Con más de diez metros de largo, el mosasaurio hallado en Marruecos presumía de un enorme cráneo de 1,4 metros de largo. “No es el más grande, pero es muy grande”, declaró Nick Longrich, paleontólogo y biólogo evolutivo de la Universidad de Bath que formó parte del equipo que hizo el reciente descubrimiento, a Discover.
Los mosasaurios, reptiles marinos que no están emparentados con los dinosaurios, dominaron los océanos hace unos 66 millones de años. Otras especies además de Thalassotitan atrox ocuparon diferentes nichos ecológicos en el período Cretácico, alimentándose de una gran variedad de vida marina; algunos, explica Longrich, comían calamares, tortugas marinas o pescado. Sin embargo, éste, probablemente consumía otros reptiles marinos, ocupando el espacio del que hoy disfrutan los grandes tiburones blancos y las orcas. Así lo demuestra el desgaste de los dientes fosilizados y otros fósiles encontrados en el sitio del centro de Marruecos, una región que estuvo bajo el agua durante el Cretácico. Estos hallazgos sugieren que el ejemplar se alimentaba de tortugas marinas, plesiosaurios e incluso otros mosasaurios.
Sobre la base de las cicatrices en los otros fósiles, el paleontólogo y su equipo creen que el Thalassotitan atrox frecuentemente luchaba con otros reptiles marinos o competía con otros de su propia especie
“Básicamente, no había casi nada en el mar que esta cosa no pudiera manejar”, apunta Longrich.
Sobre la base de las cicatrices en los otros fósiles, el paleontólogo y su equipo creen que el Thalassotitan atrox frecuentemente luchaba con otros reptiles marinos o competía con otros de su propia especie. “En algunos se puede ver dónde se ha dañado el hueso o se estaba curando o tal vez infectado. También podría haber contribuido a la muerte de algunos de estos animales”, aclara.

La importancia del hallazgo
Por otro lado, el equipo de investigación cree que T. atrox es, probablemente, una especie nueva, pero quizás no tan única como parece a primera vista. Es posible que la bestia estuviera a solo uno o dos pasos evolutivos de los otros lagartos marinos gigantes que vagaron por el Cretácico, abriéndose camino a través de los océanos.
Sin embargo, no todos los paleontólogos están convencidos de la importancia del hallazgo. "Dado que no hubo un análisis de la etapa de crecimiento de los animales utilizados en este estudio, y todos los especímenes son individuos grandes, en realidad podemos estar combinando esta especie con otra nombrada", señala Michael Polcyn, investigador principal de Southern Methodist, universidad que ha estudiado extensamente a los mosasaurios. "Éstos pueden ser solo individuos muy grandes o viejos", añade.
T. atrox tiene similitudes con otro grupo de mosasaurios: los del género Prognathodon
En particular, T. atrox tiene similitudes con otro grupo de mosasaurios: los del género Prognathodon. Para el paleontólogo Takuya Konishi, profesor asistente en el departamento de ciencias biológicas de la Universidad de Cincinnati que ha estudiado a éstos durante casi dos décadas, los nuevos fósiles se parecen mucho a Prognathodon overtoni.

“La mayor parte de las características se encuentran básicamente en esta otra especie de mosasaurio”, dice. "Es solo 10 millones de años más antiguo. La consistencia morfológica entre los dos probablemente implica solo una continuación de ese mismo tipo de nicho para Prognathodon".
Puede que ni siquiera importe, continúa Konishi, que los restos de T. atrox se hayan encontrado en Marruecos y no en América del Norte, hogar de Prognathodon overtoni. "Son grandes depredadores, y diez millones de años habrían dado tiempo suficiente para que cualquier reptil marino grande lograra una distribución global, manteniendo su nicho original donde sea que terminaran", concluye.
Fuente: Discover.