Pito, pito, gorgorito… piedra, papel, tijera… con el devenir de los años van surgiendo fórmulas que intentan destronar al cara o cruz, pero aún no ha habido nadie que irrumpa con una genialidad que consiga eliminar el poder de una moneda para decidir nuestro destino.
Podemos buscar su justificación en el simple hecho de que el azar rige nuestras vidas, o que la mano de los dioses es la que guía los movimientos de la moneda lanzada al aire para que finalice cayendo del lado que se adecúe a lo que necesitamos, queremos o merecemos.
No ha habido nadie que irrumpa con una genialidad que consiga eliminar el poder de una moneda para decidir nuestro destino
Sea como sea, lo cierto es que el género humano lleva siglos jugándose a la suerte desde las cosas más nimias hasta las más transcendentes, y que el poder de la moneda se impone incluso como paso obligatorio para comenzar un partido de futbol.
¿Cuál es el origen del “cara o cruz”?
Pues no siendo las monedas un invento romano y siendo el azar un juego extendido, puede que el origen del “cara o cruz” sea ajeno a esta civilización, pero lo cierto es que en ella donde encontramos las primeras referencias.
Y del paso de los romanos por nuestras tierras no sólo nos quedan calzadas, acueductos y anfiteatros, sino también algo tan simple y cotidiano que su uso perdura en nuestro día a día: la suerte del cara o cruz.
¿De dónde proviene el nombre de “cara o cruz”?
En los documentos romanos encontramos alusiones al juego “capita aut navia” o “navia aut caput”, cabeza o barco, que es como estaban decoradas sus monedas, siendo la primera la del dios Jano, con dos cabezas, y un barco en su reverso.
En España se conoce hace siglos como cara o cruz, pues era así como estaban decoradas las monedas españolas en sus dos lados, la cabeza del rey o emperador, y una cruz. También sucedía que en lugar de cruz a veces aparecía un escudo de armas, pero esto no alteró el nombre del juego de azar.
Y lo cierto es que la expansión del cara o cruz es tan amplia como lo fue la del Imperio Romano, encontrándonos el “cross and pile” inglés o “heads or tails”, testa o croce” o “pile ou face”, siendo un producto exportado posteriormente al Nuevo Mundo donde lo encontramos en varios países como cara o sello”, aunque ya apenas queden vestigios de dichos símbolos.