El dios griego Hermes y su estrecha relación con Barcelona

Solo hace falta abrir bien los ojos durante un paseo por Barcelona para darse cuenta de que el dios el griego Hermes está por todas partres ¿Sabías que el edificio del Banco de España en la Calle del Portal del Ángel alberga casi cuarenta esculturas del dios griego Hermes?

Francisco Mora

Una imagen muy característica del dios griego Hermes en Barcelona.
Una imagen muy característica del dios griego Hermes en Barcelona.

Todos sabemos que la mitología está plagada de dioses, diosas, héroes y villanos que son protagonistas de increíbles y apasionantes historias, viajes y aventuras. Muchos de esos viajes les trajeron hasta España, donde, además de a otras cosas, se dedicaron a fundar ciudades. Hércules fundó la ciudad de A Coruña, Cádiz y Tarragona y el dios griego Hermes fundó Barcelona.

El dios griego Hermes es uno de los 12 dioses Olímpicos y el más relacionado con la espiritualidad y mística griega. Era hijo de Zeus y la pléyade Maya y el dios olímpico mensajero de las fronteras, de los viajeros que las cruzan, del comercio, del ingenio, de la astucia, de los ladrones y de los mentirosos.

El himno homérico al dios griego Hermes lo define como el de “múltiple ingenio”, hombre de agiles pensamientos, ladrón, jefe de los sueños, cuatrero de bueyes, espía nocturno, guardián de las puertas y provocador de grandes hazañas ante los inmortales dioses.

Hermes era hijo de Zeus.
Hermes era hijo de Zeus.
Según la mitología, el dios griego Hermes llegó a Barcelona con Heracles después de que su barco se perdiera, en plena expedición argonáutica para buscar el vellocino de oro junto a Jason.

Según la mitología, el dios griego Hermes llegó a Barcelona con Heracles después de que su barco se perdiera

Su barco apareció ante la montaña de Montjuïc y el lugar gustó tanto al dios y a Heracles que decidieron fundar una ciudad llamada Barca nona, en referencia a la novena barca extraviada en la que ellos viajaban. Ésta es una de las versiones de la fundación de la ciudad, que aparece en el libro La Barcelona d'Hermes (Albertí Editors), publicado por los Cazadores de Hermes, un grupo de fans del dios que lleva años documentando sus trazas.

Sin embargo, existe otra versión sobre la proliferación de Hermes por la ciudad, que apunta al siglo XIX. Fue entonces cuando, con el auge industrial, económico y comercial las ciudades crecieron a un ritmo muy acelerado. Como Hermes también es dios del comercio, las finanzas y los viajeros sus representaciones empezaron a aparecer por todos lados. De tal forma que existen piezas representativas del dios griego por diferentes tipos de edificio. Por ejemplo, en la alegoría de Barcelona de Frederic Marès en la plaza de Cataluña.

Existen piezas representativas del dios griego por diferentes tipos de edificio. Por ejemplo, en la alegoría de Barcelona de Frederic Marès en la plaza de Cataluña

En definitiva, se cree que la ciudad de Barcelona está bajo el influjo protector del dios griego Hermes, que a su vez era la representación de la prosperidad y el comercio y fue el símbolo favorito de la burguesía catalana cuando empezó a asentarse su actividad y comenzaron a prosperar las primeras grandes fortunas.

Hermes en el Parc de la Ciutadella.
Hermes en el Parque de la Ciutadella.

Por otro lado, muy característica es la presencia del dios griego Hermes en los cementerios, el lugar donde estos burgueses reposaban hasta la eternidad, debido quizás al hecho de que Hermes también representa el acompañante de las almas del mundo terrenal al inframundo.

Cómo reconocer al dios griego Hermes

Dicho todo esto, lo mejor es darse un paseo y buscar entre las esculturas y piezas de arte que salpican la ciudad al dios griego Hermes, para lo que os damos algunas pistas.

Los símbolos del dios griego Hermes son el gallo y la tortuga

Los símbolos del dios griego Hermes son el gallo y la tortuga. También puede ser reconocido por su monedero o bolsa, sus grandes sandalias, su sombrero de ala ancha y su caduceo o vara de heraldo. En épocas posteriores, cada uno de esos atributos fue adornado con dos alas pequeñas.

El dios greigo hermes se le reconoce por su cabeza alada.
El dios greigo Hermes a veces lleva dos alas pequeñas.

El caduceo mencionado hace referencia a una vara mágica que aparece descrita en los poemas homéricos y que supuestamente abría y cerraba los ojos de los mortales. Se dice que podría haberla recibido por parte de Apolo y podrían distinguirse dos báculos: por un lado, la vara de heraldo y por otro la vara mágica. Ambas acabarían uniéndose e incluso se representarían con dos alas.

Esta, a veces, suele estar decorada con dos serpientes, motivo por el cual muchos empezaron a ver a estos reptiles como símbolos de prudencia, vida y salud, aunque en realidad una de ellas significaba el mal y la otra el bien, siendo garantes del equilibrio. De hecho, el símbolo de la medicina es el caduceo de Hermes.

Escultrua de Hermes con el casco alado.
Escultrua de Hermes con el casco alado.

Es tal el papel del dios griego Hermes en Barcelona que existe la asociación Los Cazadores de Hermes, un colectivo de 11 blogueros, al que antes hacíamos referencia, y que se dedican a dar a conocer la ciudad

Los Cazadores de Hermes

A partir de una ruta cuyo tema principal era la figura del dios Hermes / Mercurio en la ciudad, entablaron una relación cuyo punto de unión era y es Barcelona, pero también aquella mitología que gira en torno a ella. Sin darse cuenta, se encontraron realizando actividades, rutas, conferencias y exposiciones fotográficas, fundando una asociación cultural y publicando La Barcelona d’Hermes.

Esta obra publicada en catalán incluye 9 paseos por la ciudad vinculados a la presencia de Hermes en cada uno de ellos.

Frontispicio con el dios Hermes
Frontispicio con el dios Hermes

Y para terminar, una anécdota: una de las representaciones más bellas del dios griego Hermes se encuentra en la pequeña plaza de la Verònica.

Banksy llenó la escultura de sprays fluorescentes y le pintó un grotesco miembro

Esta escultura neoclásica de Rossend Nobas que decora la fachada de la antigua escuela Llotja (aunque a finales del XIX fuera la sede del Casino Mercantil y de la Bolsa de Valores) ha sido un blanco habitual de pintadas. Pero en 2003 fue el wonder boy del street art quien dejó su firma: Banksy. A diferencia de sus estéticos murales, en esta ocasión Banksy llenó la escultura de sprays fluorescentes y le pintó un grotesco miembro.