Charles Darwin suele ser recordado como el hombre que sacudió a la ciencia y sociedad (y a la religión, filosofía, artes...) con su teoría de la evolución por selección natural.
El origen de esta revolucionaria idea fueron sus casi 5 años de travesía por el mundo, descritos en el libro "El viaje del Beagle", publicado hace 180 años. En este trayecto por países como Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay, el científico inglés recolectó fósiles de Megatherium o perezoso gigante.
Los fósiles confirmaron que, a pesar de pesar hasta cuatro toneladas, estos animales extintos estaban relacionados con los perezosos modernos
Estos fósiles son dos mitades del mismo cráneo, una parte se encuentra en el Museo del Royal College of Surgeons of England y la otra en Down House (atendida por English Heritage). Los fósiles confirmaron que, a pesar de pesar hasta cuatro toneladas, estos animales extintos estaban relacionados con los perezosos modernos.

¿Cómo era realmente el perezoso gigante?
El Museo de Ciencia Natural afirma que Megatherium americanum es el nombre científico de una especie extinta de perezoso terrestre gigante. El nombre significa "gran bestia de América" y se cree que vivió en este continente durante la Edad de Hielo.
Descubiertos en 1787 por Manuel Torres en Argentina, los primeros fósiles fueron enviados al Museo Nacional de Ciencias Naturales, en Madrid, donde aún se exhibe el esqueleto original.
Los perezosos actuales son mamíferos relativamente pequeños. Miden menos de un metro de largo, pesan en promedio alrededor de cinco kilos y pasan la mayor parte del tiempo suspendidos de las ramas de los árboles. Actualmente, están en peligro de extinción en América del Sur y Central.

Destacan por sus bajos niveles de energía y sus movimientos lentos y deliberados (de ahí su nombre). Son parte de un grupo más grande conocido como Xenarthra, que incluye a sus parientes lejanos, los armadillos y osos hormigueros.
En contraste con la actualidad, la mayoría de los perezosos extintos vivían en el suelo y algunos eran mucho más grandes que los perezosos arbóreos modernos, podían llegar a tener hasta diez veces el tamaño de éstos y alcanzaban un peso de hasta cuatro toneladas.
Qué dicen los fósiles hallados
Del perezoso gigante se han encontrado fósiles en Argentina, Uruguay y Bolivia en depósitos que datan del Pleistoceno medio (hace unos 400.000 años) hasta el comienzo del Holoceno (hace unos 8.000 años).
Sabemos que se superpusieron con los humanos en el tiempo, ya que se han hallado fósiles de Megatherium con marcas de corte, lo que sugiere que formaban parte de la alimentación de estos hace miles de años.
Caminaba a dos patas, lo que le convertía en el mamífero bípedo más grande de todos los tiempos
En cuanto a su dieta, a pesar de sus grandes garras, un análisis químico de sus dientes confirmó que este animal era vegetariano. Por otro lado, caminaba a dos patas, lo que le convertía en el mamífero bípedo más grande de todos los tiempos.

En Argentina, se han encontrado huellas atribuidas a él que datan de alrededor de 14.000 años, a solo 40 kilómetros del lugar donde el joven Charles Darwin recogió los restos de este animal entre 1832 y 1833.
Paleontología presidencial
Livescience relata que una especie de perezoso terrestre lleva el nombre de Thomas Jefferson. El que entonces se iba a convertir en el tercer presidente de EEUU tenía un interés bien conocido por los fósiles y un amigo le había enviado algunos huesos que se habían encontrado en una cueva en Virginia Occidental.
A Jefferson se le atribuyó el descubrimiento del perezoso extinto, que se llamó Megalonyx jeffersonii
Jefferson primero pensó que los huesos pertenecían a un gran león y lo llamó la "Gran Garra" o Megalonyx, según la Enciclopedia Thomas Jefferson. En 1797, mientras preparaba un artículo sobre el hallazgo para la Sociedad Filosófica Estadounidense, vio un grabado de un esqueleto de perezoso y se dio cuenta de que su fósil era similar y que su clasificación era incorrecta.

Más tarde, a Jefferson se le atribuyó el descubrimiento del perezoso extinto, que se llamó Megalonyx jeffersonii.
Los perezosos terrestres gigantes evolucionaron en América del Sur hace unos 35 millones de años. Hace unos 8 millones de años, emigraron a América del Norte, según el Museo de Historia Natural de San Diego.