Arranca la construcción de la mayor planta de hidrógeno verde de Europa

La empresa energética Iberdrola comienza la construcción de la mayor planta de hidrógeno verde para uso industrial de Europa. Cuenta con una inversión de 150 millones de euros y generará 700 puestos de trabajo.

Mundo Geo

La obtención del hidrógeno verde se basa en el proceso químico conocido como electrólisis. iStock
La obtención del hidrógeno verde se basa en el proceso químico conocido como electrólisis. iStock

Iberdrola da un salto estratégico en su apuesta por la renovables al arrancar la construcción de la mayor planta de hidrógeno verde para uso industrial de Europa en Puertollano (Ciudad Real). El proyecto requerirá de una inversión de 150 millones de euros y generará 700 puestos de trabajo.

Para ello la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán ha firmado un acuerdo con Fertiberia que refuerza su apuesta por la sostenibilidad del sector industrial. La planta entrará en funcionamiento en 2021.

"Lanzamos hoy el primer gran proyecto de hidrógeno verde de Europa, demostrando que gracias a las renovables y la innovación tecnológica es posible seguir dando respuesta a las necesidades de electrificación y descarbonización de nuestra industria", ha indicado Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, para añadir después que esta "iniciativa muestra el camino y las oportunidades que ofrece la transición energética para desarrollar proyectos innovadores como foco de la industrialización y el empleo en nuestro país".

Por su parte, Javier Goñi, presidente de Fertiberia ha asegurado que esta alianza les permite "dar un paso más en su ambición de convertirse en referencia europea de soluciones sostenibles para la agricultura y liderar el cambio de paradigma de la transición energética en el sector químico, gracias a la fabricación de amoniaco verde a partir de fuentes de energía renovable autóctonas".

El  desarrollo y construcción de la planta generará  700 puestos de trabajo y, una vez entre en funcionamiento, evitará la emisión a la atmósfera de 39.000 toneladas de CO2 al año.

Iberdrola se encargará de la producción del hidrógeno verde a partir de fuentes 100% renovables, en lugar de utilizar energías fósiles contaminantes. La solución estará integrada por una planta solar fotovoltaica de 100 MW, un sistema de baterías de ion-litio con una capacidad de almacenamiento de 20 MWh, equivalente a cuatro horas de autonomía, y uno de los mayores sistemas de producción de hidrógeno mediante electrolisis del mundo (20 MW).

El hidrógeno que genere esta instalación tendrá la etiqueta verde y se utilizará en la planta de fertilizantes y amoniaco de Fertiberia en Puertollano, que podrá reducir, según los cálculos de Iberdrola, en más de un 10% las necesidades de gas natural en la planta convirtiéndose en la primera compañía europea de su sector que desarrolla una experiencia a gran escala de generación de amoniaco verde.

Descripción del proceso de obtención de hidrógeno verde en la futura planta de Puertollano
Descripción del proceso de obtención de hidrógeno verde en la futura planta de Puertollano. Expansión

Esta planta de la localidad ciudadrealeña se encuentra entre las más eficientes de la Unión Europea, con una capacidad de producción superior a las 200.000 toneladas al año. Ahora Fertiberia la actualizará y modificará para poder utilizar la producción del hidrógeno verde y, de esta forma, fabricar fertilizantes verdes.

Iberdrola define la ubicación en Puertollano como "privilegiada. Se trata de un enclave donde la eléctrica tiene terrenos desde hace años con un "importante polo industrial y en el que se encuentra el Centro Nacional del Hidrógeno que ha asesorado durante su génesis".

Descarbonizar y abaratar el hidrógeno

Con este proyecto, Iberdrola no sólo pretende descarbonizar el hidrógeno, sino también avanzar en su madurez tecnológica y abaratarlo en un futuro, ya que su uso hoy en día es básicamente industrial (se usa como materia prima) pero empieza a tener otras utilidades, como vehículos.

