En la historia de los Premios Nobel de Física, solo cuatro mujeres han obtenido este galardón: Marie Curie, en 1903; Maria Goeppert-Mayer, en 1963; Donna Strickland, en 2018, y la última, Andrea Ghez, quien en su discurso mostró su deseo de poder inspirar a otras mujeres. Conozcamos un poco más del perfil de estas excelentes científicas.
Andrea Ghez
Los investigadores Roger Penrose, Reinhard Genzel y Andrea Ghez fueron los últimos Premios Nobel de física, por sus descubrimientos en torno a los agujeros negros y su relación con la Teoría de la Relatividad, y por un hallargo en el centro de la Vía Láctea, según anuncio en su momento la Real Academia de las Ciencias Sueca en Estocolmo.
Mientras que Penrose recibió el galardón por "el descubrimiento de que la formación de los agujeros negros es una predicción robusta de la Teoría General de la Relatividad", formulada por Albert Einstein hace más de cien años, sus colegas, Genzel y Ghez, se les distinguió "por el descubrimiento de un objeto compacto supermasivo en el centro de nuestra galaxia".
Andrea Ghez, en su discurso, invitó a más mujeres a involucrarse en el mundo de la ciencia, “espero poder inspirar a otras mujeres jóvenes ene ste campo"
Esta última, en su discurso, invitó a más mujeres a involucrarse en el mundo de la ciencia, “espero poder inspirar a otras mujeres jóvenes al campo. Es un campo que tiene tantos placeres, y si te apasiona la ciencia, hay mucho que se puede hacer”, precisó Ghez.

Y es que la científica estadounidense es la cuarta de las mujeres que han obtenido Premios Nobel de Física.
Lo cierto es que antes del sufragio femenino, a excepción de la científica polaca, Marie Curie, quien ganó dos Nobeles; uno de Física en 1903 por investigaciones sobre los fenómenos de la radiación; y uno de química en 1911 por el descubrimiento del radio y el polonio, las mujeres no sonaban en la entrega de estos premios más que como acompañantes.
Antes del sufragio femenino, a excepción de la científica polaca, Marie Curie, quien ganó dos Nobeles, las mujeres no sonaban en la entrega de estos premios más que como acompañantes
Pasaron 60 años para que hubiera una segunda premiada. En este caso fue Maria Goeppert-Mayer, de nacionalidad estadounidense, reconocida en 1963 por descubrimientos relacionados con la estructura nuclear de capas. 55 años más tarde, fue el turno de Donna Strickland, quien recibió el galardón en 2018 por sus aportes a la física del láser y la anteriormente mencionada Andrea M. Ghez, quien lo obtuvo el pasado año. Conozcamos algo más sobre estas cuatro mujeres, Premios Nobel de Física.
Marie Curie
Maria Salomea Skłodowsk, Marie Cuire, nació en 1867 en Varsovia, en una familia de profesores de matemáticas y física. En 1891, se muda a París, cambia su nombre por Marie y se matricula en el curso de ciencias de la Universidad parisiense de la Sorbona. Dos años más tarde, finaliza sus estudios de física con el número uno de su promoción.
En el año 1894 es cuando conoce a Pierre Curie, quien se convirtió en su esposo y colega de investigación en el campo de la radioactividad.

Nueve años más tarde, les concedieron el Premio Nobel de Física por el descubrimiento de los elementos radiactivos, que compartieron con Becquerel. Así, Marie Curie se convirtió en la primera mujer que recibía este premio.
Pero no quedó aquí. En 1911, se convirtió en la primera persona en recibir dos premios Nobel, cuando fue galardonada con el de Química, "en reconocimiento de sus servicios para el avance de la química por el descubrimiento de los elementos radio y polonio, por el aislamiento del radio y el estudio de la naturaleza y los compuestos de este notable elemento".
Casualmente, la hija de Curie, Irene, también recibió conjuntamente el Premio Nobel de Química junto a su esposo, Frederic Joliot en 1935
Durante la Primera Guerra Mundial, Curie también inventó equipos móviles de rayos X. Casualmente, la hija de Curie, Irene, también recibió conjuntamente el Premio Nobel de Química junto a su esposo, Frederic Joliot en 1935. "en reconocimiento a su síntesis de nuevos elementos radiactivos".
María Goeppert Mayer
La segunda en esta lista de las cuatro mujeres Premios Nobel de Física fue la alemana María Goeppert Mayer, quien compartió con J. Hans D. Jensen, el galardón por sus descubrimientos sobre sobre el núcleo de los átomos.
Ese año 1963 el premio estuvo dividido y la otra mitad fue para el húngaro Eugene Paul Wigner "por sus contribuciones a la teoría del núcleo atómico y las partículas elementales, particularmente a través del descubrimiento y la aplicación de principios fundamentales de simetría".

