Nueva plataforma, motores mejorados, más equipamiento de seguridad, gama más amplia y variada... A priori, no pinta nada mal esta cuarta generación del Ford Focus, de líneas tal vez menos transgresoras que de costumbre, sobre todo de puertas hacia dentro, donde lo que no falta es una mejora en calidades y mayor habitabilidad. Así que, vayamos desgranando punto por punto las nuevas características de esta primera versión que pisa nuestro Centro Técnico, equipada para la ocasión con un, aún más que antes, revolucionario motor de gasolina EcoBoost de tres cilindros, un litro de capacidad y un rendimiento espectacular.
Ford Focus 1.0 EcoBoost 125 CV: claves técnicas
Si A entonces B. Primera lección de álgebra. Si fabrico un coche más ligero puedo tener beneficios en consumo, pero, ¿y si sumo centímetros de chapa y cristal, amplío batalla...? La respuesta está, en parte, en la nueva arquitectura C2 de la marca, pero también en un novedoso proceso de fabricación que Ford ya utilizó en su primer RS de tracción total: una espuma húmeda especial inyectada en la **zona posterior del vehículo que se expande **con el calor durante el proceso de pintado aumenta hasta en un 10 por ciento la rigidez en esa zona. Globalmente, esta arquitectura tiene un 50 por ciento más de rigidez torsional que la del Focus saliente, cuenta con fijaciones especiales en los puntos “calientes" de la suspensión y las versiones que no tienen eje trasero multibrazo —hasta 150 CV— montan los especialísimos muelles "vectorizantes" derivados del Fiesta ST, los cuales, mecánicamente, aportan una elevada rigidez lateral al conjunto de la suspensión. La altura al suelo difiere según acabado: los ST-Line van 10 mm más bajos y tienen una estabilizadora delantera diferente al resto. Con más equipamiento, este Focus ha pesado en nuestras básculas exactamente 56 kilos menos que antes, siendo uno de los coches con mejor relación tamaño/peso. Buen trabajo, pero la cosa no queda aquí.
PRESTACIONES | Ford Focus 1.0 EcoBoost 125 CV ST-Line |
Acel. 0-100 km/h | 9,7 s |
Acel. 0-400 m | 16,81 s |
Acel. 0-1000 m | 31,06 s |
Sonoridad 120 km/h | 67,9 dBA |
Sonoridad 140 km/h | 71,2 dBA |
Frenada desde 140 km/h | 67,36 m |
Peso en báscula | 1.309 kg |
Calandra activa con mejor sellado, bajos carrozados en la zona del túnel de transmisión y suspensión trasera; sin “culo", este Focus tiene aerodinámica de sedán sin que el diseño de carrocería condicione la habitabilidad interior. Las puertas son mayores y se accede más fácilmente, el túnel de transmisión es algo más ancho aunque bastante más bajo que antes, de modo que el pasajero central tiene más libertad de movimientos, mientras que la anchura en estas plazas es nada menos que 6 centímetros mayor, siendo globalmente uno de los mejores coches de la categoría. Claro que no todo es perfecto: para su longitud, la capacidad de maletero está bien por debajo de la media y aquí sí, se han perdido bastantes litros respecto a la generación saliente. La postura de conducción es casi perfecta —lástima la gran diferencia de altura entre el acelerador y freno—, los ajustes son buenos y el acabado ST-Line ofrece una acertada combinación de tejidos y molduras que aumentan el impacto visual. Su disposición recuerda mucho a los compactos de Kia o Hyundai y la verdad es que, en los tiempos que corren, no estaría de más un cuadro de tipo digital, pero impera el orden, hay abundantes huecos y los mandos y menús, aunque sea la primera vez que te enfrentas al entorno Ford, son muy intuitivos. Y como colofón, este Focus ofrece de base un más que correcto equipamiento y abundantes elementos opcionales de confort o seguridad a un precio francamente bueno —te recomiendo que eches un vistazo en el configurador de la marca—.
CONSUMOS | Ford Focus 1.0 EcoBoost 125 CV ST-Line |
Consumo en ciudad | 6,4 l/100 km |
Consumo en carretera | 5,4 l/100 km |
Consumo medio | 5,8 l/100 km |
Ford Focus 1.0 EcoBoost 125 CV: comportamiento
Sigamos con más proposiciones. El Ford Focus siempre ha sido dinámica pura y aunque el coche tenga un aspecto más elegante que antes no esperaría otra cosa del compacto de Ford que eso, buenas sensaciones al volante. Las tendrás desde el primer momento, porque tampoco ha faltado sal y pimienta en su puesta a punto. He tenido oportunidad de rodar con versiones Titanium y ST-Line, éstos con algo más de firmeza en la rodadura pero con muy buena calidad de amortiguación, respuesta al bache u ondulaciones de asfalto, aunque tal vez con una respuesta en extensión demasiado rápida para quien busque el compacto más confortable. No temas, en ese caso, cualquiera de las otras versiones sería "tu coche". Eso sí, en ambos, el tren delantero es extraordinario por precisión de guiado y gran información que transmite. Su gran proyección sobre el suelo contribuye a que el Focus se sienta más coche que antes, pero igualmente dinámico aún cuando la contribución del tren posterior no es otra que seguir fielmente la pista abierta por el eje delantero. Un Focus, en resumidas cuentas, sobradamente preparado de chasis que combina eficacia y diversión con elevado placer de conducción y agrado, con la salvedad, al menos para mi gusto, de unos frenos con excesiva mordiente —eso sí, de efectividad total—... tal vez, esa precarga extra de los sistemas Pre-Safe ante la reacción rápida al freno tenga que ver con ello. O que, en vista de que Euro NCAP valorará la distancia de frenado, los nuevos sistemas vienen optimizados para tal fin.
ESPACIO | Ford Focus 1.0 EcoBoost 125 CV ST-Line |
Anchura delantera | 142 cm |
Anchura trasera | 137 cm |
Altura delantera | 93/100 cm |
Altura trasera | 92 cm |
Espacio para piernas | 73 cm |
Maletero | 315 litros |
Más que afinado, el motor es casi nuevo, al menos de culata para arriba. Y cómo no, también esconde ese ingenio de Ford para que lo imposible pueda ser posible. Este 1.0 de tres cilindros ahora puede desconectar un cilindro —el primero y más cercano a la distribución— a baja carga —lo hace con bastante frecuencia, por cierto—, situación que dejaría un ciclo de explosiones con demasiados "vacíos". ¿Solución? Alternar continuamente los ciclos de encendido para que su "arritmia" sea imperceptible, aunque no se llega a lograr del todo. Es un motor que manifiesta una alegría inusual en este tipo de motores desde muy bajas vueltas y que empuja con la consistencia de un motor mayor hasta bien superado el medio régimen. Por méritos propios del motor, el agrado de uso es sensacional por su rápida respuesta y capacidad para recuperarse muy bien desde marchas largas. Y por mérito del conjunto, se consiguen no sólo un nivel prestacional claramente mejor que su predecesor, sino también una superior eficiencia energética, siendo además uno de los modelos destacados de la categoría. Sin lugar a dudas, otro Focus con madera de líder.