Prueba: Opel Cabrio 1.6 Turbo, aires de grandeza

Tiene genes mecánicos de Astra, pero hechuras de Insignia. La pre¬sentación interior y calidad mecánica del Cabrio no desmerece en un tipo de vehículo, donde el diseño y el disfrute al volante y como acompañante están por encima de cualquier otra cuestión.

Lorenzo Alcocer Fotos: Alicia Ruíz

Prueba: Opel Cabrio 1.6 Turbo, aires de grandeza
Prueba: Opel Cabrio 1.6 Turbo, aires de grandeza

Mide 4,7 metros, medio metro más que un Golf Cabrio y 10 centímetros más que un BMW Serie 3 Cabrio. Con semejante talla, se ha vuelto al techo de lona (el antiguo Astra Twin-Top montaba techo rígido plegable), porque al ser muy grande, resulta más sencillo y permite más pliegues para recogerlo en el maletero. Cierto que los techos rígidos que puso en boga aquel primer Mercedes SLK también han intervenido en la pro­liferación y aceptación de nuevos descapotables (hasta acuñaron la denominación Coupé Cabrio -CC-), pero como techo de lona, nada en contra hay que decir del que monta el Opel Cabrio (lo fabrica la misma empresa que también produce el techo del Audi A5 Cabrio). Y si me permitís una opinión muy personal, el aspecto tradicional de la lona me parece de obligado cumplimiento en todo cabrio. El contraste bitono techo/carrocería es otro argu­mento en un tipo de coche que también vende di­seño y si no te gusta la lona negra, en opción tie­nes, por ejemplo, la burdeos que ves en las fotos.

 Opel Cabrio 1.6 Turbo

A toque de tecla o desde la propia llave según te acercas al coche, la transformación del Cabrio es bastante rápida: 17 segundos, unos pocos más incluyendo la bajada/subida de las cuatro venta­nillas al unísono. Te sobra tiempo en cualquier semáforo, pero si te despistas, lo puedes cubrir o descubrir hasta 50 km/h. Empiezas a rodar... y que te voy a contar: otra gozada de descapotable.

 

El trabajo aerodinámico parece bueno. Pero también te digo que especialmente en un cabrio descapotado no opinan lo mismo dos tallas extremas. Delante ya sabes que bajando el asiento y subiendo las ventanillas, te creas una burbuja a prueba de ruidos y remolinos. Y de frío y calor. Los asientos delanteros pueden contar con calefacción y ventilación. No dispone de salidas de aire directas al cuello, lo que las marcas que sí lo ofrecen llaman bufandas térmicas, pero si orientas estratégicamente los aireadores de la climatización, sabrás disfrutar de tu Cabrio como tal los 12 meses del año.

 Opel Cabrio 1.6 Turbo

El equipo de música se escucha bien y puedes mantener una conversación con tu acompañante delantero a "volumen bajo". En marcha recibes brisas en la justa medida para sentirlas como una saludable sensación, sin que te incomoden. Además, opcionalmente cuentas con una cortinilla paravientos de fácil instalación para largas travesías a altas velocidades, pero condenas las plazas traseras. Éstas, como en casi todos los cabrios, son ergonómicamente cuestionables. El hecho de que quepan dos adultos está bien, pero la verticalidad del respaldo no invita a muchos kilómetros. Y con el techo puesto, la sensación es de poco espacio perimetral, teniendo en cuenta el tamaño del Cabrio.

 

Los chasis de los descapotables sufren en mayor medida torsiones y flexiones que transmiten imprecisión en la conducción y crujidos en el habitáculo. Y con relativa buena nota pasa el Cabrio la prueba del algodón. Anuncia importantes avances en rigidez estructural respecto al Astra Twin Top y además el tren delantero lo toma del Insignia OPC, que cuenta con la mangueta desacoplada, lo que Opel llama torretas HiperStrut. Esta solución influye sobremanera en el preciso guiado y calidad de rodadura (filtra también los tirones de dirección en fuertes aceleraciones) que transmite.

 Opel Cabrio 1.6 Turbo

Con los descapotables se pasea, pero con este Cabrio puedes también ir mucho más allá. Hasta puedes contar con la sus­pensión adaptativa Flex-Ride y darle al bastidor tacto Sport. Así, se deja llevar muy rápido. Gira muy bien de delante y se apoya muy firme. Todo es rápido, pero progresivo y surge de forma natu­ral. Como si fuera un Astra cualquiera. Y repito que la sensación de solidez que transmite te gene­ra seguridad. En todo caso, como coche de paseo, quizá lo sientas algo firme, o dicho de otra mane­ra, podría ser más suave rodando.

 

También pasa por baches sin aquella sen­sación de fragilidad de los descapotables; apenas percibes las típicas vibraciones del pilar A (el del parabrisas); algo que desaparece por completo con la capota puesta, por la mejora que supone en cuanto a rigidez estructural el esqueleto metálico del techo. Aunque en este caso, sí se llega a apreciar que puede vibrar la luneta posterior de cris­tal. En cualquier caso, siempre digo que la prueba del algodón definitiva a un descapotable hay que hacérsela con 20, 30 o 40.000 kilómetros. Es el momento de valorar la estanqueidad de la capo­ta, las vibraciones del chasis y los ruidos del habi­táculo.

  Opel Cabrio 1.6 Turbo

El nuevo motor 1.6 SIDI de Opel se suma al estilo del Cabrio. Este motor turbo de gasolina de 170 CV resulta, primera­mente, agradable. Como mandan los cánones ac­tuales, concentra sus mejores valores de potencia y par a bajo y medio régimen. Este perfil ayu­da a practicar una conducción despreocupada, a base de poco acelerador y marchas largas. Pero no siempre resulta. Como buen Opel y como buen cabrio, el peso es más elevado de lo normal, se antoja que demasiado. Hemos verificado 1,8 tone­ladas en nuestra báscula electrónica. Y tampoco faltan unos generosos desarrollos de cambio. El motor muestra muy buenas maneras a muy bajo régimen, pero la suma de todo le condiciona en las marchas más altas para conseguir esa flui­dez que prometen los primeros metros. Recupera bien, pero sin la chispa que esperas de un motor 1.6 Turbo. Si quieres reflejos de deportivo debes cubrirte las espaldas, no abusando del bajo régi­men y concretando la marcha del cambio. Pero si te mueves con el Cabrio como mejor se disfruta, sentirás una respuesta muy agradable por la sua­vidad y consistencia del motor girando relajada­mente. Disfruta de tus paseos.