Bien dicen que en gustos se rompen géneros. Ram ahora incorpora a su gama dos versiones más que, a pesar de ser iguales –al menos en lo que al tren motor se refiere–, están dirigidas a clientes diametralmente opuestos en preferencias estéticas.
Por Edmundo Cano Texto: Gilberto Samperio Fotos: Carlos Quevedo
Ya analizada la primera Ram 2019 –
AP 284, versión Limited– de esta generación, tenemos oportunidad de valorar dos de sus vertientes tope de gama, con singular orientación clientelar. La más esperada, por lo menos para el cliente prototípico de una pick-up, es la llamada
LongHorn; la segunda apela al espíritu deportivo de su otrora casa Dodge y se denomina Sport. Ambas son reequipadas sobre la base de la terminación Laramie e incluyen el sistema de doble tracción –reductora incluida–, así como el mismo tren motor de su primera hermana:
el mítico V8 Hemi de 5.7 l cuya comparsa es la efectiva transmisión automática de ocho relaciones. Los dos ingenios han mejorado su relación laboral y el resultado nos encanta gracias a unas reacciones más inmediatas así como una actitud más proactiva de la caja, sobre todo al practicar una conducción expedita, veloz, divertida.

Ram LongHorn 4X4 & Laramie Sport
Dada la especificidad de cada terminación, empecemos por la más presumida. En efecto, la de orientación ranchera –de máximo lujo eso sí–, presume cromados en casi todos los puntos de inflexión cosméticos y a veces funcionales, como los ganchos de arrastre frontales. Su aspecto en general quizá no revela más encanto que la fornida estampa que ha caracterizado a las Ram desde hace varias generaciones. Sin embargo,
el verdadero deleite ocurre al interior. Los insertos en tablero y paneles de puertas que simulan tablones de madera –con todo y sus marcas de cepillado burdo-, le dan un aire más distintivo, netamente ranchero de lujo. Aunque en México este término tiende a ser peyorativo, cuando hay dinero y buen gusto, los detalles alusivos al origen confirman el orgullo de quien detenta poder e ingreso abundante, sin caer en cursilerías –claro, las finas florituras en las molduras del interior pueden parecer una exageración– o soluciones absurdas. Acompañan una vestiduras en el clásico color del cuero o piel cruda, con detalles curiosos como las hebillas para las revisteras traseras de los asientos delanteros.
En cuanto al tablero,
nos sorprende una gran pantalla central que permite gestionar todo el sistema de infotenimiento al toque de un dedo; claro, si lo preferimos también podemos ajustar lo básico a través de las típicas perillas. Debajo de la cúpula, el tema ranchero se repite en la coloración de relojes e indicadores y se incluye la floritura tan específica del adorno campero.

Ram LongHorn 4X4 & Laramie Sport
Por su parte, la variante Sport exhibe un enfoque menos lujoso, quizás hasta sencillo porque apenas existen toques que aclaren su talante divertido. De hecho, no hay cromados y
las molduras son pintadas al tono de la carrocería; buen detalle que supone una inspiración deportiva. Solo el cofre presume una especie de narices que resaltan la presunción Sport. Eso sí, al interior de la enorme cabina de esta pick-up el ambiente resulta más sobrio gracias a paneles oscuros, con pocos elementos decorativos contrastantes. Destaca en esta variante que el centro de información del tablero utiliza una pantalla más pequeña y recurre a las clásicas perillas de gran tamaño para ajustar el HVAC y otros elementos de confort o amenidades. Las cosas debajo de la cúpula tampoco revelan algún distintivo salvo las discretas agujas en rojo. Las vestiduras grises y negras observan buena factura y mejor recogimiento del cuerpo, un punto muy cuidado en los ejemplares tope de la casa Ram.

Ram LongHorn 4X4 & Laramie Sport
En cuanto a las prestaciones puras, en verdad son prácticamente la mismas, pues los cambios cosméticos no alteran el gran potencial del Hemi. Su grave y sonoro rugido aflora al pisar con decisión el pedal de alimentación y la respuesta desde los mandos nos provoca repetir esa sensación tan placentera una y otra vez.
Si hablamos de rendimiento puro,
ambas Ram presumen muy buenas cifras de aceleración, contundente, con caídas de rpm entre relaciones por debajo de las 1,500 rpm gracias a la refinación de la exitosa transmisión automática; los ocho escalones facilitan esa continua entrega del gran torque, lo que se traduce en una camioneta ágil, divertida. De manera evidente, la masa y su gran tamaño le impiden una actitud neutral en curva siendo el subviraje y el balanceo notorios en pisos de buena adherencia como asfalto o cemento. Si por el contrario, osamos aventurarnos en caminos de terracería o escaso agarre para la goma de los enormes neumáticos, resulta fácil descolocar al segundo eje, aunque el ESC siempre reacciona a tiempo para mantener al gran vehículo bajo un relativo y seguro control.

