Al igual que el puente Golden Gate en San Francisco, en Estados Unidos, el Bosque de los Suicidas o Aokigahara es uno de los lugares del mundo en el que más personas se quitan la vida. Ubicado en la base noroccidental del emblemático Monte Fuji, en Japón, a unos 100 kilómetros al oeste de Tokio, se estima que entre 50 y 100 personas se suicidan anualmente allí.
En este siniestro lugar, los espesos árboles impiden que el viento pase y la vida silvestre es casi inexistente. Todo ello hace que sea excepcionalmente silencioso, además de que está repleto de cavernas rocosas y heladas.
Las historias sucedidas allí son tan llamativas que incluso inspiraron la película The Forest ("El Bosque", en español), estrenada a principios de 2016.
Las historias sucedidas allí son tan llamativas que incluso inspiraron la película The Forest ("El Bosque", en español), estrenada a principios de 2016. El filme, dirigido por Jason Zada narra la historia de Sara, interpretada por Natalie Dormer, quien entra en el bosque Aokigahara para indagar sobre la muerte de su hermana gemela. A pesar de todas las advertencias, entra en este sombrío lugar que está lleno de las almas de quienes se suicidaron en él.

"Pensemos una vez más en la vida que te fue dada, tus padres, tus hermanos y hermanas, y los niños. No sufras solo, antes, contacta a alguien", dice un aviso
"Pensemos una vez más en la vida que te fue dada, tus padres, tus hermanos y hermanas, y los niños. No sufras solo, antes, contacta a alguien", dice un aviso en una de las entradas del bosque, que incluye un número telefónico para pedir ayuda.
Este es solo uno de todos los letreros que están en el Aokigahara y en sus alrededores. Además, estos están acompañados de un número telefónico por si alguien necesita o quiere pedir ayuda.

Los anuncios son un recurso utilizado por el gobierno para frenar las tragedias que se cometen en este bosque también conocido como el Mar de Árboles.
Los propios lugareños aseguran que pueden detectar fácilmente los tres tipos de visitantes del bosque: los excursionistas interesados en las vistas panorámicas del monte Fuji, los curiosos que esperan vislumbrar lo macabro y aquellas almas que no planean irse.
¿Inspirados por la literatura?
Según señala BBC, personas de todo Japón seleccionan Aokigahara para morir en parte inspirados en el cuento Kuroi Jukai ("El negro mar de árboles") de Seicho Matsumoto, publicado en 1960, que finaliza con una pareja de enamorados quitándose la vida en ese lugar.
Otros creen que la tradición de usar el bosque viene de la práctica Ubasute del siglo XIX, en la que gente de edad avanzada era abandonada en los bosques para que murieran allí, como una forma de eutanasia, frecuente en épocas de sequía y hambruna.
El libro de Tsurumi Wataru titulado "El manual completo del suicidio" (1993) se refiere a Aokigahara como un lugar "perfecto para morir"
Incluso el libro de Tsurumi Wataru titulado "El manual completo del suicidio" (1993) se refiere a Aokigahara como un lugar "perfecto para morir", además de que califica al ahorcamiento como una "obra de arte". La publicación vendió millones de copias, pero fue vetado en el país.

Una práctica histórica
Unas 800.000 personas cometen suicidio cada año en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud, y Japón se encuentra entre los cinco países con más casos.
En 2015, hubo 1,5 suicidios por cada 100.000 habitantes, una de las tasas más altas entre los países desarrollados.
"El aislamiento es la principal causa para la depresión y el suicidio"
"El aislamiento es la principal causa para la depresión y el suicidio", declaró a la BBC Wataru Nishida, psicólogo de la Universidad Temple de Tokio.
Algunos expertos sostienen que muchas muertes de ancianos en Japón podrían ser suicidios. "Es cada vez más común leer historias sobre personas mayores que mueren solas en sus apartamentos", afirmó. "Están descuidadas. Los hijos cuidaban a sus padres en otra época, pero ya no lo hacen más". Muchas veces se habla también de la tradición japonesa del "suicidio honorable" como una razón para la alta tasa de suicidios.
La práctica samurái de cometer "seppuku" o "harakiri" o los jóvenes pilotos "kamikazes" de la Segunda Guerra Mundial, son señalados como razones culturales distintas por las que los japoneses son más propensos a quitarse la vida que en otros países.

Al respecto, Nishida apuntó que puede ser un factor y explica que "Japón no tiene ninguna historia de cristianismo", así que el suicidio en el país nunca ha sido un pecado. De hecho, según declaró en su momento a la BBC, algunos lo ven como una manera de asumir responsabilidades.
El escándalo del youtuber Logan Paul
En 2018, la estrella estadounidense de YouTube Logan Paul recibió un aluvión de críticas por publicar un vídeo en el que mostraba el cadáver de un suicida en este lugar. En la grabación de 15 minutos, Logan Paul y unos amigos caminan y se topan con el cuerpo de un hombre.
Todos se sorprenden, pero también hacen bromas. Algunos comentarios en internet califican la escena como "irrespetuosa" y "repugnante". La filmación recibió millones de visitas antes de que fuera retirada.

En la filmación, Paul le pregunta a uno de sus amigos "¿Qué? ¿Nunca te has parado al lado de un tipo muerto?" y se ríe. Logan Paul, que tiene millones de seguidores tuvo que publicar una disculpa en Twitter y afirmó que se había "equivocado por causa de la sorpresa y el asombro" que sintió en el momento.