La terrorífica representación del dios Saturno en la obra de Goya

En muchas ocasiones la pintura ha mostrado su capacidad para producir miedo, tanto o más que el cine o la literatura más aterradoras. Uno de sus ejemplos más sobresalientes es la obra que Francisco de Goya dedicó al dios Saturno: “Saturno devorando a su hijo”.

Vicente Alcaíde

El mito del dios Saturno devorando a su hijo fue magníficamente representado por Francisco de Goya.
El mito del dios Saturno devorando a su hijo fue magníficamente representado por Francisco de Goya.

Nunca sabremos exactamente por qué Francisco de Goya (Fuendetodos, 27 de marzo de 1746-Burdeos, 16 de abril de 1828) pintó al dios Saturno y qué pasaba por su cabeza cuando lo representó de esa manera. Lo que sí es está claro es que esta obra es una de la más inquietantes de la historia del arte.

Se aisló del mundo en su casa, conocida como “la Quinta del Sordo”, y creó sus pinturas negras, catorce frescos que el autor romántico pintó directamente sobre las paredes de su comedor

En un periodo concreto de la vida del gran artista, éste se aisló del mundo en su casa, conocida como “la Quinta del Sordo”, y creó sus pinturas negras, catorce frescos que el autor romántico pintó directamente sobre las paredes de su comedor, con lo que debó ser una técnica mixta, ya que el análisis químico revela el uso de óleos en estas obras.

 Entre ellas represento al dios “Saturno devorando a su hijo”. El artista no habló a nadie sobre estas obras y no tenía previsto mostrarlas. Irónicamente, se convirtieron en sus obras más famosas, provocando incluso más interés que la “Maja Desnuda”.

Grabado de la Quinta del sordo. Sobre las paredes de su salón Francisco de Goya pintó Saturno devorando a sus hijos. (2) (1)
Grabado de la Quinta del sordo. Sobre las paredes de su salón Francisco de Goya pintó "Saturno devorando a su hijo". 

En concreto, junto al dios “Saturno”, Francisco de Goya pinto otros trece frescos sobre temas oscuros: vejez, monstruos, brujas… Unos cincuenta años después de la muerte del artista, los frescos no eran conocidos. El barón Émile d´Erlanger adquirió “la Quinta” en 1873 y transfirió las pinturas al lienzo. Las obras sufrieron enormemente en el proceso, perdiendo gran cantidad de pintura. Finalmente, el Barón donó estas pinturas al Estado, y fueron enviadas al Museo del Prado, donde han estado a la vista desde 1889.

 “Saturno devorando a su hijo” representa el mito de este dios griego, que, según la leyenda tras usurpar el poder de su padre, una profecía predijo que uno de sus hijos haría lo mismo y lo derrocaría

Hoy el misterio que la rodea atrae a numeroso público y muchas personas se preguntan ¿por qué Goya creó estas escenas pesimistas y fantásticas solo en su casa?

 “Saturno devorando a su hijo" representa el mito de este dios griego, que, según la leyenda tras usurpar el poder de su padre, una profecía predijo que uno de sus hijos haría lo mismo y lo derrocaría.

Para evitarlo Cronos, su equivalente en la mitología romana, se tragó a cada uno de los niños que había tenido con Rei. Desafortunadamente para él, Rei decidió esconder a su hijo menor Zeus. Al final, se cumplió la profecía del derrocamiento de su padre y puso fin al dominio de los titanes.

Dos viejos comiendo es una de las obras de la colección de Pinturas negras, de Goya.
Dos viejos comiendo es una de las obras de la colección de Pinturas negras, de Goya.

El "Saturno" de Goya

Francisco de Goya realizó cambios importantes que confirieron más terror a esta leyenda del dios Saturno.  En principio, el mito recoge que devoró a sus hijos, tragándolos enteros. De hecho, permanecen vivos en su estómago. Para ello, Goya se inspiró en la obra del pintor flamenco Peter Paul Rubens, uno de los fundadores del arte barroco, que representó el mismo evento. En Saturno de Rubens, el titanio parece succionar la vitalidad de su hijo. Sin embargo, Rubens le confirió cierta belleza que en la versión de Goya desaparece completamente.

El dios Saturno del pintor español es un monstruo loco, aterrador, como si un alguien lo descubriera al azar en la oscuridad con una antorcha vagando dentro de la cueva equivocada

El dios Saturno del pintor español es un monstruo loco, aterrador, como si un alguien lo descubriera al azar en la oscuridad con una antorcha vagando dentro de la cueva equivocada. Y es que acaba de comerse la cabeza de su hijo. Su boca negra se abre cerca del codo de su mano izquierda, lista para morder la articulación. Su cuerpo anguloso está agachado en una posición que se entiende incómoda, sus manos se clavan en la columna, la sangre de su hijo fluye por la mano, el cuello y el hombro. En sus ojos salvajes abiertos de par en par se puede leer vergüenza, horror, sed de sangre y locura.

Algunos expertos apuntan que el dios mitológico de Francisco de Goya también podría ser la personificación de un sentimiento tan humano como el miedo a perder el poder

Si se observa más de cerca, se percibe que el hijo no es del todo un niño. Ha crecido. Hay algo aterrador en el hecho de que la víctima supiera lo que estaba pasando y trató de resistir. Asimismo, algunos expertos apuntan que el dios mitológico de Francisco de Goya también podría ser la personificación de un sentimiento tan humano como el miedo a perder el poder.

El Grito, de Edward Munch, es otra de las pinturas más terroríficas de la historia del arte. (1)
El Grito, de Edward Munch, es otra de las pinturas más terroríficas de la historia del arte. 

Todo ello hace de “Saturno devorando a su hijo” una de las más perturbadoras de la historia del arte, junto a otras como “El juicio de Cambises”, de Gerard David; El infierno, del tríptico de “El juicio final, de Hieronymus Bosch; “La pesadilla”, de Henry Fuseli o el siempre intrigante “El grito”, de Edward Munch.

Tanto esta representación del dios Saturno como el resto de las pinturas murales de “ La Quinta del Sordo ” o pinturas negras han sido determinantes en la consideración moderna del pintor de Aragón

Tanto esta representación del dios Saturno como el resto de las pinturas murales de “ La Quinta del Sordo ” o pinturas negras han sido determinantes en la consideración moderna del pintor de Aragón . Los expresionistas alemanes y el movimiento surrealista, así como representantes de otras corrientes artísticas contemporáneos, incluida la literatura e incluso el cine, han visto los orígenes del arte moderno en esta serie de composiciones de un Goya envejecido, aislado en su propio mundo y creando con absoluta libertad.