Aunque los científicos aún tienen que determinar cuándo o bajo qué condiciones las personas y otros mamíferos liberan hexadecanal, parece claro que los humanos se están "comunicando" entre sí de manera subconsciente a través de los olores corporales, asegura Eva Mishor, del Instituto de Ciencias Weizmann en Israel.
“Los humanos (se huelen) unos a otros - sus hijos, sus parejas románticas, extraños - todo el tiempo”, dice Mishor. "Nuestro estudio da más poder a la noción de que los humanos se comunican a partir de los compuestos químicos volátiles que emiten y que obtenemos mucha información de ellos".
El hexadecanal actúa como un "amortiguador social" que reduce el estrés en los ratones. En humanos, estudios basados en electroencefalogramas (EEG) han sugerido que el compuesto desencadena la actividad cerebral de manera diferente en hombres y mujeres
Estudios anteriores habían demostrado que el hexadecanal actúa como un "amortiguador social" que reduce el estrés en los ratones, apunta. En humanos, estudios basados en electroencefalogramas (EEG) han sugerido que el compuesto desencadena la actividad cerebral de manera diferente en hombres y mujeres, aunque no se sabía cómo.
Un juego de economía online
Para averiguarlo, Mishor y sus colegas pidieron a 67 hombres y 60 mujeres, con edades comprendidas entre los 21 y los 34 años, todos identificados con el género asignado al nacer, que jugaran un juego de economía online contra otros jugadores humanos o robots.

A todos los participantes se les pidió que olieran aceite de clavo antes de jugar; para la mitad de las personas, éste se mezcló con hexadecanal, lo que no afectó la percepción del olor del aceite.
Las mujeres que habían olido el hexadecanal reaccionaron de manera más agresiva al juego, aumentando el volumen y atacando a sus oponentes con un 17,6 por ciento más de intensidad
Durante el juego, que los científicos programaron para que pareciera injusto después de algunas rondas, los participantes podían "disparar" a sus oponentes con diferentes niveles de sonido explosivo. Los investigadores encontraron que las mujeres que habían olido el hexadecanal reaccionaron de manera más agresiva al juego, aumentando el volumen y atacando a sus oponentes con un 17,6 por ciento más de intensidad, explica Mishor.
Los hombres, sin embargo, respondieron con un 18,4 por ciento menos si habían inhalado la sustancia química, en comparación con los que no lo habían hecho, agrega.
Las resonancias magnéticas funcionales de los cerebros de los participantes mostraron que después de inhalar hexadecanal, tanto hombres como mujeres habían aumentado la actividad en las partes del cerebro asociadas con el reconocimiento de señales sociales.

Luego, cuando se sintieron provocadas por el juego, las mujeres habían aumentado la actividad neuronal que vinculaba esas regiones con las áreas del cerebro responsables del comportamiento agresivo. Mientras tanto, se redujo la misma actividad a lo largo de las conexiones neuronales en los hombres.
Hexadecanal, un subproducto de los procesos metabólicos
Los seres humanos fabrican hexadecanal como un subproducto de los procesos metabólicos. Queda por determinar si también pueden adquirirlo de ciertos alimentos, indica Mishor.
El estudio no incluyó medidas de reacciones fisiológicas al olor, lo que habría fortalecido los hallazgos, dice Jasper de Groot de la Universidad de Radboud en los Países Bajos. Sin embargo, tiene el potencial de "implicaciones revolucionarias", dice.
"Estos son efectos realmente sorprendentes, que subrayan el hecho de que el que no nos demos cuenta no significa que no nos afecte mucho"
"Está por debajo del umbral de la conciencia consciente, sin embargo, el hexadecanal aparentemente influye en el comportamiento de hombres y mujeres de manera diferente", añade de Groot. "Estos son efectos realmente sorprendentes, que subrayan el hecho de que el que no nos demos cuenta no significa que no nos afecte mucho".
Aun así, las personas no siempre manifiestan la agresión que sienten, comenta.
Fuente: New Scientist.