Lexus RX300 Premium

El Lexus RX300 ha entrado por la puerta grande en el selecto club de los vehículos todo uso de carácter lujoso. Elegante, con un excelente andar en carretera y dotado de una terminación y equipamiento de primer nivel, ofrece, además, una movilidad razonable fuera del medio asfaltado, gracias a sus suspensiones elevadas y a las ayudas electrónicas a la conducción.

Lexus RX300 Premium
Lexus RX300 Premium

No menos alabanzas merece el control electrónico de tracción TRAC, que garantiza una apreciable movilidad en barro, nieve, o cualquier otra superficie deslizante. Incluso permite afrontar cruces de puentes de cierta envergadura, gracias a esa capacidad para mantener la tracción en las ruedas en contacto con el suelo a base de frenar aquellas que patinan o se encuentran en el aire.

Lógicamente en un vehículo que supera de largo los 7,5 millones de pesetas, los aspectos que hacen referencia al confort o la calidad de terminación han sido muy cuidados. En este sentido, el perfecto trabajo de insonorización realizado en el RX300, la buena amplitud de su habitáculo, los múltiples detalles de utilidad, entre los que se cuenta con regulación longitudinal individual de las dos partes del asiento trasero, y un equipamiento bien dotado de serie —no existen opciones a sobreprecio— hacen que el paso de los kilómetros se convierta en una experiencia muy gratificante.

De todas formas, en este agradable panorama existen algunos puntos mejorables, tales como la profusión de tonos grises y negros del interior de nuestra unidad de pruebas, que le daba un ambiente excesivamente sobrio; la colocación del pedal del freno de aparcamiento, que está situado en una posición en la que resulta fácil golpearse la espinilla; y el diseño de los asientos, que, si bien presentan un mullido y dimensiones casi óptimos, ofrecen una sujeción lateral muy limitada. Tampoco estaría de más que, por lo que cuesta el coche, la instrumentación fuera un poco más generosa, aunque debemos alabar la precisión de sus informaciones.