Últimamente BMW no hace más que romper tradiciones. Primero llena su gama de motores de turbos, después hace creaciones "diferentes" como el Serie 3 GT y ahora se permite el lujo de cambiar la denominación a uno de sus modelos más emblemáticos, el Serie 3 coupé. Olvídate ya de esta denominación y céntrate en la nueva Serie 4 Coupé, un modelo que desde la propia casa aseguran tener identidad propia. Mantiene la coletilla de coupé porque en breve saldrá al mercado un Serie 4 GranCoupé, que contará con carrocería deportiva de cuatro puertas, muy al estilo de lo que ocurre en la Serie 6 o en rivales directos como el Audi A5 con su Sportback. De momento esta nueva nomenclatura no me parece nada mal, de hecho la veo lógica, aunque reconozco que cuando el año que viene el tradicional M3 pase a denominarse M4 sí que me dolerá; seguirá existiendo el M3, pero ya sólo con carrocería de cuatro puertas. A cambio ganamos el M4 y el M4 GranCoupé.
El Serie 4 crece en tamaño con respecto a su antecesor, al igual que ha hecho el Serie 3 con el que comparte prácticamente toda su tecnología. Mantiene una configuración del chasis específica, con distintas cotas de avance, caídas, convergencias o alturas que en el Serie 3 actual. Se presenta 26 mm más largo y 16 mm más bajo que la anterior generación, con mayor anchura de vías y de carrocería. Baja su centro de gravedad, aumenta la rigidez estructural un 60% y reduce el peso total en 25 kg. Dispone de tres tipos de suspensión: la de serie y las opcionales adaptativa o M Sport. También disfruta de dos direcciones, la de cremallera eléctrica de serie o la deportiva variable opcional.
Para su puesta a la venta en España el 5 de octubre hay tres motorizaciones: 420d, 428i y 435i con 184, 245 y 306 caballos respectivamente en versiones manuales, automáticas o de tracción total Xdrive las dos últimas. En noviembre de este mismo año llegarán el resto de versiones previstas, con los modelos 420i, 420i Xdrive, 420d Xdrive, 430d y 435d Xdrive. Dispone en opción de la caja de cambios automática ZF de 8 velocidades, que cuenta entre sus virtudes con la posibilidad de conectar la conducción en modo planeo, que desacopla el motor del cambio entre 50 y 160 km/h y sin carga de acelerador para consumir menos.
El interior goza de unas plazas traseras más habitables que antes. La cota de altura atrás sigue siendo algo justa, pero en la línea de lo que se espera de un coupé. Sí se aprecia mayor espacio para las piernas y algo más de anchura. La calidad interior está a muy buen nivel, en la línea de los últimos productos de la casa. Destaca la alta sensación tecnológica, desde la versión más básica. El Serie 4 disfruta de una extensa lista de extras, en la que destacan las múltiples posibilidades de personalización deportivas enmarcadas dentro del paquete M Performance, en el que se puede pedir, con su correspondiente sobrecoste, desde distintos elementos mecánicos como el escape o la suspensión, a detalles aerodinámicos como un espoiler delantero de fibra de carbono o un difusor trasero.
También cuenta con un completísimo sistema multimedia opcional desde el cual se pueden hasta recibir emails y hacer que el propio coche te los lea mientras vas conduciendo. El nuevo Serie 4 se pone a la venta el 5 de octubre por 41.900 euros en el caso del 420d, 43.900 euros en el del 428i y 55.200 euros en el 435i.