Ram LongHorn 4X4 & Laramie Sport
Como lo hemos dicho en otras ocasiones en ejemplares de alto precio y clientela selecta, la doble tracción de estas Ram no apunta hacia las incursiones fuera de los rumbos urbanizados, porque con esos rines –22 pulgadas para la Sport, 20 para LongHorn–, o la abundancia en cromados no sugieren acometidas 4x4 rudas. Eso sí, la capacidad de remolque y de movilidad cuasi extrema, le otorgan un aura de resolución imbatible, casi mágica, a ojos de quienes son usuarios frecuentes de esta carrocería.
Si miramos las etiquetas de las dos Ram LongHorn y Sport –1.02 y 0.93 millones de pesos respectivamente–, no hay manera de que sean usadas para el diario trajinar o para la utilización ruda en labores de campo.
Ambas son ejemplares más representativas del poder adquisitivo de quien las posea, sin por ello dejar de lado una excelente movilidad bajo casi cualquier circunstancia así como de un nivel de equipamiento tanto en amenidades como de seguridad que pudiera envidiar un coche de corte premium de buen precio. Una clientela muy específica.
UNIDADES PROBADAS
1,029,900 pesos, LongHorn; 5.7 l, 395 HP
939,900 pesos, Laramie Sport; 5.7 l, 395 HP
Datos Oficiales
MOTOR
Situación: |
Delantero longitudinal |
No. de cilindros: |
Ocho en V |
Bloque/cabeza: |
Fundición/aluminio |
Distribución: |
OHV, 16 válvulas |
Alimentación: |
Inyección multipunto |
Cilindrada: |
5,654 cc / 5.7 l |
Diámetro x carrera: |
99.5 x 90.9 mm |
Compresión: |
10.5:1 |
Combustible: |
Gasolina, 87 oct. |
Potencia máx. |
395 HP a 5,600 rpm |
Par máximo |
556 Nm (410 lb-pie) a 3,950 rpm |
TRANSMISIÓN
Caja: |
Automática, 8 velocidades |
Tracción. |
Tras. c/eje del. conectable |
Embrague: |
Convertidor de par |
BASTIDOR
Suspensión delantera: |
Triángulos sobrepuestos |
Suspensión trasera: |
Eje rígido |
Elemento elástico: |
Resortes helicoidales |
Estabilizadora del / tras. |
Sí/Sí |
Frenos delanteros: |
Discos vent., 378 mm |
Frenos traseros: |
Discos vent., 375 mm |
Asistencias: |
ABS, ESC |
Dirección: |
Eléctrica |
Giros del volante: |
3.1 |
Diámetro de giro: |
14.0 m |
Neumáticos: |
85/45 R22 114H (S);
275/55 R20 113T (LH) |
RENDIMIENTOS
Velocidad máxima: |
170 km/h |
Aceleración 0-100 km/h |
N.D. |
Consumo medio: |
7.7 km/l |
Emisiones de CO2: |
295 gr/km |
CARRROCERIA
Peso/báscula: |
N.D./2,500 kg |
Largo/Ancho/Alto: |
591x208x197 cm |
Dist. entre ejes/vías: |
367/174-172 cm |
Carga: |
761(S) -713 (LH) kg |
Nuestras mediciones
ACELERACION/REBASES
Acel. 0-100 km/h: |
9.03 s |
Acel. 0-400 m: |
16.57 s |
Acel. 0-1,000 m: |
30.16 s |
20-120 km/h: |
12.16 s |
50-120 km/h: |
9.36 s |
80-120 km/h: |
6.18 s |
Velocidad máxima: |
169 km/h |
FRENADAS
140-0 km/h: |
77.6 m |
120-0 km/h: |
57.5 m |
100-0 km/h: |
42.5 m |
CONSUMOS
Ciudad km/l: |
5.8 |
Carretera km/l: |
9.2 |
Media (70, 30%) km/l: |
6.8 |
DINAMOMETRO
Potencia: |
386.4 HP a 5,150 rpm |
Par: |
541 Nm (399 lb-pie) a 4,250 rpm |
Relación peso/potencia: |
6.47 kg/HP |