El 10 % de los europeos tiene algún tatuaje. En España, esas cifras son aún más altas: 4 de cada 10 afirman tener al menos uno. Los españoles son los segundos de este continente que más tienen, solo superados por los italianos, y los sextos del mundo.
Ya no es una moda pasajera, es todo un fenómeno mundial, que incluso tiene su Día Internacional, que se celebró el pasado 17 de julio. Los tatuadores son auténticos artistas que consiguen plasmar grandes diseños en la piel. Para mucha gente, es una forma de expresar sus gustos, sus ideas y sus recuerdos.
Un tatuaje consiste en inyectar la tinta del dibujo dentro de la piel mediante punciones repetidas con una aguja, “levantando” o escarificando la epidermis y depositando ésta en la dermis a unos 1,5 milímetros
En realidad, un tatuaje consiste en inyectar la tinta del dibujo dentro de la piel mediante punciones repetidas con una aguja, “levantando” o escarificando la epidermis y depositando ésta en la dermis a unos 1,5 milímetros. Así pues, se trata de una pequeña herida superficial, y como tal, es imprescindible cuidarla para que cicatrice correctamente.
Sin embargo, el verano es una época complicada para hacerse uno. La humedad y el sudor pueden dificultar su curación. La piel está más expuesta, por lo que un tatuaje reciente tiene más riesgo de sufrir una infección.

Además, el sol degrada las tintas y altera y atenúa los colores. Por estos motivos, no es recomendable escoger el verano para sumar un tatuaje a nuestro cuerpo. Aun así, muchas personas optan por esta estación para ello, debido, sobre todo, a que se tiene más tiempo libre.
Para todas aquellas personas que decidan hacerse uno, recogemos unos consejos sobre cómo curar y proteger un tatuaje en verano:
1. Acudir a un centro homologado
Si se elige un estudio no homologado o a un aficionado, se corre el riesgo de que el diseño no solo no quede bonito, sino también a sufrir algún problema de salud.

En este sentido, es necesario tener en cuenta que, en España, existe un listado de tintas homologadas, que deben ser las únicas que se utilicen. Igualmente, los estudios también homologados cuidan la desinfección del instrumental y usan siempre herramientas desechables.
2. Retirar el film transparente a las 6 u 8 horas
Al terminar el tatuaje, el artista tapa la zona con una lámina transparente que se debe retirar pasadas unas 6 u 8 horas para que la piel respire.
3. Evitar mojarlo los primeros días
Es importante mantenerlo seco para que empiece el proceso de curación. Se puede utilizar un parche de ducha elástico, para que no se moje al bañarnos o ducharnos.
En verano, evitar el agua supone también renunciar a la piscina y la playa durante 10 o 15 días. En este caso, no se debe solo a que la humedad pueda motivar una infección, sino a los productos químicos presentes en el agua de la piscina, y a la posible contaminación y las bacterias que hay presentes en el agua de la playa.
4. Limpiarlo 2 o 3 veces al día
El tatuaje debe lavarse con frecuencia, al menos 2 veces al día, con jabón neutro o antibacteriano y agua tibia. No hace falta frotar ni ejercer presión, solo pasar con suavidad el jabón y aclararlo con agua. No hay que saltarse nunca la limpieza, especialmente en los primeros días. De esta manera, se reduce el riesgo de que se formen costras, que podrían dejar cicatrices y estropear el diseño.

5. Secarlo a toquecitos
Al secarlo, no hay que frotar para no acentuar la irritación. Se puede secar con una toalla de un tejido muy suave, con una gasa o con papel de cocina, con ligeros toquecitos hasta que se absorba toda la humedad.
6. Aplicar una crema hidratante adecuada
Otro paso importante en la rutina de cuidado. Una buena crema para cuidar los tatuajes debe aportar una intensa hidratación, para mantener la piel flexible y libre de infecciones. Por ello, las más adecuadas son aquellas que tienen menos cantidad de aditivos y que se aplican fácilmente para no irritar la zona dolorida.
El pantenol y el dexpantenol son los precursores de la vitamina B5, que contribuye a la curación de las heridas e irritaciones
Las cremas más beneficiosas son aquellas que contienen pantenol o dexpantenol. El pantenol y el dexpantenol son los precursores de la vitamina B5, que contribuye a la curación de las heridas e irritaciones, promueve la síntesis de lípidos y ácidos grasos esenciales, que forman la barrera de la piel, y tiene una acción antiinflamatoria y cicatrizante, al estimular la regeneración celular y la síntesis de colágeno.
7. Evitar el sol
Es el consejo más difícil de cumplir en verano, pero es imprescindible. Hay que proteger el dibujo de los rayos solares durante las 2 o 3 primeras semanas. Puede taparse con un apósito o directamente con la ropa y después nunca olvidar la aplicación de protectores solares con FP alto o muy alto.