Según datos de la plataforma Netflix, en menos de un mes más de 72 millones de personas han visto la serie francesa Lupin. Ha superado, además, a la cuarta temporada de La casa de papel, que en pocos días tuvo 65 millones de espectadores. Por si fuera poco, está muy cerca de arrebatar el título de la serie más vista de la historia de la plataforma a Los Bridgerton, que ha alcanzado los 82 millones de seguidores.
¿A qué se debe ese éxito arrollador? Posiblemente sea una combinación de una fotografía impecable, unas estrellas carismáticas, como su actor principal Omar Sy, los efectos visuales en el escenario en un entorno icónico, como es París, y una temática basada en el mundo de los robos, muy bien construida y perfecta para todo tipo de públicos.
Esta serie está basada en Arsène Lupin, el ladrón con sombrero de copa obra del escritor de misterio de la belle epoque Maurice Leblanc, con el que se intentaba atraer a los fanáticos del Sherlock Holmes, de Arthur Conan Doyle
Todo ello ha hecho que este fenómeno televisivo se compare con el Sherlock, de la BBC. Lo que sí es cierto es que este Lupin mejora a su equivalente en inglés en su gran elegancia y ese tono tan sexy que da el idioma francés.
Creada por George Kay y François Uzan, esta serie está basada en Arsène Lupin, el ladrón con sombrero de copa obra del escritor de misterio de la belle epoque Maurice Leblanc, con el que se intentaba atraer a los fanáticos del Sherlock Holmes, de Arthur Conan Doyle. Este Lupin era un travieso Robin Hood galo que se deleitaba aliviando a los ricos de sus riquezas. Era un maestro del disfraz tan grande que en una de sus historias se hacía pasar por el inspector jefe que investigaba sus propios crímenes.
Dotado de una finísima astucia y una pícara simpatía, fue, además, un alumno sobresaliente en Derecho y Medicina, especializado en dermatología y con conocimientos clásicos de latín y griego. Gracias a su padre, es un experto boxeador, gimnasta, y domina además la esgrima y las artes marciales.
Nunca recurre a la violencia. Su encanto y la planificación meticulosa de sus atracos es de sobra suficientes
El Lupin de Netflix, que cambia el sombrero de copa y el monóculo por una gorra plana y unas ligeras Air Jordans, se llama Assane Diop y es hijo de Babakar Diop (Fargass Assandé), un inmigrante senegalés inteligente y de principios que se ganó la vida como chofer del rico y codicioso pez gordo parisino Hubert Pellegrini (Hervé Pierre). Esto sucedió hasta que Pellegrini lo incrimina a por robo como parte de una estafa de seguros, lo que lleva a nuestro protagonista a quedarse huérfano.
Assane se propone vengar la muerte de su padre y roba a los ricos, redistribuyendo las ganancias entre sus amigos. Fundamentalmente, nunca recurre a la violencia. Su encanto y la planificación meticulosa de sus atracos es de sobra suficientes.
Su segunda temporada ha dejado el listón tan alto como la Torre Eiffel. A pesar de ellos, sus creadores siguen preparando nuevas y sorprendentes historias. La estrella del programa reveló recientemente que ya están escribiendo los guiones para la tercera temporada de Lupin.
El Arsène Lupin literario
Arsène Lupin apareció por primera vez en 1905 en la revista Je Sais Tout. Más tarde, el escritor Maurice Leblanc Leblanc (1864-1941) lo introdujo en sus novelas de detectives donde desarrolló al personaje como un ladrón que no es un villano ya que se enfrenta a personajes más malvados que él. Sus libros son amados en Francia y han sido devorados por generaciones de jóvenes.
Se cree que estas novelas estuvieron inspiradas en los actos vandálicos de un conocido ladrón, anarquista y pirata
Se cree que estas novelas estuvieron inspiradas en los actos vandálicos de un conocido ladrón, anarquista y pirata que le dio muchos dolores de cabeza a la policía de Francia a principios de 1900.
Se llamaba Alexandre M. Jacob, un joven francés que pasó gran parte de su vida al margen de la Ley en más de un aspecto. Con 20 años, el también conocido como Marius Jacob, fundó una banda: Los trabajadores de la noche. La banda de Jacob tenía una serie de principios: no asesinar, destinar un porcentaje del dinero robado a la causa anarquista y robar solo a “parásitos sociales”, como catalogaba a empresarios, policías, militares, políticos y miembros del clero.
Desde 1900 y hasta 1905 la banda cometió más de 105 asaltos en París. Detenido en 1905, se salvó de la guillotina, pero fue condenado a trabajos forzados en Cayena (en la Guayana francesa), hasta que regresó a Francia en 1928.
Murió el 28 de agosto de 1954 en Bois-Saint-Denis, donde residía. "Sois demasiado jóvenes para poder apreciar el placer que proporciona irse gozando de excelente salud, burlándose de todas las enfermedades que acechan a la vejez. Allá están todas estas asquerosas reunidas, listas para devorarme. Pero voy a defraudarles. Yo he vivido y ya puedo morir", escribió en su carta.
