Los Andes de Ecuador están habitados por un conjunto de serpientes perteneciente al género Atractus. Este grupo de culebras terrestres es el más rico en especies del mundo (actualmente hay 150 conocidas en todo el planeta), pero pocos han visto una o incluso oído hablar de su existencia. Probablemente, porque son tímidas y permanecen ocultas durante la mayor parte de sus vidas.
Alejandro Arteaga, investigador de la Fundación Khamai, lidera un equipo que ha descubierto tres nuevas serpientes criptozoicas -que viven bajo tierra- escondidas debajo de cementerios e iglesias en pueblos remotos de Los Andes. El estudio se ha publicado en la revista ZooKeys.
“Este hallazgo es solo el primer paso hacia un proyecto de conservación mucho más grande. Ya hemos iniciado el proceso para establecer una reserva natural para proteger a las culebras de tierra”
“Este hallazgo es solo el primer paso hacia un proyecto de conservación mucho más grande. Ahora, gracias al estímulo de Sociedad Zoológica para la Conservación de Especies y Poblaciones (ZGAP), hemos iniciado el proceso de establecimiento de una reserva natural para proteger a las culebras de tierra. Esta acción no hubiera sido posible sin antes develar la existencia de estos reptiles únicos y crípticos, incluso si eso significaba perturbar momentáneamente la paz de los muertos en el cementerio donde vivían”, dice Arteaga.

Las nuevas serpientes se hallaron de manera fortuita en las criptas y son pequeñas, cilíndricas y de aspecto bastante arcaico. Diego Piñán, maestro del pueblo donde se encontró uno de estos nuevos reptiles, asegura: “Cuando llegué por primera vez a El Chaco en 2013, veía muchas serpientes muertas en el camino; otras fueron golpeadas con machetes o con piedras. Ahora, después de años de hablar sobre la importancia de las serpientes, tanto los niños como sus padres, aunque todavía desconfíen, las aprecian y las protegen”.
Un hábitat destruido para estos reptiles
Otro de los aspectos descritos en el estudio de Arteaga es el hecho de que la mayor parte del hábitat nativo de las nuevas serpientes ha sido destruido. Debido a la retirada de la línea forestal, éstas se ven en la necesidad de refugiarse en espacios utilizados por humanos (tanto vivos como muertos), donde, generalmente, mueren.
Las tres especies fueron nombradas en honor a instituciones o personas que apoyan la exploración y conservación de bosques nubosos remotos en los trópicos
En este caso particular, dos de las nuevas serpientes se enfrentan a un alto riesgo de extinción en un futuro cercano. Las tres especies fueron nombradas en honor a instituciones o personas que apoyan la exploración y conservación de bosques nubosos remotos en los trópicos.

La serpiente Atractus discovery se encontró escondida bajo tierra en un pequeño cementerio en un remoto pueblo, mientras que las otras dos se hallaron en una antigua iglesia y en una pequeña escuela.
Atractus fue nombrada en honor a la iniciativa de subvenciones para expediciones de descubrimiento del Explorers Club, un programa que apoya a investigadores y exploradores de todo el mundo, en su búsqueda para mitigar el cambio climático, prevenir la extinción de especies y culturas y garantizar la salud de la Tierra y sus habitantes.

Por su parte, Atractus zgap lleva este nombre por ZGAP, un programa de conservación de especies desconocidas, pero altamente amenazadas. Por último, Atractus michaelsabini se denomina así en honor a un joven amante de la naturaleza, Michael Sabin, nieto del filántropo y conservacionista estadounidense Andrew “Andy” Sabin.
“Ningún estudio está realmente completo si no incluye el nombre de la especie y la mayoría de las que comparten el planeta con nosotros no se describen”
“Nombrar especies es el centro de la biología. Ningún estudio está realmente completo si no incluye el nombre de la especie y la mayoría de las que comparten el planeta con nosotros no se describen”, concluye Juan M. Guayasamin, coautor del estudio y profesor de la Universidad San Francisco de Quito (Ecuador).
Fuente: Sinc.