Según un grupo de investigadores, todo es cuestión de energía, pero no de usarla, sino de ahorrarla. Así lo han detallado en la revista Journal of Fluid Mechanics, de la Universidad de Cambridge. Al nadar en una línea recta detrás de su madre, los patos bebés utilizan las olas que el cuerpo materno genera para impulsarse.
Mediciones anteriores del metabolismo de los patitos mostraron que los jóvenes ahorraban energía cuando nadaban detrás de un líder, pero no se conocía la física detrás de ese ahorro. Usando simulaciones por computadora de olas de aves acuáticas, el arquitecto naval Zhiming Yuan de la Universidad de Strathclyde en Glasgow, Escocia, y sus colegas calcularon que un patito que navega en el lugar correcto detrás de su madre recibe ayuda de ésta.
Según calcularon los investigadores, situados detrás de la madre, los patitos experimentan un 158% menos de arrastre de olas que cuando nadan solos
“Cuando un patito nada solo, levanta olas a su paso, y debe gastar energía contra ellas para ir en la dirección que quieren y no ser arrastrados. Esa onda de arrastre resiste el movimiento del patito. En cambio, según calcularon los investigadores, situados detrás de la madre, los patitos experimentan un 158% menos de arrastre de olas que cuando nadan solos, lo que se traduce en un gran empujón materno que no solo reduce toda la fuerza que tendrían que emplear los pequeños, sino que les ofrece suficiente para ir, prácticamente conducidos por ella.

Como buenos hermanos, los patitos comparten las olas. Cada patito en la línea le pasa las olas a los que están detrás, por lo que todas las crías obtienen su impulso.
Los autores del estudio creen también que el nadar en fila también moldea los instintos primarios, pues los animales tienden a seguir de manera instintiva a cualquier objeto en movimiento cuando pasan un periodo en tierra
Para cosechar estos beneficios, los jóvenes patitos necesitan estar pendientes de su madre. Si se caen fuera de posición, la natación se vuelve más difícil. Ese es un castigo justo para los patitos que se aturden.
Los autores del estudio creen también que el nadar en fila también moldea los instintos primarios, pues los animales tienden a seguir de manera instintiva a cualquier objeto en movimiento cuando pasan un periodo en tierra: sea su madre o no, incluso si ni siquiera es un pato.

Asimismo, sindica que existe la posibilidad de aplicar el nado de los patitos en algo más allá que un paseo con mamá: la elaboración de buques.
En este sentido, en el estudio, sus autores concluyen que, quizás, esas causas físicas, por las que les resulta tan ventajoso nadar en fila, se podrían aplicar a la construcción de navíos de carga, capaces de transportar cargas mayores, sin necesidad de gastar más combustible.
Fuente: ScienceNews.