Las Guerras del Opio: la droga que puso Hong-Kong en manos de Gran Bretaña

Las Guerras del Opio marcaron un punto de inflexión en la historia de China, con la decadencia del imperialismo y la sumisión de un país al comercio occidental utilizando la droga como objetivo y como arma.

Rodrigo Domenech

Entre 1839 y 1860 China y Gran Bretaña estuvieron enfrentadas en dos conflictos bélicos, las llamadas Guerras del Opio, que tuvieron como telón de fondo el imperialismo europeo y que marcaron que marcaron el inicio de la decadencia del imperio chino.

Gran Bretaña utilizó el opio para equilibrar su balanza comercial en el país asiático y la creciente adicción del pueblo chino favoreció su comercio hasta poner en alerta a las autoridades imperiales, y desembocar en la guerra.

importaciones de opio

Los antecedentes de las Guerras del Opio

Las tendencias proteccionistas del imperio chino perjudicaban las aspiraciones comerciales europeas, reduciendo la entrada de mercancías al puerto de Cantón e imponiendo fuertes aranceles a los productos occidentales.

Paralelamente, la dinastía Qing debía lidiar con revueltas populares cada vez más frecuente, propiciadas por el hambre, el crecimiento de la población y una burocracia anquilosada.

La entrada del comercio exterior en China estaba reducida al puerto de Cantón y estaba gravada con fuertes aranceles

La seda, la porcelana y otros productos chinos eran muy codiciados en Europa, mientras que en China los productos occidentales no encontraban su mercado.

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Escenarios de las Guerras del Opio

El estallido de la primera Guerra del opio

Las autoridades chinas llevaban años intentando terminar con el consumo del opio mediante leyes que prohibían su comercio y su consumo, a pesar de lo cual la droga continuaba entrando en el país. Y Gran Bretaña era el principal instigador de este comercio, consiguiendo así equilibrar la balanza de sus relaciones comerciales con China.

En 1839, las importaciones de opio por parte de China representaban el 57% del comercio con Gran Bretaña, desencadenando un deterioro social y político sin parangón.

El opio representaba el 57% de las exportaciones británicas en China

La cruzada china contra el opio llevó a la destrucción de 20.000 cajas de opio valoradas en 5.000.000 de libras. La tensión iba en aumento, con enfrentamientos entre embarcaciones chinas y británicas, y numerosas quejas de los comerciantes, que llevaron a Gran Bretaña a declarar la guerra a China.

La primera Guerra del Opio (1839-1842)

Gran Bretaña estableció bien sus objetivos: legalización del comercio del opio, apertura de nuevos puertos al comercio exterior y recibir una indemnización por destrucción de mercancías. Y para conseguirlos desplegó un gran contingente naval y humano contra China.

Tras un primer envite británico, el sector conciliador de la Corte imperial inició las negociaciones de paz, pero el emperador se negó a firmar un tratado humillante y los enfrentamientos continuaron.

Los ingleses fueron ganando terreno gracias a su superioridad militar y su tecnología bélica, hasta tomar la ciudad de Nankin, que puso fin al conflicto y dio nombre al tratado de paz entre ambas potencias.

El resultado fue la declaración oficial por parte de China del libre comercio del opio y la cesión de Hong-Kong a Inglaterra durante 150 años. Y sin que quedara escrito, la rendición de China ante el imperialismo occidental y sus ansias de grandeza, un punto de inflexión crucial en la historia del país asiático, y un pueblo mermado por su elevada tasa de drogadicción alimentada por la ambición occidental.

La Primera Guerra del Opio llevó al libre comercio del opio y la cesión de Hong-Kong a Inglaterra

Los logros expansionistas de Gran Bretaña despertaron la codicia de otras potencias como Francia y Estados Unidos, que apoyaban los movimientos británicos en busca de una parte del pastel. Las pretensiones inglesas apuntaban ahora a la legalización del consumo de opio, supresión de impuestos a los comerciantes extranjeros en el interior de China y aplicar el libre comercio en toda China.

El abordaje del Arrow, abanderado en Hong-Kong, por parte de los chinos, sirvió de excusa a Gran Bretaña y sus nuevos aliados para comenzar un nuevo conflicto bélico en 1856, la segunda Guerra del Opio.

Canton from the Heights

Segunda Guerra del Opio (1856-1860)

Comenzando por Guangzhou, las tropas occidentales fueron ganando terreno y, ante la negativa del imperio a firmar una paz humillante, llegaron hasta Pekin en octubre de 1860.

Con el emperador huido, el hermano de éste firmó finalmente los Tratados de los Desiguales en la Convención de Pekin, que ponían fin a las Guerras del Opio con la apertura de once nuevos puertos al comercio exterior, que también se extendía al interior del país, y la tolerancia del cristianismo.

Las consecuencias de las Guerras del Opio fueron nefastas para el imperio chino

El declive chino continuaría con la derrota entre Japón en 1895  y la rebelión de los bóxers en 1900, pero eso ya es otra historia.