Un caso inusual. Así han definido los expertos el increíble hallazgo que los cuidadores del Parque Nacional de Chyulu Hills, en el sureste de Kenia, comunicaron al mundo a principios de este mes. Se trata de un zonkey (mezcla de las palabras inglesas zebra (cebra) y donkey (burro), o lo que es lo mismo, un bebé cría de una cebra y un burro, una mezcla atípica en la naturaleza cuya peculiaridad es que presenta el cuerpo grisáceo-rojizo de un burro y las patas rayadas de las cebras.
"Es un híbrido muy inusual", ha explicado la organización Sheldrick Wildlife Trust (SWT), encargada del seguimiento del caso.
En un comunicado emitido desde la entidad se ha tratado de explicar lo ocurrido. Según parece, en 2019, una cebra silvestre se escapó del Parque Nacional de Tsavo East, y se unió a una manada de ganado local. Al poco tiempo, los representantes de la organización encontraron al animal y lo trasladaron a otro sitio.
Los equipos del parque siguieron monitoreando su adaptación al medio hasta que se dieron cuenta de que estaba embarazada y que el potro al que había dado a luz era atípico.
"Mientras los potros de cebra nacen con rayas blancas y marrones que acaban volviéndose negras, este pequeño tenía sospechosamente pocas rayas y un color abrumadoramente rojo", explica la SWT en su comunicado.
Al principio, pensaron que el color podría ser debido al barro, hasta que se dieron cuenta de que la cebra había dado a luz un zonkey, cuyo padre -un burro- debió dejarla embarazada durante su tiempo viviendo con los animales de pastoreo y domésticos.
El pequeño y la mamá se encuentran bien. El híbrido de burro y cebra podrá llevar una vida normal, aunque, como las mulas, los expertos aseguran que será estéril.

No es, sin embargo, la primera vez que los medios keniatas se hacen eco del nacimiento o avistamiento de especies atípicas en el país. Cada cierto tiempo, las redes se llenan de comentarios de sorpresa con fotos de una cebra dorada, otra sin rayas o jirafas blancas. De hecho, cazadores furtivos mataron el mes pasado a la única jirafa blanca de Kenia y a su cría, cuya singularidad causó sensación a nivel mundial cuando fueron vistas por primera vez en 2017.
Sin embargo, estas maravillosas anomalías genéticas que se dan de vez en cuando entre la fauna nada tienen que ver con el caso del zonkey, un caso mucho más extraño y excepcional.
Fuente: El País / La Vanguardia / EFEVerde