

La respuesta del turbo y su vigor a medio régimen permiten confort de marcha y la posibilidad de circular en marchas largas. En el cuadro de instrumentos –novedad en el A3- hay un indicador de la marcha ideal, que nos dice qué velocidad debemos engranar en cada momento para mantener un consumo controlado. El buen par del motor permite que haya ocasiones en las que nos recomiende pasar de 2ª a 4ª o de 3ª a 5ª sin pasar por la marcha intermedia. Si el conductor "pasa" de consumos y acelera a fondo, el indicador entiende que estamos realizando conducción deportiva y deja de indicar.

Estamos ante un vehículo de marca premium y eso se nota en la calidad de los materiales empleados, en su diseño, ajustes y fiabilidad, pero, como no podía ser de otra forma, también se nota en el precio. Entre la dotación de serie podemos elegir entre capotas de tres colores –negro, rojo o azul-, uno de los encantos de un cabrio con techo de lona que no ofrecen los coupé cabrio. El equipamiento de seguridad y funcional es completo, pero deja demasiados elementos en opción, sobre todo en el acabado básico, por lo que si nos descuidamos con las peticiones, su precio final aumentará notablemente.

Techo de lona
Asientos abatibles