En España se estima una producción anual de hidrógeno de 0,5 Mt H2/año, que se emplea como materia prima en la industria del refino, la química y los fertilizantes. En su mayoría tiene origen fósil y genera unas emisiones de 5 Mt de CO2/año. La producción de H2 mundial anual (70 Mt) representa unas emisiones de 830 Mt de CO2/año o, lo que es lo mismo, es la responsable de más del 2% de las que se generan en el mundo; una cifra similar a las emitidas por un país como Alemania.

Se estima que descarbonizar el hidrógeno mundial mediante producción de energía 100% renovable supondría, además, un incremento de la demanda de electricidad superior al 10%.

Qué es el hidrógeno verde y cómo se obtiene

El hidrógeno es el elemento químico más abundante de la naturaleza. Su demanda global como combustible se ha triplicado desde 1975, como señala la AIE, hasta llegar a las 70 millones de toneladas anuales en 2018. Además, es una fuente de energía limpia que solo emite vapor de agua y no deja residuos en el aire, a diferencia del carbón y el petróleo.

La relación del hidrógeno con la industria viene de lejos. Este gas se ha empleado como combustible desde principios del siglo XIX para coches, dirigibles y naves espaciales. La descarbonización de la economía mundial, un proceso inaplazable, le otorgará más protagonismo y, si su producción se abarata un 50 % para 2030 tal y como vaticina el Consejo Mundial del Hidrógeno, estaremos sin duda ante uno de los combustibles del futuro.

Las últimas estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), publicadas a finales de 2019, prevén un aumento de la demanda energética global de entre un 25 y un 30 % hasta 2040, lo que en una economía dependiente del carbón y el petróleo significaría más COy el agravamiento del cambio climático.

La descarbonización del planeta nos propone un mundo distinto para 2050: más accesible, eficiente y sostenible, e impulsado por energías limpias como el hidrógeno verde

Esta tecnología se basa en la generación de hidrógeno —un combustible universal, ligero y muy reactivo— a través de un proceso químico conocido como electrólisis. Este método utiliza la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua, por lo que, si esa electricidad se obtiene de fuentes renovables, produciremos energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera.

Esta manera de obtener hidrógeno verde, como apunta la AIE, ahorraría los 830 millones de toneladas anuales de CO2 que se originan cuando este gas se produce mediante combustibles fósiles. No obstante, existen algunos interrogantes sobre la viabilidad del hidrógeno verde por su alto coste de producción; unas dudas razonables que se disiparán conforme avance la descarbonización del planeta y, en consecuencia, se abarate la generación de energía renovable.

Ventajas y desventajas del hidrógeno verde

Esta fuente de energía tiene puntos a favor y en contra que deben conocerse:

  • 100% sostenible: el hidrógeno verde no emite gases contaminantes ni durante la combustión ni durante el proceso de producción.
  • Almacenable: el hidrógeno es fácil de almacenar, lo que permite su utilización posterior en otros usos y en momentos distintos al de su producción.
  • Versátil: el hidrógeno puede transformarse en electricidad o combustibles sintéticos y utilizarse con fines domésticos, comerciales, industriales o de movilidad.
  • Transportable: esta energía puede mezclarse con el gas natural hasta en un 20 % y viajar por los mismos canales e infraestructuras del gas —el incremento de este porcentaje requeriría cambiar distintos elementos de las redes existentes de gas para hacerlas compatibles—.

Pese a todo, el hidrógeno verde también tiene aspectos negativos que conviene recordar:

  • Mayor coste: la energía procedente de fuentes renovables, claves para generar hidrógeno verde a través de la electrólisis, es más cara de generar, lo que a su vez encarece la obtención del hidrógeno.
  • Mayor gasto energético: la producción del hidrógeno en general y del verde en particular requiere más energía que otros combustibles.
  • Atención a la seguridad: el hidrógeno es un elemento muy volátil e inflamable, por lo que requiere unos requisitos de seguridad elevados para evitar fugas y explosiones.

Fuente: Expansión / Iberdrola