Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Como antesala a la presentación del más reciente Rolls-Royce Phantom, la firma de la doble “R” lanzó el proyecto “Los ocho grandes Phantoms”, en los que nos irá mostrando un ejemplar histórico de cada una de las siete generaciones previas.
El primer Phantom fue uno de primera generación del año 1927 que tuvo como propietario al astro del cine Fred Astaire, el segundo, un Phantom III de 1936 apodado “The Butler” que perteneció al Mariscal de Campo Bernard Montgomery, el “general espartano”.
Ahora, el “tercer grande” es un Phantom II Continental de 1933, cuyo dueño fue Sir Malcolm Campbell. Campbell, de origen británico, se hizo célebre al obtener un total de nueve veces el título mundial de velocidad sobre tierra.
Aunque sus primeros récords los logró a los mandos de bólidos desarrollados por Sunbeam, el primero de ellos un V12 350 HP, con el que alcanzó 235.22 km/h en 1924 y posteriormente 242.8 km/h en 1925, sus mayores logros se dieron con los míticos Bluebird (“ave azul”), con los que registró marcas en 1927, 1928, 1931, 1932, 1933 y 1935, la última de ellas, a 484.598 km/h, rompiendo por primera vez el límite de las 300 millas por hora. En 1939, alcanzó un récord de 228.108 km/h, pero sobre agua.
El último récord en tierra lo logró con un motor de avión desarrollado por Rolls-Royce con 2,300 HP. No es de extrañar que para trayectos más mundanos se decantara por la reputada firma, como lo demuestra esta variante deportiva de distancia corta entre ejes de 1933, con carrocería de Barker pintada en azul pálido con acabado nacarado gracias a escamas de arenque molidas.
El Phantom II contaba con una gran cantidad de detalles de personalización, como escapes extendidos de nueve pulgadas, radio o un extintor contra incendios, algo desacostumbrado en la época. Estos y otros cinco ejemplares, contando la nueva generación, estarán en exhibición en la casa de subastas de Bonhams a partir del 27 de julio.