Las siglas GSI hicieron históricos a dos modelos tan recordados de Opel como el Kadett y el Manta. No faltaron tampoco en el popular Corsa, pero desde hace unas generaciones, los Opel más deportivos cambiaron las siglas GSI por las OPC de Opel Performance Center. Ese cambio también supuso una nueva interpretación de la deportividad de Opel. Los OPC se convirtieron en los deportivos más radicales de sus categorías, con motores “violentos” y chasis “duros”… y como muestra, el anterior Insignia OPC 2.8 V6 Turbo 4x4 de 325 CV.
Las siglas GSI no han vuelto para definir una específica versión, sino una línea de acabado que da lugar en el Insignia a una “mini-gama” articulada en las dos variantes existentes de carrocería, Grand Sport (5 puertas) y Sports Tourer (familiar) y desdobladas en dos versiones mecánicas, también existentes con el lujoso acabado Exclusive: 2.0 Biturbo Diesel de 210 CV y el aquí probado 2.0 Turbo de gasolina de 260 CV; e igualmente como en los Exclusive, ligadas al cambio automático de 8 velocidades y la tracción integral. No es descartable la llegada de una futura versión OPC, pero en cualquier caso, resulta evidente que el nuevo Insignia GSI 2.0 Turbo rebaja intenciones y refina muchísimo los modales, y por esto mismo impresiona que, según Opel, haya sido 12 segundos más rápido en dar una vuelta al circuito de Nurburgring que el “viejo” OPC (la reducción de peso de la nueva generación ha tenido mucho que ver).
PRESTACIONES | Opel Insignia Grand Sport GSI 2.0 Turbo 260 CV |
Acel. 0-100 km/h | 6,71 s |
Acel. 0-400 m | 14,68 s |
Acel. 0-1000 m | 26,84 s |
Sonoridad 120 km/h | 70,8 dBA |
Sonoridad 140 km/h | 73,1 dBA |
Frenada desde 140 km/h | 67,65 m |
Peso en báscula | 1.680 kg |
Opel Insignia GSI: discreción deportiva
Sobre la agradable versión del Insignia Exclusive 2.0 Turbo 260 CV, el GSI incluye levas de cambio en el volante, muelles de suspensión más cortos que rebajan 10 milímetros la altura de la carrocería, otras caídas geométricas, un permisivo cuarto modo de conducción "Competition", además de los convencionales Tour, Normal y Sport (leyes más deportivas en el GSI) que afectan a la dirección, amortiguación (también es más firme), acelerador y transmisión; y finalmente un sobredimensionado equipo de frenos firmado por Brembo. Opel también ha diseñado unas ligeras llantas de aluminio específicas de 20 pulgadas que sirve con unos excelentes neumáticos Michelin Pilot Sport 4S, pero curiosamente, este montaje lo ofrece en opción. Digo curiosamente, porque puede parecer que las llantas de 18 pulgadas de serie (como en la unidad probada) desmerecen y desvirtúan la orientación más deportiva del GSI o al menos le restan exclusividad. Siguiendo esa misma filosofía GSI, la carrocería se muestra muy discreta con los cambios. El paragolpes delantero presenta tomas de refrigeración más grandes, el trasero simula montar unos difusores laterales y sobre la tapa del maletero aparece un pequeño alerón. De hecho, lo más llamativo del Insigina GSI como deportivo pueden parecer sus excepcionales asientos delanteros.
CONSUMOS | Opel Insignia Grand Sport GSI 2.0 Turbo 260 CV |
Consumo en ciudad | 10,4 l/100 km |
Consumo en carretera | 8,0 l/100 km |
Consumo medio | 8,9 l/100 km |
Los firmes y envolventes asientos tipo baquet con certificación ergonómica AGR te colocan frente a un puesto de conducción muy completo, con mucha información y muy bien definido. Pedalier, volante, cambio… todo resulta deportivamente cómodo y agradable. El motor es suave y discreto de escape. El cambio automático por convertidor de par también te transmite en las transiciones más suavidad que rapidez, sin que por ello resulte lento. En modo Sport y cuando accionamos el cambio de forma manual, no cambia de marcha en el corte, que se produce a 6.800 rpm. En algunas ocasiones es posible que el propio convertidor resbale algo para mitigar cualquier tirón de la transmisión. Conserva los mismos desarrollos que la versión Exclusive (y que la variante 2.0 Biturbo Diesel) y puede que por todo esto le falte algo de carácter que le diferenciara, pero sus prestaciones no dejan de ser muy serias. El motor se siente lleno y solvente en todo su rango de giro y la tracción total te permite aprovechar en cualquier situación toda su entrega, consiguiendo unos registros absolutos en la corta y larga distancia de primer orden. En su faceta más rodadora, la 8ª marcha desahoga muchísimo los regímenes de giro en autopista, tanto que se mueve por debajo de 2.000 rpm a 120 km/h… al más puro estilo Diesel. Los consumos en carretera a cruceros legales pueden estabilizarse fácilmente en torno a los 8 litros, como también subir exponencialmente si aprovechamos todo su potencial.
ESPACIO | Opel Insignia Grand Sport GSI 2.0 Turbo 260 CV |
Anchura delantera | 144 cm |
Anchura trasera | 142 cm |
Altura delantera | 91/98 cm |
Altura trasera | 87 cm |
Espacio para piernas | 79 cm |
Maletero | 495 litros |
El tacto del chasis también resulta equilibradamente deportivo. Dirección y amortiguación agilizan pero no exaltan sobremanera sus reacciones como lo hace un Alfa Romeo Giulia y en menor medida un VW Arteon R Line. Sí es evidente que en el modo Sport la amortiguación se vuelve más firme y con ello te genera mucha más confianza al rodar muy rápido, pero siempre dentro de unos márgenes de comodidad y equilibrio de reacciones que no deterioran ni cambian su conducta general. La tracción integral parte de un reparto 50/50 por ciento entre ejes (variable hasta un 65/35% delante/atrás) que ofrece de nuevo mucha neutralidad en su comportamiento en curva y bajo máxima aceleración. En definitiva, el Insignia GSI es un coche muy rápido y eficaz, y por su nivel de prestaciones y comportamiento general, muy deportivo, pero refina tanto su conducta y sensaciones que quizá no sea una berlina especialmente estimulante, pero sí exquisitamente agradable y sencillo expresando su potencialidad dinámica.
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