Más de 1.000 genes pueden contribuir al riesgo de una persona de desarrollar Covid-19 grave, además de circunstancias de la vida, como su edad, etnia y cualquier condición de salud.
La mayoría de los genes, descubiertos en un estudio de más de 1 millón de personas, afecta el funcionamiento de dos tipos de células inmunitarias.
Si se confirman los resultados, con una prueba genética se podría evaluar el riesgo de una persona de enfermar gravemente de Covid-19
Si se confirman los resultados, con una prueba genética se podría evaluar el riesgo de una persona de enfermar gravemente de Covid-19, dice Johnathan Cooper-Knock de la Universidad de Sheffield, Reino Unido.
“Estamos tratando de llegar a los determinantes genéticos que ponen en riesgo a las personas, independientemente de las cosas más obvias”, afirma.
El equipo de Cooper-Knock usó inteligencia artificial para analizar los resultados de un conjunto de datos globales llamado Iniciativa de Genética del Huésped Covid-19, un proyecto de genética dirigido por un grupo de investigadores y empresas.
El equipo analizó qué variantes genéticas eran más comunes en aproximadamente 5.100 personas que murieron o necesitaron asistencia respiratoria debido a esta enfermedad, en comparación con aproximadamente 1,4 millones de personas que nunca dieron positivo por la infección. Ninguno de los participantes estaba vacunado.

El grupo de investigación encontró 1.370 variantes genéticas que estaban relacionadas con la gravedad de la Covid-19, y estas mismas variantes volvieron a aparecer cuando se compararon con dos conjuntos de datos similares.
Éstas representaron las tres cuartas partes del riesgo genético de coronavirus grave de los participantes, y se desconoce la cuarta parte restante del riesgo, según el equipo.
Esto mostró que las células inmunitarias llamadas células asesinas naturales y las células T son clave para controlar si la Covid-19 se vuelve grave
A continuación, se cotejaron los resultados con información sobre qué genes están normalmente activos en 19 tipos diferentes de células en pulmones sanos. Esto mostró que las células inmunitarias llamadas células asesinas naturales y las células T son clave para controlar si la Covid-19 se vuelve grave.
Antes de que los resultados puedan convertirse en un ensayo genético comercial, sería necesario probar más un prototipo, explica Cooper-Knock. “Secuenciaríamos a los participantes antes de que tengan Covid-19, los asignaríamos a grupos de riesgo y haríamos predicciones”.
Tal prueba puede ser menos precisa si se usa en personas vacunadas, ya que la susceptibilidad genética es menos relevante si se tiene protección, señala James Davies, de la Universidad de Oxford.
Sin embargo, los hallazgos arrojan luz sobre los mecanismos involucrados en la Covid-19 grave, lo que podría conducir a nuevos tratamientos, indica. “La principal importancia es identificar nuevas opciones de terapia”, concluye.
Fuente: New Scientist.