Los microplásticos llegan hasta un lago del Ártico

Nuestra contaminación y los microplásticos como parte de ella están llegando más lejos de lo que hasta ahora creíamos y ya se han encontrado restos de poliéster en un lago de agua dulce en el Ártico.

Planeta 2030

Los microplásticos encontrados corresponden a fibras de poliéster. Foto: iStock
Los microplásticos encontrados corresponden a fibras de poliéster. Foto: iStock

Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la Universidad de Alcalá (UAH) y del Instituto Español de Oceanografía (IEO) han demostrado por primera vez la presencia de microplásticos en un lago de agua dulce del Ártico. Hasta ahora, este tipo de contaminantes solo se habían registrado en ecosistemas marinos de la región ártica.

Se denominan microplásticos a los fragmentos de plástico con un tamaño menor a cinco milímetros. Provienen de dos fuentes: de la degradación de plásticos grandes que se fragmentan en piezas cada vez más pequeñas, y de productos domésticos que contienen pequeñas partículas plásticas, como exfoliantes y pastas de dientes, entre otros.

Como consecuencia del uso masivo de estos productos, los microplásticos acaban en el medioambiente. Hasta ahora se había constatado su presencia en los océanos, en ríos e incluso en el sistema digestivo de algunos animales que los ingieren.

En un reciente trabajo, se ha demostrado por primera vez la presencia de microplásticos en ecosistemas de agua dulce del Ártico. La mayoría de los microplásticos encontrados en el lago ártico son fibras de poliéster, un material muy utilizado en la industria textil y como revestimiento debido a su durabilidad.

El hallazgo fue realizado gracias a una colaboración, liderada por los investigadores Francisca Fernández-Piñas y Roberto Rosal, entre grupos de investigación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la Universidad de Alcalá (UAH) y el Instituto Español de Oceanografía (IEO). Esta colaboración permitió el uso de tres técnicas espectroscópicas distintas (RAMAN, micro-FTIR y SR-FTIR).

 “Estamos ante el primer trabajo que constata la presencia de microplásticos en un lago de agua dulce del Ártico. Hasta ahora, se había demostrado que los microplásticos estaban presentes en los ecosistemas marinos del Ártico: en el agua de mar, en los sedimentos oceánicos e incluso en el hielo, pero no sabíamos que habían llegado hasta las aguas dulces árticas”, declaran los autores.

Pocos ecosistemas libres de microplásticos

Según los autores, los lagos de agua dulce en zonas polares como el Ártico, eran algunos de los pocos ecosistemas que parecían libres de microplásticos en el planeta. “Hoy parece que los ecosistemas libres de microplásticos en el planeta son ya escasos, más cuando recientemente investigadores de la Universidad de Newcastle han encontrado microplásticos hasta en unos pequeños animales que habitan en los fondos oceánicos, entre los 7.000 y los 10.890 metros de profundidad”, detallan.

“En estos tiempos excepcionales se abren posibilidades únicas —agregan los autores—. Hemos descubierto que las acciones individuales tienen consecuencias globales que, aunque al principio parezca indirectas y lejanas, acaban afectado de forma directa y cercana a nuestras vidas”.

Lo cierto es cada vez más resultados demuestran que los microplásticos están por casi todo el planeta como consecuencia de actividad humana. “Hoy más que nunca se abre la posibilidad de tomar conciencia sobre el reciclaje, la reutilización de los plásticos y el peligro medioambiental, sobre todo, de los plásticos de un solo uso”, concluyen los autores.