El microondas se inventó al final de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, tomó un tiempo darse cuenta de su valía. Al principio estos aparatos eran demasiado grandes y caros, y la gente no confiaba en ellos por la radiación que utilizaban. Finalmente, la tecnología mejoró y los temores se desvanecieron.
Hoy, están presentes en la mayoría de las cocinas. Y todo se debe a un feliz accidente con un poco de chocolate derretido.
invención accidental
Percy LeBaron Spencer era un ingeniero autodidacta que nunca había terminado la escuela primaria. Mientras estuvo en la compañía Raytheon Corp, trabajó en magnetrones, tubos de vacío que producen radiación de microondas y se usan en sistemas de radar. En 1941, ideó una forma más eficiente de fabricarlos. Su innovación permitió que la producción aumentara de 17 por día a más de 2.600.
Puso un huevo cerca del magnetrón y observó cómo empezaba a temblar y luego a explotar. Spencer se dio cuenta de que los alimentos habían estado expuestos a energía de microondas de baja densidad
Spencer estaba probando un magnetrón cuando notó que la barra de chocolate que tenía en el bolsillo se había derretido, según relata la firma Raytheon. Intrigado, probó otros alimentos, incluidos los granos de palomitas de maíz, y notó que todos explotaban. Puso un huevo cerca del magnetrón y observó cómo empezaba a temblar y luego a explotar. Spencer se dio cuenta de que los alimentos habían estado expuestos a energía de microondas de baja densidad.

Luego construyó una caja de metal y la alimentó con energía de microondas. La energía entró, pero no pudo escapar: las microondas no atraviesan el metal. Spencer descubrió que estos aparatos podían cocinar los alimentos más rápido que los hornos convencionales que usaban calor. Presentó una solicitud de patente en 1945.
Inicio comercial del microondas
El primer horno de microondas comercial se probó en un restaurante de Boston en 1947. Más tarde, ese mismo año, Raytheon presentó el Radarange 1161. Medía 1,7 metros de altura y pesaba 340 kilogramos y costó 5.000 dólares.. Tenía que estar conectado a una línea de agua, porque el magnetrón se enfriaba así.
El público tardó algunos años en superar su reticencia inicial, pero a medida que la tecnología mejoró, los hornos de microondas crecieron en popularidad
El público tardó algunos años en superar su reticencia inicial, pero a medida que la tecnología mejoró, los hornos de microondas crecieron en popularidad, particularmente en la industria alimentaria. Los restaurantes podrían guardar las recetas cocinadas en el refrigerador y calentarlas para reducir el desperdicio. Otros establecimientos de la industria alimentaria utilizaban microondas para tostar granos de café y cacahuetes, descongelar y precocinar carne e incluso desbullar ostras.
Otras industrias también encontraron usos para el calentamiento por microondas. Y es que también se usan para secar corcho, cerámica, papel, cuero, tabaco, textiles, lápices, flores, libros mojados y cabezas de cerilla.

Tappan, un fabricante de electrodomésticos, introdujo los primeros hornos de microondas para uso doméstico en 1955, pero debido a su gran tamaño (tan grande como una estufa) y su alto costo (1295 dólares), se vendieron pocos. Raytheon adquirió Amana Refrigeration en 1965, y dos años más tarde, se introdujo Amana Radarange, que podía caber en la encimera de una cocina. Costó poco menos de 500 dólares.
En 1975, solo el 4 por ciento de los hogares estadounidenses tenía un horno de microondas; en 1976, el número saltó al 14 por ciento
Poco después, los microondas se hicieron más populares incluso que los lavavajillas en Estados Unidos, debido a la disminución de tamaños y costos. En 1975, solo el 4 por ciento de los hogares estadounidenses tenía un horno de microondas; en 1976, el número saltó al 14 por ciento. Hoy, aproximadamente el 90 por ciento de los hogares en los Estados Unidos tiene microondas, según la Oficina de Estadísticas Laborales.
Seguridad del microondas
Desde su desarrollo inicial, estos aparatos han tenido una mala reputación, debido al uso de radiación de microondas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son seguros cuando se usan correctamente y se mantienen en buenas condiciones. Si bien cantidades masivas de radiación de microondas pueden ser dañinas, éstos están diseñados para mantener la radiación dentro del horno y presente solo cuando éste está encendido y la puerta está cerrada. Una cantidad mínima que pueda filtrarse, principalmente a través de la puerta de vidrio, está muy por debajo de los estándares internacionales.

Según la OMS, varios países y comités de estándares internacionales han establecido un límite de emisión del producto de 50 vatios por metro cuadrado en cualquier punto a cinco centímetros de distancia de las superficies externas del horno. En la práctica, las emisiones de microondas están sustancialmente por debajo de este límite.
La principal preocupación para la salud cuando se trata de usarlos es que, en general, calientan de manera desigual y pueden causar que partes de los alimentos estén poco cocidas o extremadamente calientes
La principal preocupación para la salud cuando se trata de usarlos es que, en general, calientan de manera desigual y pueden causar que partes de los alimentos estén poco cocidas o extremadamente calientes, por lo que se necesita precaución, así como algunos minutos adicionales, para que el calor se iguale dentro de la comida. La lesión principal que resulta del uso de un horno de microondas es una quemadura.
Fuente: Livescience.