Alfa 147 1.9 JTD 140 CV 3p

A veces, un coche genera un sentimiento de total empatía, casi de comunión. Esto es lo que suele suceder al sentarse al volante de un Alfa Romeo y, sobre todo, cuando hablamos de un 147. El nuevo motor JTD de 140 CV hace de este exquisito deportivo un nuevo referente en la categoría de los compactos.

Alfa 147 1.9 JTD 140 CV 3p
Alfa 147 1.9 JTD 140 CV 3p

El segmento está cada vez más competido. Acaba de llegar el nuevo A3, con un motor TDI de 140 CV; ya se avecina el nuevo Golf, que también tendrá esa máquina; los Focus mantienen su pegada y los Corolla venden cada día más. Pero, sobre toda esta marejada de ofertas atractivas, hay una que permanece fiel a sus principios y no defrauda. Es la que propone el Alfa 147, uno de los coches más bellos, excitantes y eficaces del mercado actual.Si la imagen y el bastidor del 147 ya nos eran conocidos, el nuevo motor 1.9 JTD 16V Multijet de 140 CV resultaba una novedad esperada con impaciencia. Es una de esas máquinas que marcan totalmente la diferencia.

Con este corazón, el Alfa es mejor coche, más maduro, más sofisticado, rápido y, encima, ahorrador. El nuevo motor ofrece un comportamiento espléndido: elástico, poderoso, desahogado. Siempre tenemos un poco más de potencia extra bajo el pedal del gas. Su rendimiento en torno a las 3.500 vueltas es de lo mejor que hay en el esquema turbodiésel. La tecnología Multijet y el common rail de segunda generación ofrecen un conjunto de vanguardia. Un cerebro electrónico se encarga de controlar la inyección, que, por primera vez, se descompone en cuatro fases. El resultado es un mayor ahorro y, sobre todo, una reducción del ruido muy interesante: hasta seis decibelios.

Toda la “joyería" técnica que va encerrada en el motor pasa inadvertida para el conductor. A los mandos sólo se nota un chorro continuo de potencia que no decae y que facilita cualquier movimiento por exigente que sea. También se nota a la hora de repostar: los consumos medios obtenidos se sitúan en 6,6 litros, un gasto mínimo para un coche tan veloz.
Gran parte del mérito del motor corresponde también al cambio, que utiliza una caja de seis relaciones y desarrollos más bien cortos. El manejo de la palanca no es muy agradable, con un tacto algo agarrotado, pero la transmisión es muy buena. Las marchas bajas son muy cortas, con lo que proporcionan aceleraciones que ya quisieran para sí muchos gasolina. En cambio, las altas, sobre todo quinta y sexta, son larguísimas. En sexta se puede ir a velocidades inconfesables con el motor a medio régimen y el consumo en cifras despreciables.
Pero la marcha más utilizable es la cuarta, una relación con la que el 147 se encuentra muy a gusto a cualquier ritmo de giro y que sirve por igual para correr en autopistas o para saltar de una curva a otra en las montañas. Esta vez Alfa Romeo ha pegado primero. Este nuevo motor 1.9 JTD Mutijet (la tecnología ya la monta Fiat en el 1.3 que llevan los Punto o Ypsilon de Lancia), es una máquina que dará mucho que hablar a sus rivales.
Como principal novedad arquitectónica hay que señalar la culata de 16 válvulas, que antes era de 8. Pero no está aquí la gracia de la máquina. El misterio se concentra en el common rail de segunda hornada. Gestionado por un sofisticado cerebro informático, este elemento mejora con mucho el trabajo de los common rail de la generación anterior. Por un lado, la presión de inyección es mucho más alta: hasta los 1.400 bares. Por otro, la inyección queda domesticada por un estricto sistema de control que permite descomponerla en cinco fases. En realidad, sólo se utilizan cuatro de ellas, pues la quinta, la más elaborada, se reserva para cuando sea obligatoria la norma Euro IV anticontaminación.

En pocas palabras, realizar hasta cuatro inyecciones sirve para reducir el consumo y acompasar el ruido de tal forma que sea menor y más armónico, menos doloroso para el oído.

Pero estas ventajas no siempre aparecen. Este tipo de motores tan complejos, como, por ejemplo, los FSI de Volkswagen, entregan lo mejor de sí mismos en circunstancias muy concretas. Así, el JTD sólo realiza las cuatro inyecciones en determinadas condiciones de utilización: temperatura de motor, régimen y carga concretos.
En el resto de los esquemas de utilización, la centralita autoriza otros funcionamientos. Así, puede funcionar con una única inyección, con dos, con tres… El ordenador decide qué hace falta en cada momento. El conductor no se entera de nada, sólo disfruta de un motor que maravilla. Pero, claro, cuando funciona en estos otros modos, las ventajas del sistema disminuyen. De hecho, nuestro Centro Técnico, sonómetro en mano, ha comprobado cómo el ruido aumenta cuando el coche se somete a un esfuerzo importante. De todos modos, nunca es un ruido muy molesto.