Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Toyota nos había prometido una variante Hot-Hatch de su subcompacto y aquí está: el Yaris GRMN, que toma inspiración del modelo que compite en el WRC.
Sin sorpresas, recibe las siglas de la división de alto desempeño de la marca: Gazoo Racing, Masters of the Nürburgring. Toyota también había prometido “más de 210 caballos”, aunque la cifra se queda exactamente en eso, 210 CV (205 HP), lo que de todos modos lo deja en el espectro alto de un segmento al que la marca nunca había osado ingresar.
La potencia es cortesía de un motor 1.8 litros asistido por supercargador, que, como agradecerán los puristas, es dosificada por una caja manual convencional con seis escaños conectada al eje delantero. El nombre de GRMN no es sólo presunción; el ajuste del pequeño velocista se dio precisamente en Nürburgring Nordshleife.
Además del motor, hay otras modificaciones como resortes más cortos, amortiguadores Sachs, barra antivuelco, diferencial Torsen de deslizamiento limitado, discos de freno ventilados con cuatro pinzas y rines de 17 pulgadas. Fascias, alerón y difusor trasero son exclusivos para esta versión, al igual que los detalles en rojo y negro sobre blanco.
Al interior hay asientos deportivos, volante tomado del GT86 (que sí, es menos potente que el Yaris) y pedales acabados en aluminio. Habrá que esperar por las cifras de desempeño –y de par motor-, aunque tristemente, Toyota no parece tener intenciones de vender el GRMN fuera de Europa o Japón.
Al Yaris GRMN lo acompañó la variante convencional que también recibió recién un lavado de cara. Aunque se presentó la variante híbrida (que copa un 40% de las ventas en Europa), a falta de datos suponemos que conserva las mismas cifras de rendimiento, con 100 caballos combinados.
Otro asistente fue el i-TRIL Concept, con sus tres asientos y eje posterior articulado que permite inclinarse hasta 10º al tomar las curvas, tal como en su antecesor, el i-Road. Con un alcance de apenas 200 kilómetros para su impulsor eléctrico, puede no sonar impresionante, pero sí muy cercano a la realidad.