Aunque el nuevo Nubira se produce en la planta surcoreana de Kunsan, su motor de 1.800 cm3 se fabrica en Australia. Con este propulsor, de 122 CV según la marca (y 118 según las mediciones de nuestro Centro Técnico), se pueden alcanzar los 100 km/h desde parado en 10,9 segundos –1,5 más de lo anunciado por Daewoo- y una velocidad de crucero bastante respetable.Y es que, a pesar de que se muestra un poco perezoso a la hora de subir de vueltas, esta mecánica es capaz hacer que los viajes por autopista resulten agradables: el Nubira corre, sólo es necesario bajar una marcha en los repechos muy pronunciados y su ya comentada rumorosidad no resulta excesivamente molesta. La contrapartida está en los consumos. La automovilística coreana asegura que la nueva generación de motores “bebe" entre un 9 y un 13 por ciento menos que los anteriores, dejando el gasto medio de combustible en 7,5 l/100 km. Sin embargo, esta cifra se me antoja demasiado comedida, ya que he tenido que detenerme para rellenar el depósito con más frecuencia de la esperada. Los datos de nuestro banco de pruebas no dejan lugar a dudas; la media es de 8,8 l/100 km, que puede llegar hasta los 10,9 l/100 km si nos movemos por la ciudad –un terreno donde, dicho sea de paso, el Nubira no se desenvuelve mal, pese a su longitud-.Además de advertir un consumo más alto del anunciado, durante nuestro viaje por carreteras amplias también hemos notado que la estabilidad de este Daewoo es bastante aceptable. Para asegurarnos, realizamos un recorrido por vías de montaña y comprobamos con agrado que la sensación de aplomo no desaparece: la suspensión consigue un compromiso adecuado entre comodidad y efectividad (aunque siempre prima la primera) y otorga confianza en el paso por curva.Este resultado ha sido obtenido gracias al trabajo de los ingenieros de la marca, que han querido que el producto tenga unas especificaciones concretas para el consumidor europeo. Así, los amortiguadores de las unidades que están a la venta en el Viejo Continente son más firmes, con el fin de adaptarse a las velocidades máximas permitidas en Europa, más altas que en Corea.La dirección asistida, variable en función de la velocidad, también ha sido modificada para el mercado occidental, con una bomba con mayor caudal y una barra de torsión más fuerte. Gracias a ella, resulta fácil mantener la trazada elegida para las curvas.
Por desgracia, el equipo de frenos no acompaña este buen comportamiento. El tacto del pedal no es todo lo bueno que debería y no permite dosificar la frenada con precisión; de hecho, es necesario pisar con fuerza si queremos obtener distancias de detención razonables: emplea más de 80 metros para inmovilizarse desde 140 km/h. A la hora de mantener un ritmo vivo en los trazados revirados, nos veremos obligados a recurrir al cambio con relativa frecuencia. Su funcionamiento es correcto, si bien podría mejorarse su precisión y suavidad: hay que marcar los movimientos de la palanca detenidamente, ya que la posición de las relaciones está desplazada hacia la derecha (es decir, engranamos tercera donde, en otros modelos, iríamos a buscar quinta). Esto provoca que, en la mayoría de las ocasiones, tengamos que forzar la palanca, restando comodidad a la conducción.Para eliminar este problema, existe la opción de obtener un Nubira 1.8 con cambio automático, que también está ya en nuestro mercado. No pasará mucho tiempo hasta que hagan su aparición las versiones de cinco puertas, las station wagon, los motores Diesel e, incluso los SUV de la marca. De momento, se concentra en las ventas del nuevo modelo, que pueden llegar, según las previsiones, a las 6.700 unidades en Europa durante este año. Su nueva imagen y, especialmente, su precio, son un buen aval; ¿hay quien dé más por 16.650 euros?