Durante 30 años liderando investigaciones científicas que la llevarían a ganar el Nobel de Física, Maria Goeppert Mayer trabajó la mayor parte de su carrera en distintas universidades estadounidenses sin que le pagaran un sueldo. Investigaba "solo por el placer de hacer física", explica su biografía publicada por los premios Nobel.
La física Louise Giansante dijo sobre ella: "Es una de esas mujeres que pelearon por sus objetivos cuando la sociedad exigía que se quedaran en casa".
Y es que era su marido, el químico estadounidense Joseph Mayer, quien conseguía los puestos de profesor e investigador de tiempo completo.
"Es una de esas mujeres que pelearon por sus objetivos cuando la sociedad exigía que se quedaran en casa"
No fue hasta cumplir los 54 años cuando se convirtió en profesora titular.
Tras estudiar física en la Universidad de Gotinga, en Alemania, la joven se casó y mudó a Estados Unidos, en parte buscando mejores oportunidades académicas, y en parte para alejarse del movimiento político que culminaría con el ascenso al poder de Adolf Hitler.
De hecho, durante la Segunda Guerra Mundial, Goeppert Mayer trabajó en el Proyecto Manhattan, el programa secreto del gobierno estadounidense que desarrolló la bomba atómica.

Sus biógrafos coinciden en que, aunque disfrutaba del respeto que recibió de sus colegas y de las responsabilidades que le fueron dando durante esos 3 años de trabajo, ella albergaba la esperanza de que el proyecto fracasara.
Según los Nobel, Goeppert Mayer era "vehementemente anti-Hitler, pero consciente de que el arma que estaba ayudando a crear podría usarse contra amigos y familiares que vivían en Alemania".
"No encontramos nada y tuvimos suerte... escapamos de la punzante culpa que sienten hasta el día de hoy los responsables de la bomba", reconocería luego, según la Nobel.
Y aunque la bomba sí fue desarrollada y usada sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, matando a decenas de miles de personas, las investigaciones lideradas por ella efectivamente no tuvieron éxito.
"No encontramos nada y tuvimos suerte... escapamos de la punzante culpa que sienten hasta el día de hoy los responsables de la bomba", reconocería luego, según los Nobel.

Tras la guerra cuando Goeppert Mayer comenzó a trabajar en física nuclear, la línea de trabajo que la llevaría a definir la estructura del núcleo atómico y ganar el Nobel.
Lo que Goeppert Mayer logró demostrar una y otra vez es que los núcleos más estables siempre tenían una determinada cantidad de neutrones o protones. Pero no se conformó con ello: ahora que sabía que eran números especiales, quería saber el por qué. Fue así que comenzó a desarrollar lo que ahora es el famoso modelo de capas nucleares.
Donna Strickland
Donna Strickland se sorprendió mucho cuando recibió la llamada comunicándole en 2018 que había recibido el Premio Nobel de Física "por su método de generar pulsos ópticos ultracortos de alta intensidad". Seguro que en ese momento no se paró a pensar que se convertía en la tercera mujer en recibir el Premio Nobel de Física.
La historia de la física inglesa Donna Strickland comienza en 1959, en Ontario, Canadá. Licenciada en ingeniería física por la Universidad McMaster en 1981, elige esta universidad al ofrecer la posibilidad de estudiar los láseres. En 1989 logra su doctorado en física, especializándose en óptica, en la Universidad de Rochester, cuya tesis fue supervisada por Gérard Mourou. Durante su estancia allí, desarrolló la técnica de amplificación de pulso. Esto le permitió crear lo que fue, en ese momento, la luz láser más intensa jamás generada.

Allí también firma, junto a Mourou el ensayo “Comprensión de pulsos ópticos amplificados”, por el cual ambos lograrían el Nobel de Física en 2018. Desde que Donna Strickland se doctora en Física, ocupa diferentes puestos como investigadora en los cuales logró diferentes e importantes contribuciones en el campo de la tecnología de láser.
Hoy los tipos de láseres que Strickland ha desarrollado tienen muchas aplicaciones médicas, además de su evidente relevancia en la investigación óptica
Hoy los tipos de láseres que Strickland ha desarrollado tienen muchas aplicaciones médicas, además de su evidente relevancia en la investigación óptica. Por ejemplo, los láseres de pulsos ultracortos ayudan a la fabricación de dispositivos médicos pequeños y precisos, o se pueden usar para la cirugía ocular para realizar incisiones de gran precisión con láseres correctivos.

Desde la creación de estos reconocimientos en 1901, la mayor parte de los premios han recaído en hombres. Teniendo en cuenta los premios de 2020, en toda la historia de los Nobel, el número de galardones recogidos por mujeres ha sido de 58, frente a los 876 que han sido recogidos por hombres y los 28 que han sido entregados a diferentes organismos. Es decir, las mujeres sólo han sido reconocidas con el 6,02% de estas distinciones.