Nacido en Pisa en 1564, Galileo Galilei es conocido en el mundo por cambiar la forma de ver la ciencia. Fuerte defensor del método científico, abogó por llevar a cabo investigaciones para apoyar las teorías científicas. Y, lo que es más importante, fue el precursor de cómo vemos las estrellas. En una época en la que se creía que la Tierra era el centro del universo, usó sus propias observaciones para sugerir que en realidad era el Sol alrededor del cual girábamos. Si bien esto lo metería en problemas con la Iglesia Católica, estas ideas, junto con innumerables inventos y escritos académicos, consolidarían su legado más adelante.
La vida de Galileo Galilei estuvo repleta de momentos interesantes: desde su educación temprana hasta su uso del telescopio y sus desafortunados castigos por parte de la Inquisición. Aquí hay seis datos sobre el gran científico.
1. Nunca terminó la universidad
Aunque Galileo es uno de los grandes pensadores de su generación, y su trabajo sigue siendo relevante, en realidad nunca terminó la universidad. Primero consideró convertirse en sacerdote, pero se matriculó en la Universidad de Pisa para estudiar medicina a instancias de su padre. Mientras estuvo allí, quedó fascinado por las matemáticas y lo convenció para que le permitiera estudiar matemáticas y filosofía natural. Sin embargo, dejó la escuela en 1585 sin haberse graduado.
Solicitó convertirse en catedrático de matemáticas en la Universidad de Pisa y se le otorgó el puesto en 1589
A pesar de su condición de desertor, sus publicaciones e inventos le ganaron una reputación estelar. De hecho, solicitó convertirse en catedrático de matemáticas en la Universidad de Pisa y se le otorgó el puesto en 1589. Permanecería allí durante tres años, hasta que su controvertida postura contra las filosofías de Aristóteles sobre el movimiento hizo que no se renovara su contrato.

Sin embargo, eso no lo detuvo. Simplemente, siguió adelante y se convirtió en catedrático de matemáticas en la Universidad de Padua, cargo que ocupó hasta 1610.
2. Desafió los pensamientos populares sobre astronomía y física
Durante la época de Galileo Galilei, las filosofías reinantes en física y astronomía se basaban en el trabajo de los filósofos griegos. El trabajo de Aristóteles fue ampliamente aceptado por los académicos, pero él se atrevió a desafiar esas nociones. Por ejemplo, Aristóteles enseñó que los objetos más pesados caían más rápido que los más ligeros en proporción a su peso. Galileo desacreditó esa noción, al dejar caer bolas desde la Torre Inclinada de Pisa. Argumentó que, salvo cualquier fuerza de resistencia, el tiempo de descenso de un objeto es independiente de su masa. Si bien no fue el primero en argumentar esta noción, la reputación de Galileo significó que su negación de la teoría de Aristóteles dio más peso a la idea de que estaba equivocada.
Al realizar mejoras en el telescopio, pudo hacer increíbles observaciones del cielo nocturno. Esto incluía ver a Venus
Pero esta no fue la única vez que socavó las enseñanzas del filósofo griego, que también eran populares entre la Iglesia Católica. Al realizar mejoras en el telescopio, pudo hacer increíbles observaciones del cielo nocturno. Esto incluía ver a Venus. De hecho, Galileo observó que el planeta pasaba por fases similares a las de la Luna. Así, concluyó, Venus debe girar alrededor del Sol. En un momento en que se pensaba que la Tierra era el centro del universo, esto era un problema. Aunque esa observación puede no parecernos gran cosa hoy en día, iba en contra de la idea de Aristóteles de que los cielos eran perfectos y permanecían sin cambios y que la Tierra era corrupta. Esa idea fue muy acogida por la Iglesia Católica, que no estaba muy contenta con la obra de Galileo.

3. Galileo hizo observaciones históricas sobre la Luna
Como se mencionó, Galileo hizo grandes mejoras al telescopio, que se había inventado en los Países Bajos a principios del siglo XVII. Si bien muchas personas piensan incorrectamente que Galileo inventó el telescopio, en realidad fue el primero en usarlo para observar cuerpos celestes. Pudo hacerlo porque, a través de prueba y error, finalmente creó uno en 1609.
Galileo vio los cráteres de la Luna y creó mapas topográficos, estimando las alturas de las montañas
Usó el telescopio para discernir muchos cuerpos celestes, incluida la Luna. Hasta este punto, se aceptaba como cierta la opinión de Aristóteles de que ésta era perfectamente lisa. Pero, Galileo vio los cráteres de la Luna y creó mapas topográficos, estimando las alturas de las montañas. Galileo también dibujó las fases del satélite. Nuevamente, estas observaciones concretas causaron conflicto con las creencias aceptadas en el siglo XVII.
4. Descubrió las lunas de Júpiter
Después de su trabajo inicial en la Luna, Galileo Galilei usó su telescopio para hacer muchos otros descubrimientos. Observó tanto a Saturno como a Neptuno, vio manchas solares y encontró muchas estrellas nuevas que uno no podía ver a simple vista.

