Miles de millones de toneladas de metal se extraen cada año, y la producción de metales representa alrededor del 8% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Por lo tanto, reciclar más metal podría ayudar a reducir sus impactos ambientales, señala el coautor del estudio publicado en Nature Sustainability, Christoph Helbig, ecólogo industrial de la Universidad de Bayreuth en Alemania.
"Cuanto más tiempo usamos metales, menos necesitamos extraer", apunta Helbig. "Pero antes de que podamos identificar cómo cerrar esos bucles, necesitamos saber dónde están", agrega.
El hecho de que la economía desangre metales está bien documentado, declara Thomas Graedel, ecólogo industrial de la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut. Las pérdidas pueden ocurrir en cualquier etapa de la vida útil de un metal. Algunos se desentierran como subproductos durante la minería, pero nunca se convierten en productos. Otros se pierden durante el uso cuando los componentes o la maquinaria se rompen, o se convierten en otras sustancias, como los fertilizantes, que finalmente se dispersan en el medio ambiente. Pero el estudio encontró que los desechos y el reciclaje, cuando los metales terminan sus vidas en vertederos o en plantas de reciclaje, representaron el 84% de la pérdida acumulada de metales a nivel mundial.
Varios metales que han sido designados como de "importancia crítica" en la Unión Europea y los Estados Unidos tienen altas tasas de pérdida y bajas tasas de reciclaje
La mayoría de los estudios previos que intentaron cuantificar estas pérdidas analizaron metales individuales sin examinar el contexto más amplio, explica Graedel. Helbig y sus colegas acumularon y compararon datos de varias industrias para ver cuánto tiempo los diferentes metales permanecieron útiles, cómo se perdieron y si era probable que se reciclaran.

Descubrieron que, para muchos metales, solo se recicla una pequeña proporción. Las excepciones incluyen el oro, que permanece en uso durante siglos y se puede reutilizar muchas veces, así como el hierro y el plomo. Varios metales que han sido designados como de "importancia crítica" en la Unión Europea y los Estados Unidos tienen altas tasas de pérdida y bajas tasas de reciclaje.
Una forma de impulsar el reciclaje sería exigir que los nuevos productos se fabriquen con metal reutilizado
Estos incluyen el cobalto, un componente clave de los motores de los aviones y las baterías de iones de litio, y el galio, que tiene un papel crucial en los semiconductores utilizados en teléfonos móviles y otros dispositivos.
Una forma de impulsar el reciclaje sería exigir que los nuevos productos se fabriquen con metal reutilizado, indica Helbig. Por ejemplo, la Unión Europea está considerando la posibilidad de introducir un requisito de que algunos tipos de baterías se fabriquen con litio, níquel, cobalto y plomo reciclados.
El reciclaje de aleaciones, mezclas de dos o más metales, puede ser un desafío tecnológico y económico, señala Philip Nuss, ecólogo industrial de la Agencia Alemana de Medio Ambiente en Dessau-Roßlau. Aún así, dar a los metales una segunda, tercera o incluso cuarta vida es esencial para construir economías sostenibles, concluye Helbig.
Fuente: Nature.