La troposfera es la capa de la atmósfera en la que vivimos y respiramos. Se extiende desde el nivel del mar hasta una altura que va desde siete kilómetros sobre los polos hasta 20 sobre los trópicos. Como la capa que contiene la mayor cantidad de calor y humedad, también es donde se produce una gran cantidad de clima atmosférico.
El aire en la atmósfera se expande cuando hace calor y se contrae cuando hace frío, por lo que el límite superior de la troposfera, llamado tropopausa, se contrae y se expande naturalmente con el cambio de las estaciones.
Los investigadores demostraron que, a medida que cantidades crecientes de gases de efecto invernadero atrapan más calor en la atmósfera, la tropopausa aumenta más que nunca
Pero, al analizar datos atmosféricos como la presión, la temperatura y la humedad (tomados entre 20 y 80 grados de latitud norte) y combinarlos con datos de GPS, los investigadores demostraron que, a medida que cantidades crecientes de gases de efecto invernadero atrapan más calor en la atmósfera, la tropopausa aumenta más que nunca.
Además, la tasa parece estar aumentando. Según el estudio, mientras que la tropopausa aumentó aproximadamente 50 metros por década entre 1980 y 2000, pasó a 53,3 metros por década entre 2001 y 2020.
El cambio climático no es el único impulsor humano del aumento de la tropopausa. La estratosfera, la capa sobre la troposfera, también se está reduciendo, gracias a la liberación pasada de gases que agotan la capa de ozono. Estos gases encogieron la estratosfera a través de la destrucción de la capa de ozono, aunque las restricciones contra su emisión en años más recientes han provocado que las concentraciones de éstos disminuyan.

Los científicos aún no están seguros de cómo una tropopausa en aumento influirá en el clima, aunque podría obligar a los aviones a volar más alto para evitar turbulencias.
“Estos resultados proporcionan una confirmación independiente, además de todas las demás pruebas del cambio climático, de que los gases de efecto invernadero están alterando nuestra atmósfera"
El coautor del estudio Bill Randel, científico del Centro Nacional de Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado, explicó que este descubrimiento "es una señal inequívoca de cambios en la estructura atmosférica". Para añadir que “estos resultados proporcionan una confirmación independiente, además de todas las demás pruebas del cambio climático, de que los gases de efecto invernadero están alterando nuestra atmósfera".
Randell explicó que "el estudio captura dos formas importantes en que los humanos están cambiando la atmósfera. La altura de la tropopausa se ve cada vez más afectada por las emisiones de gases de efecto invernadero, incluso cuando la sociedad ha estabilizado con éxito las condiciones en la estratosfera, al restringir los productos químicos que destruyen el ozono".
Fuente: Livescience.