El agujero negro supermasivo de la Vía Láctea tiene una “fuga”

El agujero negro supermasivo que se encuentra en el centro de la Vía Láctea está sufriendo poderosas explosiones desde el último millón de años y hasta hace solo unos miles de años, según un estudio reciente.

Juan Domínguez

Imagen de la Vía Láctea, donde se encuentra el agujero negro supermasivo, tomada por el satélite Gaia.
Imagen de la Vía Láctea, donde se encuentra el agujero negro supermasivo, tomada por el satélite Gaia.

En su centro, la Vía Láctea tiene un antiguo agujero negro que durante más de 10.000 millones de años ha devorado millones de soles. Antes de que el gas y el polvo entren en espiral en el agujero para desaparecer, los rayos gamma y las partículas cargadas emergen casi a la velocidad de la luz.

Este agujero negro supermasivo se encuentra en un estado silencioso, pero los hallazgos publicados la semana pasada en Astrophysical Journal por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte y colaboradores en Japón, Australia e India proporcionan evidencia de poderosas explosiones desde el último millón de años hasta hace solo unos miles de años.

El agujero negro supermasivo que se encuentra en el centro de la Vía Láctea está sufriendo poderosas explosiones desde el último millón de años y hasta hace solo unos miles de años, según un estudio reciente

"El agujero negro central de la Vía Láctea aumentó decenas de millones de veces su luminosidad actual cuando se comió una corriente de gas hace unos millones de años", explica Gerald Cecil, profesor de física y astronomía de la UNC-Chapel Hill.

Ese evento irradió una columna de gas distante de la Vía Láctea que aún se está recuperando tras ser golpeada por el estallido. En el artículo, el equipo describe el hallazgo del haz de partículas de este suceso, trazado por rayos X, que todavía está activo a un nivel bajo.

Los agujeros negros son regiones del espacio que devoran todo, incluso la luz.
Los agujeros negros son regiones del espacio que devoran todo, incluso la luz.

El telescopio más poderoso de la Tierra, el Atacama Large Millimeter Array

Hay demasiado polvo a lo largo de la distancia de 26.000 años luz hasta el centro de nuestra galaxia para que penetre el telescopio SOAR de la UNC-Chapel Hill en Chile.

En su lugar, el equipo utilizó para el estudio de este agujero negro supermasivo el telescopio más poderoso de la Tierra, el Atacama Large Millimeter Array (ALMA) en lo alto de los Andes chilenos, para penetrar en el polvo y rastrear un flujo organizado de alcohol y otras moléculas.

A diferencia de otros telescopios de radio y rayos X, ALMA puede mapear los movimientos del gas, lo que permitió al equipo aislar el flujo del gas no relacionado.

"El flujo es bastante débil hoy, pero en el pasado, era completamente capaz de inflar las enormes burbujas de rayos gamma y rayos X que se ciernen 50.000 años luz por encima y por debajo del disco de nuestra galaxia"

"A lo largo de nuestra línea de visión, encontramos gas molecular siendo empujado a un lado por el chorro de partículas que es contrario a una característica alargada de rayos X", señaló Cecil. "El flujo es bastante débil hoy, pero en el pasado, era completamente capaz de inflar las enormes burbujas de rayos gamma y rayos X que se ciernen 50.000 años luz por encima y por debajo del disco de nuestra galaxia".

Los investigadores usaron el telescopio Atacama Large Millimeter Array.
Los investigadores usaron el telescopio Atacama Large Millimeter Array.

El equipo simuló los impactos del chorro sobre el gas de la Vía Láctea utilizando supercomputadoras en UNC-Chapel Hill y en Australia, obteniendo una excelente coincidencia.

"Planeamos extender nuestro mapa a lo largo del eje del chorro que hemos encontrado usando ALMA y los espectros del infrarrojo medio del telescopio espacial James Webb, que se lanzará pronto, además de otras simulaciones de supercomputadoras", indicó Cecil. "Queremos precisar con qué frecuencia y durante cuánto tiempo se enciende el chorro, de ahí que nuestro agujero negro se encienda".

Imágenes muy ampliadas por el Event Horizon Telescope pueden revelar la base del chorro a partir de horas luz del agujero negro supermasivo para complementar el estudio

Pronto, imágenes muy ampliadas por el Event Horizon Telescope pueden revelar la base del chorro a partir de horas luz del agujero negro supermasivo para complementar el estudio de este equipo en escalas de uno a 1.000 años luz.

"Entonces podemos desentrañar la historia de este fenómeno exótico pero universal, y comenzar a comprender cómo el agujero negro influyó en nuestra galaxia, la Vía Láctea", dijo el coautor del estudio Alex Wagner, profesor asistente en el Centro de Ciencias Computacionales de la Universidad de Tsukuba.

Fuente: El Tiempo.

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