Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Aunque el nombre Porsche ya sonaba fuerte desde hace más de 100 años, luego de dedicarse por décadas al diseño y desarrollo de autos de calle y de competencia, no fue sino hasta pasada la Segunda Guerra mundial, en 1948, que Ferry Porsche pudo echar a andar una firma autoconstructora en forma con el apellido de su padre.
El primer modelo como tal nacido en el seno de esa empresa fue el Porsche 356, que si bien usaba un monocasco, tenía el motor en posición trasera y aprovechaba algunos componentes del famoso Käfer. El prototipo inicial fue homologado para competencia y recibió múltiples modificaciones que se vieron reflejadas finalmente en la línea de montaje para los modelos de producción, pasando incluso de una carrocería de aluminio a una de acero.
Se produjeron unas 76,000 unidades del 356 hasta 1965, muchas de ellas homologadas para competencia, construyendo un interesante palmarés que incluyó una victoria en su categoría en la edición de 1951 en Le Mans (lugar 19 absoluto) con Auguste Veuillet y Edmond Mouche al volante, nada menos que en la primera participación de Porsche como fabricante y con el hito de marcar el regreso de los autos de desarrollo alemán al mundo de la competición tras la guerra, destacado, cuando el motor O4 de 1,086 cc producía apenas 46 HP.
El primer prototipo cambió de manos en el proceso, recibió aún más modificaciones, reparaciones y una incontable cantidad de capas de pintura de tonos varios, esto significó que, lamentablemente, para cuando en Porsche quisieron restaurarlo a su estado primigenio como una forma de celebrar su aniversario número 70, al cotejar con planos, dibujos, fotografías e incluso plantillas de madera, se encontraron con una misión imposible, por lo que fue clasificado como “perdido en la historia”.
Sin embargo, se hizo un escaneo 3D profundo del auto, se aprovecharon las plantillas y se creó un modelo de espuma, sobre el que se moldeó a mano durante dos meses –tomó ocho meses en total, pues se usaron materiales y técnicas de la época- una nueva carrocería “muy próxima a la original”, pues la marca acepta que se tomaron ligeras licencias en las proporciones, con un remate menos cónico y un frente algo menos prominente.
Eso sí, se tomaron muestras de los recovecos del tablero para igualar el tono de las vestiduras y el tenue azul original de la carrocería. Al final, se trata de un modelo de exhibición, pues parece de eje trasero y motor. La réplica del Porsche 356 comienza una gira de celebración que pasará por Stuttgart-Zuffenhausen, Goodwood, Vancouver y Laguna Seca.