La xantofobia no ha recibido mucha atención en la literatura científica, probablemente, porque se trata de un problema poco común entre la población.
Sí es más común normal tratar el rechazo al color amarillo como una superstición. En este sentido, éste se produciría sobre todo a la ropa de color amarillo, ya que hay personas que asocian dicho color a la mala suerte, sin existir por supuesto evidencia científica al respecto.

Síntomas de la xantofobia
En cuanto a sus síntomas, cabe reseñar que las personas diagnosticadas de fobia simple muestran una sintomatología que abarca las áreas cognitiva, fisiológica y motora. Por lo tanto, si se considera la xantofobia como fobia específica, se puede esperar que quienes la padecen muestren síntomas en las siguientes áreas:
Área cognitiva
Las personas con xantofobia piensan de forma clara e inequívoca que “el amarillo provoca mala suerte”. Además, presentarán creencias condicionales del tipo “si visto de este color durante mi audición, seguro me sale mal”.
Área fisiológica
Ante la aparición o anticipación del estímulo temido, el paciente va a mostrar síntomas fisiológicos tales como náuseas, taquicardias, bradicardias, sudoración, etcétera.
Área motora
A nivel motor o conductual, la persona que sufre xantofobia va a tratar de evitar los estímulos temidos. En este caso, y por herencia cultural, evitará vestir de amarillo ante situaciones como una entrevista de trabajo, una audición, un examen, etcétera.

Causas de la xantofobia
El origen de la superstición respecto al color amarillo está relacionado con el mundo del teatro. La leyenda sobre Molière, dramaturgo francés, sostiene que murió sobre el escenario vestido de amarillo.
Los miedos pueden ser aprendidos a través de la observación de estos en otras personas. Es decir, si por ejemplo la madre de un niño es muy supersticiosa y le da miedo aquello que es de color amarillo y lo evita, éste puede aprender este miedo y realizar las mismas conductas que ella
La teoría cognitivo conductual para el desarrollo y mantenimiento de fobias indica que éstas se originan mediante condicionamiento clásico, es decir, el miedo se desarrolla al asociar el color amarillo a otro estímulo aversivo (en este caso, se desarrolla en los contemporáneos de Molière, que asocian este color con su muerte); y se mantiene mediante condicionamiento operante, es decir, la evitación refuerza dicha conducta (las personas, a raíz de la muerte de Molière, comienzan a evitar vestir de amarillo sobre el escenario).
Ahora bien ¿cómo ha podido trascender esta leyenda con origen en el siglo XVII a nuestro día a día? Los miedos pueden ser aprendidos a través de la observación de estos en otras personas. Es decir, si por ejemplo la madre de un niño es muy supersticiosa y le da miedo aquello que es de color amarillo y lo evita, éste puede aprender este miedo y realizar las mismas conductas que ella. Este mecanismo se llama condicionamiento vicario.

Tratamiento de la xantofobia
¿Cómo tratar la xantofobia? El tratamiento de elección para la fobia específica es la terapia cognitivo conductual, que puede ir acompañada de un tratamiento farmacológico.
Se ha de tener bien definido cuál es este estímulo fóbico y, como hemos visto, en el caso de la xantofobia sería necesario concretar qué estímulos son los que provocan la sintomatología ansiosa
Dentro de la terapia cognitivo conductual para el tratamiento de una fobia específica es imprescindible la aplicación de la técnica de exposición, que consiste en la exposición prolongada del paciente al estímulo temido.
Para ello, se ha de tener bien definido cuál es este estímulo fóbico y, como hemos visto, en el caso de la xantofobia sería necesario concretar qué estímulos son los que provocan la sintomatología ansiosa.
Fuente: Psicología Online.