Greenpeace ha denunciado la situación del transporte ferroviario en España en su última campaña “Más trenes, menos aviones”, con la que exigen al Gobierno que apueste por un sistema accesible para toda la población y no solo pensando en los trayectos con mayor demanda.

Según la ONG, “el Estado ha invertido más de 55.000 millones de euros en construir una red ferroviaria, que ha reducido los tiempos de viaje entre grandes ciudades y que ha servido de alternativa al avión. Sin embargo, semejante inversión no ha servido para mejorar la red en su conjunto. Para muchas personas el tren ha dejado de ser una opción de transporte en su día a día”.
"Para muchas personas el tren ha dejado de ser una opción de transporte en su día a día”
Para corroborar este hecho, Greenpace ha elegido tres situaciones en el país, que muestran cómo han empeorado sus conexiones ferroviarias.
Aranda de Duero, de poder ir hasta París a no ir a ningún sitio
En 1980, esta localidad burgalesa era un importante nudo ferroviario, con trenes nocturnos que conectaban al sur y al norte, incluso hasta lugares tan distantes como Algeciras o París.

El cierre de la línea Valladolid-Ariza (1985) y el derrumbe en la línea Madrid-Burgos en 2011, aún sin reparar, han dejado a esta comarca de 50.000 habitantes sin ningún tipo de servicio ferroviario, a pesar de la necesidad de conectar con Burgos, Valladolid o Madrid.
Han dejado a esta comarca de 50.000 habitantes sin ningún tipo de servicio ferroviario, a pesar de la necesidad de conectar con Burgos, Valladolid o Madrid
Salou y Cambril, los alcaldes del turismo que odiaban el tren
Para un país donde el sector turístico tiene un papel fundamental, debería ser prioridad fomentar su movilidad sostenible. Pero no es así, como se observa en lugares como Salou o Cambrils. Estos dos municipios de la Costa Dorada hicieron una campaña contra las vías que pasaban por la ciudad, a pesar de proveer un servicio de transporte esencial, sobre todo en verano.

Estos dos municipios de la Costa Dorada hicieron una campaña contra las vías que pasaban por la ciudad, a pesar de proveer un servicio de transporte esencial, sobre todo en verano.
En 2019, tras la puesta en servicio de una variante, Salou perdió su tren. Más de 800.000 viajeros al año tienen que desplazarse ahora fuera de la ciudad para tomar un tren a Tarragona, Barcelona o Valencia.
Cáceres, ni poder visitar a sus vecinos (de Portugal o Salamanca)
El estado de los trenes en Extremadura ha levantado muchas críticas, pero aún más deficiente resultan las conexiones perdidas para siempre. En 1985, se clausuró la Vía de la Plata entre Plasencia y Astorga, obligando a pasar por Madrid para cualquier trayecto entre Extremadura y Castilla y León, por ejemplo, de Cáceres a Salamanca. En su lugar se construyó la autopista A-66, desplazando así la demanda del tren a la carretera.

Tampoco hay conexiones con Portugal tras el desvío del Trenhotel Lusitania, actualmente suprimido, que conectaba Madrid y Lisboa. Y, a pesar de los millones invertidos en el AVE a Extremadura, todavía no existe una previsión sobre si podrá haber servicios directos entre ambos países, ya sean nocturnos o diurnos.
A pesar de los millones invertidos en el AVE a Extremadura, todavía no existe una previsión sobre si podrá haber servicios directos entre ambos países
Torrevieja, mucho avión y poco tren
El último lugar donde ha llegado el AVE es a Orihuela, en la Vega Baja del Segura. Una comarca que supera los 350.000 habitantes y que, en verano, alberga hasta un millón de turistas gracias al potencial de ciudades turísticas como Torrevieja.
Los trenes que conectaban la costa mediterránea con Francia, como el Talgo Mare Nostrum, ya no circulan más allá de Barcelona
Estos visitantes provienen fundamentalmente de Europa, pero no pueden llegar en tren porque el AVE inaugurado, de momento, solo llega a Madrid. Los trenes que conectaban la costa mediterránea con Francia, como el Talgo Mare Nostrum, ya no circulan más allá de Barcelona. Tampoco hay cercanías para moverse entre los municipios de la zona, siendo Torrevieja la única ciudad de la península, junto a Marbella, con más de 100.000 habitantes, sin servicio ferroviario.

La falta de trenes contrasta con la enorme oferta de transporte aéreo. A menos de 50 km de Torrevieja hay no uno, sino dos aeropuertos: Alicante-Elche y Murcia-Corvera, abierto recientemente para promover la llegada de turistas en avión a una comarca que sigue esperando su tren.
2021, año del ferrocarril
La Comisión Europea ha declarado 2021 como “Año Europeo del Ferrocarril”, destacando el papel esencial del tren para luchar contra la crisis climática. No en vano, viajar en tren contamina hasta 20 veces menos que hacerlo en avión. Greenpeace pide al Gobierno de Pedro Sánchez que sea coherente con los objetivos climáticos y promueva un cambio de modelo donde el tren sea la alternativa sostenible y asequible frente al avión y el coche.
“Apostar por el tren es clave para luchar contra la emergencia climática y conectar el territorio de forma sostenible"
“Apostar por el tren es clave para luchar contra la emergencia climática y conectar el territorio de forma sostenible, pero la supresión de conexiones ha obligado a la gente a utilizar medios de transporte más contaminantes.” ha declarado Adrián Fernández, responsable de movilidad de Greenpeace.

“Pedimos al Gobierno que sea coherente: no se puede hablar de descarbonización mientras se construyen más aeropuertos y autopistas, que solo contribuyen a generar más CO2. No se trata de construir más, sino de gestionar mejor” sentenció Fernańdez en referencia a las ampliaciones de infraestructuras como la AP-7, presentada ayer en Valencia.
Firmas ciudadanas para mejorar el tren
Para sumar fuerzas, Greenpeace ha elaborado un video donde animan a la ciudadanía a firmar una petición a los ministros de Transportes europeos con cinco propuestas concretas que nos permitirían viajar mejor en el futuro.
La ONG pide la creación de, al menos, 30 nuevas conexiones diurnas y nocturnas entre países europeos hasta 2025 y la mejora de la compatibilidad de los trenes entre países, de forma que sean posibles los trayectos entre diferentes territorios europeos.
Greenpeace plantea que el tren sea más fácil y asequible, eliminar las subvenciones a las aerolíneas y acabar con los vuelos cortos cuando exista una alternativa en tren competitiva en tiempo y precio
También plantea que el tren sea más fácil y asequible, eliminar las subvenciones a las aerolíneas y acabar con los vuelos cortos cuando exista una alternativa en tren competitiva en tiempo y precio.

Asimismo, solicita que las operadoras de tren tengan sistemas de venta compatibles, para que comprar un billete sea tan fácil como uno de avión y facilitar el acceso a éste para todas las personas, grupos, familias y a quienes viajan con su bicicleta o su mascota.
Durante esta semana, Greenpeace tiene previsto una serie de movilizaciones y actividades con las que trasladarán estas demandas por todo el territorio, coincidiendo con el inicio de las vacaciones y la recuperación de la movilidad.