El murciélago, un mamífero de lo más seductor

Los machos de muchas especies del reino animal exhiben llamativas y vistosas características para que las hembras se fijen en ellos a la hora del apareamiento. En el caso de los flamencos mueven el cuello para atraer a la hembra, el pez pescador la muerde, el hipopótamo se sube a una montaña de estiércol, mientras que el pavo real hace alarde de su colorido y exuberante plumaje. Pero, ¿Qué ocurre con los murciélagos? ¿Qué hacen esos mamíferos para atraer a las hembras y reproducirse?

Vicente Alcaíde

El murciélago es un mamífero que tiene curiosas formas de cortejo. Foto: IStock.
El murciélago es un mamífero que tiene curiosas formas de cortejo. Foto: IStock.

El murciélago es un mamífero que usa las más diversas estrategias para poder aparearse. Su reproducción es muy compleja y diferente en cada especie e incluso pueden variar dentro de una misma, según las condiciones medioambientales, el tamaño de las colonias y los recursos disponibles. Sus diferentes formas de cortejo se encuentran entre los rituales más curiosos del planeta.

En los machos solitarios, comienza con la defensa del territorio. Se trata de una serie de vuelos que indican a otros que dicho territorio y las hembras que anidan en él ya están ocupados. Suele acompañarse de la emisión de una serie de ultrasonidos característicos que se conocen como “llamadas de territorio”.

El murciélago es un mamífero que tiene un sistema de apareamiento de carácter territorial, que se denomina lek.
El murciélago es un mamífero que tiene un sistema de apareamiento de carácter territorial, que se denomina lek. Foto: IStock.

Además, en algunas especies, se ha documentado cómo los machos se golpean con las alas, se muerden y se agarran, llegando a caer al suelo. Otras dos especies, como las que vamos a tratar aquí, recurren a otras estrategias, como una máscara o al olor que desprenden para atraer a las hembras.

Centurio Senex, el enmascarado seductor

De esta manera, una investigación de biólogos costarricenses realizada al enigmático murciélago de la especie Centurio Senex (murciélago cara arrugada) descubrió que éste cubre su cara para cortejar y poder aparearse. El enmascarado seductor, repulsivo a la vista por su rostro arrugado, usa la piel de sus dedos pulgares para cubrir y descubrir su barbilla y boca durante la cópula. El fenómeno le permite seducir a la hembra para el cortejo y apareamiento.

El enmascarado seductor, repulsivo a la vista por su rostro arrugado, usa la piel de sus dedos pulgares para cubrir y descubrir su barbilla y boca durante la cópula

El macho del Centurio senex, una especie poco conocida de murciélago y más pequeño que la mano de una persona adulta, se cuelga durante horas e inicia este ritual, en el que incluye sonidos para llamar la atención y movimientos de sus alas. Todo para atraer a su futura pareja.

Los machos del murciélago de cara arrugada (Centurio senex) muestran un pliegue de piel peludo que se puede levantar para cubrir la mitad inferior de la cara como una máscara.
Los machos del murciélago de cara arrugada (Centurio senex) muestran un pliegue de piel peludo que se puede levantar para cubrir la mitad inferior de la cara como una máscara. Foto: Sinc.

En el momento en que la hembra de este mamífero se cuelga con él y hay apareamiento, el macho levanta la “máscara” en plan de conquista.

Hasta hace poco se tenía información muy limitada del comportamiento del Centurio Senex. No obstante, gracias a esta investigación realizada por la Universidad de Costa Rica y liderada por el doctor Bernal Rodríguez Herrera, ahora se conoce un poco más sobre su ecolocalización y comportamiento de apareamiento.

Trachops cirrhosus, un murciélago que confía en su olor

Por otro lado, los murciélagos de labios con flecos (Trachops cirrhosus) se ven obligados a recurrir del olfato de las hembras para poder aparearse.  Así, de noche, cuanto más olor desprendan, más atraídas se sentirán las hembras. Ésta es la estrategia de este mamífero para poder ser el centro de atención. En sus antebrazos tienen unas costras de olor dulce que exhiben durante la reproducción.

Estos se rascan todo el cuerpo con las garras de las patas traseras, se muerden las garras y luego escupen una sustancia amarilla pegajosa en los antebrazos. Una vez formadas, el tamaño de las costras dependerá del nivel de testosterona del murciélago macho.

Los murciélagos de labios con flecos (Trachops cirrhosus) se ven obligados a recurrir del olfato de las hembras para poder aparearse

La científica Victoria Flores, becaria predoctoral en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) en Panamá, descubrió este ritual de apareamiento, al vislumbrar que las costras podrían desempeñar un papel importante en él. En 2020, se confirmó esta teoría en la revista Behavioral Ecology and Sociobiology.

Este macho adulto presenta una costra olorosa de color ámbar en la región dorsal de los antebrazos.
Este macho de murciélago adulto presenta una costra olorosa de color ámbar en la región dorsal de los antebrazos. Foto: Sinc.

“Cuando medimos el tamaño de las olorosas costras en los antebrazos de los machos, cuantificamos sus niveles de testosterona y el tamaño de sus testículos. Encontramos que todos estos factores están relacionados”, señala Mariana Muñoz-Romo, primera autora del trabajo y becaria postdoctoral en el STRI.

Sistema de apareamiento lek

Por otro lado, este sistema de apareamiento que se da entre estos murciélagos se denomina lek y se describió primero en aves, aunque también está presente en insectos y peces. Hace referencia a un lugar específico, llamado arena, donde los machos territoriales se agrupan para realizar exhibiciones visuales y acústicas para conseguir pareja. Los que ofrecen mejor desempeño tienen más probabilidades de ser elegidos por una hembra. En este sistema de apareamiento, los machos solo aportan el material genético. No se ocupan de la descendencia.

Los machos territoriales se agrupan para realizar exhibiciones visuales y acústicas para conseguir pareja

Es importante reseñar que el análisis del comportamiento sexual y reproductivo de algunas especies no es fácil de alcanzar, sobre todo en aquellas que son muy pequeñas, nocturnas y voladoras, como ocurre con los murciélagos. Además, el desarrollo de la tecnología para la observación nocturna de estos mamíferos, como cámaras de infrarrojos y grabadoras de ultrasonido, es relativamente reciente.

Hasta el momento, los sistemas de apareamiento solo se han estudiado en cerca del 7 % de todas las especies de murciélagos, a pesar de la existencia de gran variedad de modalidades entre estos mamíferos.

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