Las salamandras son anfibios que se parecen más o menos a los lagartos con sus cuerpos delgados, patas cortas y colas largas. Hay, al menos, 656 especies de salamandras, con 475 casi amenazadas o peor, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Todas son carnívoras y predominantemente nocturnas, la mayoría muy pequeñas. Más allá de eso, son muy diversas. Ni siquiera comparten el mismo aparato respiratorio, ya que algunas tienen branquias, algunas absorben oxígeno a través de la piel y otras respiran por los pulmones. Repasamos ocho curiosidades sobre las salamandras, unos animales que incluso pueden regenerar sus extremidades y partes de sus pulmones y cerebro.
1. Las primeras especies de salamandras vivieron antes que los dinosaurios
Triassurus sixtelae vivió hace 230 millones de años durante el período Triásico. Un fósil de una de estas salamandras de tallo de la era Triásica, descubierto en Kirguistán en 2020, es el ejemplar más antiguo jamás encontrado.
Muestra el desarrollo temprano de estos animales y brinda antecedentes sobre la divergencia entre las salamandras y otros anfibios modernos, como las ranas. Antes del descubrimiento de 2020, los primeros fósiles que datan del período Jurásico se encontraron en China.
2. El ajolote conserva características juveniles
A diferencia de la mayoría de las otras especies de salamandras, el ajolote único y en peligro crítico es pedomórfico, lo que significa que mantiene sus características juveniles hasta la edad adulta. Estas salamandras neoténicas no sufren una metamorfosis completa; en cambio, conservan sus colas con aletas y las estructuras branquiales plumosas a los lados de la cabeza.
Mientras que otras especies crecen de larvas acuáticas a adultos terrestres, el ajolote pasa toda su vida bajo el agua.
3. Algunas especies tienen más de metro y medio
Aunque la mayoría de las salamandras son de tamaño pequeño, hay varias especies gigantes que se consideran los anfibios más grandes del mundo. Se sabe que la salamandra gigante japonesa casi amenazada crece hasta el metro y medio de largo, por ejemplo, mientras que la salamandra gigante china aún más grande, endémica de los arroyos y lagos de las montañas rocosas en la cuenca del río Yangtze, puede crecer hasta casi los dos metros. Se cree que hay cinco especies distintas de salamandras gigantes, aunque algunas ya podrían estar extintas. 10
4. Las sirenas tienen branquias y pulmones, pero no patas traseras
Hay un suborden de salamandras llamadas sirenas. Pero no atraen con sus canciones, aunque dos especies pueden producir vocalizaciones. Tienen cuerpos parecidos a anguilas con pequeñas patas delanteras vestigiales y sin patas traseras. Y también, a diferencia de la mayoría de las otras salamandras, tienen branquias externas incluso en la edad adulta. Todas las sirenas se encuentran en los Estados Unidos. Si bien son especies de menor preocupación, están amenazadas localmente en algunas áreas.
5. Hibernan en climas fríos
En áreas con clima frío, hibernan enterrándose profundamente en la hojarasca o hundiéndose en el lodo del fondo de los arroyos y ríos. La increíble salamandra siberiana tiene una habilidad aún más increíble para sobrevivir al clima frío. Puede tolerar -58 grados Fahrenheit durante tres días y períodos más largos a temperaturas de alrededor de -31 grados.
En períodos secos o en sequías, las salamandras excavan bajo tierra y entran en letargo para conservar la humedad
En períodos secos o en sequías, las salamandras excavan bajo tierra y entran en letargo para conservar la humedad. Esto no siempre funciona, y se enfrentan a la presión de la extinción, debido al aumento de las sequías provocadas por el cambio climático.
6. Pueden regenerar miembros y órganos
Estos animales pueden regenerar sus extremidades y, a diferencia de los mamíferos, no cicatrizan. Esta capacidad depende de la edad y la especie.
No solo pueden regenerar extremidades, sino que también pueden reemplazar partes dañadas de su corazón, pulmones y cerebro
Una salamandra terrestre más vieja puede tardar más de un año en regenerar una extremidad. Un ajolote joven puede regenerar la misma extremidad en tan solo 40 días. Además, no solo pueden regenerar extremidades, sino que también pueden reemplazar partes dañadas de su corazón, pulmones y cerebro.
7. No tienen cuerdas vocales
Las salamandras no tienen cuerdas vocales. En cambio, chillan, hacen clic o hacen ruidos parecidos a los de un beso, al chasquear la mandíbula o dejar escapar exhalaciones agudas cuando se sienten amenazados. En su mayoría, se comunican a través del tacto y señales químicas. Algunas investigaciones sugieren que pueden comunicarse con clics de alta frecuencia, aunque no parecen tener las estructuras auditivas necesarias para detectar esos sonidos.
8. Son especies clave
Las salamandras protegen la salud de un ecosistema y son un barómetro del hábitat. Como especie clave, a menudo son los depredadores más numerosos. Comen mosquitos, insectos y otras plagas, incluidas las musarañas. También sirven como alimento para especies depredadoras más grandes. Construyen madrigueras, aireando el suelo para las plantas, y éstas sirven como hogar para otras especies.
Las poblaciones de este anfibio reflejan la salud de los ecosistemas y sirven como un sistema de alerta temprana cuando disminuyen
Las poblaciones de este anfibio reflejan la salud de los ecosistemas y sirven como un sistema de alerta temprana cuando disminuyen, debido a contaminantes, como los PCB y los metales pesados. Al reaccionar temprano a éstos, los investigadores son conscientes de los problemas antes de que se filtren a especies más grandes de plantas y animales, incluidos los humanos.
Fuente: The TreeHugger.