Uno de sus mayores descubrimientos ocurrió en 1610, cuando vio lo que describió como “tres estrellas fijas, totalmente invisibles por su pequeñez” junto a Júpiter. Mientras continuaba observándolas en los días siguientes, vio un cuarto objeto y notó que uno había desaparecido. Esto rápidamente le hizo concluir que estaban orbitando el planeta.
Lo que había descubierto eran las cuatro lunas más grandes de Júpiter. Ahora conocidas como las lunas galileanas, se llaman Io, Ganímedes, Europa y Calisto
Lo que había descubierto eran las cuatro lunas más grandes de Júpiter. Ahora conocidas como las lunas galileanas, se llaman Io, Ganímedes, Europa y Calisto. El descubrimiento revolucionó la astronomía de la época porque, una vez más, señalaba defectos en la cosmología aristotélica. Según las enseñanzas de Aristóteles, los planetas no deberían tener sus propios cuerpos en órbita, sino orbitar alrededor de la Tierra. Una vez más, el trabajo de Galileo señaló grandes problemas con la filosofía aceptada hasta el momento.
5. Galileo fue juzgado por la inquisición
Si bien el trabajo de Galileo Galilei le ha valido un legado duradero como uno de los grandes pensadores de la historia, no todos en su época admiraron su trabajo. La ciencia y la religión estaban profundamente entrelazadas entonces y su labor, desacreditando las teorías de Aristóteles, lo hizo profundamente impopular entre algunos colegas académicos y, definitivamente, entre la Iglesia Católica.
Sus continuas observaciones, que demostraron que el sistema de Copérnico, donde el Sol, no la Tierra, es el centro del universo, era correcto, provocaron gran escándalo.
La base de la Iglesia Católica para insistir en que la Tierra era el centro del universo estaba ligada a pasajes bíblicos que afirmaban que estaba fija. Galileo argumentó en cartas a su alumno que la Biblia debería ser la autoridad en la fe, pero que la ciencia debería gobernar el día en lo que respecta a la astronomía.

Finalmente, su trabajo tuvo consecuencias cuando el padre Niccolò Lorini presentó sus creencias a la Inquisición en 1615. Su afirmación fue que Galileo estaba intentando reinterpretar la Biblia y que esto iba en contra del Concilio de Trento. El genio fue a defenderse, mientras que el otro bando miraba las teorías científicas contra el heliocentrismo como evidencia de que estaba equivocado.
La comisión declaró que el heliocentrismo era “tonto y absurdo en filosofía, y formalmente herético”
Al final, la comisión declaró que el heliocentrismo era “tonto y absurdo en filosofía, y formalmente herético”. Se le dijo que abandonara cualquier idea que pusiera al Sol en el centro del universo, lo que hizo durante la siguiente década.
Curiosamente, su caída se produjo después de que su amigo de confianza, el cardenal Maffeo Barberini, se convirtiera en el Papa Urbano VIII en 1623. Le pidió a Galileo que escribiera un libro con argumentos a favor y en contra del heliocentrismo. El libro, “Diálogo sobre los dos principales sistemas mundiales”, se publicó entonces con la autorización del Papa y la Inquisición, pero de todos modos causó problemas.
El personaje del libro que defiende el sistema aristotélico se llama Simplico, que se traduce como “simplón”, y muchas veces suena tonto. Esto enfureció mucho a la iglesia, que llevó a Galileo frente a la Inquisición, nuevamente, en 1633.
Esta vez, no terminó bien. Si bien se había salido con la suya con una advertencia la primera vez, ésta fue encontrado "vehementemente sospechoso de herejía". Fue puesto bajo arresto domiciliario y permaneció allí por el resto de su vida.
Su libro fue prohibido formalmente, aunque siguió recibiendo visitas en su casa e incluso produjo una de sus mejores obras.
6. Albert Einstein era un admirador
Por supuesto, ahora sabemos cuán injusto fue el castigo de Galileo y con el cambio de los tiempos, la comunidad científica ha reconocido la importancia de su trabajo. De hecho, un genio moderno, Albert Einstein, reconoció la importancia de éste. Einstein lo llamó el “padre de la física moderna”.

El trabajo inicial que realizó Galileo Galilei con péndulos fue el precursor de la mecánica desarrollada más tarde por Sir Isaac Newton. E incluso proporcionó un principio básico de la relatividad, que serviría de base para las leyes del movimiento de Newton y, más tarde, para la propia teoría de la relatividad de Einstein.
"Él es el padre de la física moderna, de hecho, de la ciencia moderna en general”
La cita completa de Einstein sobre Galileo y su importancia para la ciencia dice: “Todo conocimiento de la realidad parte de la experiencia y termina en ella. Las proposiciones a las que se llega por medios puramente lógicos están completamente vacías con respecto a la realidad. Debido a que Galileo vio esto, y particularmente porque lo introdujo en el mundo científico, él es el padre de la física moderna, de hecho, de la ciencia moderna en general”.
Fuente: My Modern Met.