Oxfam Intermón asegura que, aunque el impacto de la pandemia en España y otros países europeos ha sido devastador, los países más pobres del mundo han sido los más afectados, con mujeres y niños y niñas sufriendo sus efectos de manera desproporcionada.
La falta de pruebas diagnósticas y de informes implica que un número elevado de muertes por Covid-19 no se sean notificadas, especialmente en los países más pobres, indica la ONG, para añadir que “el modelo que mide el exceso de mortalidad estima que 19,6 millones de personas han muerto a causa de la Covid-19, más de tres veces el número oficial de muertes”.
Las muertes en los países de ingresos bajos y medios-bajos son un 31 por ciento más altas que las de los estados de ingresos altos
A partir de este análisis, Oxfam Intermón considera que, por cada muerte en un país de ingresos altos, otras cuatro personas han muerto en uno de bajos o medios-bajos. En términos per cápita, las muertes en los países de ingresos bajos y medios-bajos son un 31 por ciento más altas que las de los estados de ingresos altos.
Oxfam Intermón también manifiesta que se han producido tres millones de muertes por Covid-19 en los tres meses siguientes a la aparición de la variante ómicron. Esta cifra, afirma la ONG, “desactiva la idea de que la pandemia está llegando a su fin por ser ómicron más leve, ya que esta variante, que es más contagiosa, hace estragos en las poblaciones no vacunadas”. Según algunas estimaciones, más de la mitad de la Humanidad se habrá infectado de Covid-19 a finales de marzo de 2022. Aunque la mayoría de los casos serán leves, la gran cantidad de casos hará que el número de muertes siga siendo alto.
El informe de Oxfam Intermón también destaca que cada minuto, cuatro niños o niñas pierden a un padre, madre o cuidador a causa de la Covid-19. Solo en India, más de dos millones de niños y niñas se han quedado sin progenitores.

Asimismo, indica que el porcentaje de mujeres que han perdido sus trabajos a causa de la pandemia supera en 1,4 veces al de los hombres. Y apunta que el 99 por ciento de la Humanidad está peor, debido a la Covid-19, 160 millones de personas han sido abocadas a la pobreza y 137 millones han perdido sus trabajos.
Cada 26 horas hay un nuevo millonario
Por otro lado, la ONG denuncia que no todos han salido perdiendo debido a la pandemia: cada 26 horas hay un nuevo multimillonario. De entre ellos, 40 deben su fortuna a la Covid-19, ya que han obtenido beneficios de miles de millones gracias a las vacunas, tratamientos, pruebas y equipos de protección individual (EPI).
Los 10 hombres más ricos del mundo han visto duplicarse sus fortunas, que han aumentado a un ritmo de 1.300 millones de dólares estadounidenses por día
En este sentido, sostiene que, durante la pandemia, los 10 hombres más ricos del mundo han visto duplicarse sus fortunas, que han aumentado a un ritmo de 1.300 millones de dólares estadounidenses por día, o 15.000 dólares por segundo.
“Después de dos años, todas queremos que la pandemia termine, pero la clase política de los países ricos se está aprovechando del cansancio general, para ignorar el impacto devastador de la Covid-19, que continúa a día de hoy”, señala Ignacio Martínez, responsable de Cooperación Internacional de Oxfam Intermón.
“Si bien la gran efectividad de las vacunas brindó esperanza, los países ricos malograron el despliegue mundial de éstas, debido a su nacionalismo, codicia y propio interés. La sugerencia de que estamos entrando en una 'era post-Covid' ignora la persistencia de las muertes, principalmente en países de bajos ingresos, que podrían evitarse con las vacunas”, agrega Martínez.
Acceso universal a las vacunas
Oxfam Intermón forma parte de la Alianza People's Vaccine, una coalición mundial de casi 100 organizaciones que reclama el acceso universal de las vacunas contra la Covid-19, mediante el apoyo a una exención de las normas de propiedad intelectual sobre éstas y los tratamientos contra el virus, y haciendo que las empresas farmacéuticas compartan su tecnología y conocimientos con productores cualificados de los países empobrecidos, para que puedan fabricar sus propias dosis.

“Los países ricos y las corporaciones han utilizado la respuesta global a la Covid-19 para su propio beneficio, dejando que el sur global se lleve la peor parte de esta pandemia. Mientras miles de millones de personas aún no han tenido acceso a las vacunas, otras tienen la desfachatez de afirmar que la pandemia ha terminado, lo que es completamente falso. Las terceras y cuartas dosis de los países ricos no contrarrestan el número creciente de muertes de los países de ingresos más bajos” asevera, Maaza Seyoum, coordinadora del Sur Global de la Alianza People's Vaccine.
"Los países del sur global pueden y deben fabricar vacunas y tratamientos por sí mismos, así como mantener el control de sus propios suministros”
“El enfoque caritativo de la vacunación global ha fracasado. Los países del sur global pueden y deben fabricar vacunas y tratamientos por sí mismos, así como mantener el control de sus propios suministros”, continúa la coordinadora de la Alianza.
Por su parte, Gregg Gonsalves, profesor asociado de Epidemiología de la Universidad de Yale ha señala que “si bien ómicron suele provocar una enfermedad más leve para muchas personas, la mayor transmisibilidad de la variante supone que puede causar una ola mortal en muchos países, especialmente entre los no vacunados. Puede que ya nos hayamos cansado del coronavirus, pero éste aún no se ha cansado de nosotros”.
“Tiene que haber una mejor manera de salir del sufrimiento de los últimos dos años, una forma en la que todas las personas tengan acceso a las vacunas y nadie sea prescindible. Las decisiones sobre la salud pública deberían basarse en evidencias contundentes, no en agendas políticas. La narrativa 'post-Covid', procedente de los países ricos, solo empeorará la autocomplacencia que ha caracterizado la lucha global contra la Covid-19. Es totalmente comprensible que el sur global quiera tomar las riendas de la situación y los países ricos deberían permitírselo”, concluye Gonsalvez.
Fuente: Oxfam Intermon.