Pero, ¿Dónde está Troya?

Uno de los lugares histórico-mitológicos más recurrentes de la cultura es la ciudad de Troya. El escenario de la Ilíada de Homero, en la que se cuentan el último año de la guerra de Troya en algún momento del siglo XIII AC , es conocido por todos. Sin embargo, alguien sabe realmente dónde está y qué pasó en este lugar de leyenda.

Elena Lozano

Restos arqueológicos de la ciudad de Troya. Foto: IStock.
Restos arqueológicos de la ciudad de Troya. Foto: IStock.

Durante mucho tiempo y debido a lo arraigado que está el mito troyano en la sociedad, pocos distinguían qué hay de realidad y qué es ficción. ¿Es realmente todo lo que se cuenta en la Ilíada de Homero una simple invención? ¿Existió la ciudad de Troya realmente? ¿Dónde está la ciudad de Troya?

La ciudad existió y hoy es posible visitarla, para ello habrá que desplazarse hasta Turquía. Y en este país de Asia Menor, a 300 kilómetros de la bulliciosa e impresionante Estambul se encuentran los restos de esta ciudad de leyenda.

Exactamente, Troya se encuentra en la provincia Çanakkale, en una colina llamda Hisarlik, en medio de una llanura y cerca de los estrechos de Dardanelos y con acceso al mar Negro. La también llamada Ilión era una ciudad muy ventosa, se decía que “el viento trae la prosperidad a Troya”.

Troya está, en Turquía, cerca de los estrechos de Dardanelos.
Troya está, en Turquía, cerca de los estrechos de Dardanelos. Foto: IStock.

Descubrimiento de la ciudad de Troya

Sobre su existencia, durante mucho tiempo se pensó que no era más que fruto de la imaginación de Homero, pues solo se tenía constancia de ella a través de sus poemas épicos.

No fue hasta 1871 cuando se confirmó esta existencia, gracias a un arqueólogo alemán llamado Heinrich Schilemann, que consideraba a Homero más un historiador que un literato. De tal forma que interpretó la Ilíada al pie de la letra y aprendió griego antiguo para buscar la ciudad, guiándose por el libro. Nunca dudó de la existencia de la guerra troyana.

Ruinas de Odeon y Bouleuterion en antigua ciudad de Troya.
Ruinas de Odeon y Bouleuterion en antigua ciudad de Troya. Foto: IStock.

Nacido el 6 de enero de 1822 en Alemania, su padre le regaló la Iliada cuando era muy pequeño. El pequeño quedó fascinado con la historia entre los griegos y troyanos, por ello, decidió desde muy joven encontrar las ciudades de la obra de Homero. Schliemann creía fielmente en la Troya de Homero, a pesar de tener en su contra a toda la comunidad científica de la época que lo tildaba de loco.

No desenterró una Troya, sino distintas troyas construidas sobre diferentes fases de construcción, demostrado así, que se trata de una ciudad reconstruida en varias ocasiones.

Sin embargo, la comunidad se equivocaba. Durante más de 40 años no desistió de su plan, hasta que, finalmente, comenzó a excavar la antigua ciudad el 9 de abril de 1870.  No desenterró una Troya, sino distintas troyas construidas sobre diferentes fases de construcción, demostrado así, que se trata de una ciudad reconstruida en varias ocasiones.

Recreación de la ciudad de Troya en tiempos micénicos.
Recreación de la ciudad de Troya en tiempos micénicos. Foto: IStock.

Durante las excavaciones y en su afán por ir más rápido y obtener vestigios de época homérica, provocó varios destrozos arqueológicos con sus trabajos ahondando hasta los niveles de la Edad del Bronce. En esta búsqueda, alcanzó en 1873 un gran hallazgo: una vasija de cobre que contenía una colección de joyas que las denominó como “El tesoro de Priamo”, cuyas joyas puso sobre su esposa, Sofía Engastromenos.

Tras sacarlo ilegalmente del país, Schliemann se lo regaló a los alemanes. Sin embargo, tras la Segunda Guerra Mundial, el tesoro cayó en manos de los rusos, y, hoy día, se expone en el Museo Puschkin en Moscú.

En esta búsqueda, alcanzó en 1873 un gran hallazgo: una vasija de cobre que contenía una colección de joyas que las denominó como “El tesoro de Priamo”

Lamentablemente Schliemann se equivocó, puesto que el supuesto "Tesoro de Príamo" pertenece, en realidad, a una civilización desconocida, cerca de 1.250 años más antigua que Troya.

Actualmente, no existe un consenso entre historiadores y arqueólogos que determine a ciencia cierta lo sucedido en Troya a lo largo de los siglos.