Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
1971. Tras dirigir de manera exitosa el programa deportivo de Porsche, que incluyó victorias múltiples en la Targa Florio, las 24 Horas de Daytona, las 12 Horas de Sebring, los 1,000 km de Nürburgring y finalmente un podio completo en Le Mans en 1970, así como el desarrollo del Porsche 914, Ferdinand Karl Piëch era echado de la compañía que fundara su abuelo, el célebre Ferdinand Porsche, junto con todos sus hermanos y primos, gracias a una nueva cláusula que les impedía a los miembros de la familia participar en la dirección de la empresa.
Si bien muchos ocuparon asientos en la mesa del consejo, esta medida terminó con el duelo entre Piëch y sus primos (principalmente, Ferdinand Alexander, al centro de la primera imagen), por el control y la dirección de Porsche, que en años anteriores suscitó que varias juntas terminarán a golpes e incluso generó conflictos matrimoniales.
Piëch entró a trabajar a Audi, donde eventualmente alcanzaría la dirección general y terminaría como CEO de Grupo Volkswagen, que al final se convertiría en la dueña mayoritaria de Porsche, por lo que, de manera indirecta, terminó por controlar la empresa.
Hace dos años, en un nuevo duelo con sus familiares, renunció a su puesto en la mesa del consejo de Volkswagen AG al no poder deponer a Martin Winterkorn, aunque el ejecutivo renunció unos meses después tras el escándalo del Dieselgate. Hace unos días, Ferdinand Piëch (primera foto, saco oscuro, 1969; segunda foto, actualmente) puso a la venta sus acciones de Porsche SE, accionista mayoritaria del Grupo VW, estas, con un valor estimado de mil millones de Euros.
Al tener sus familiares prioridad en la compra de las acciones, estas han terminado en manos de su hermano menor, Hans Michel (primera imagen, saco a cuadros), aunque no se especificó el monto de la transacción. Quizá para prevenir un nuevo embate de los Piëch, o para terminar de una vez por todas con este nuevo duelo, Wolfgang Porsche (otro primo), actual presidente de Porsche SE, anunció que a partir de ahora, ningún miembro de la familia podrá aplicar a puestos directivos en dicha compañía y por tanto, ni en Volkswagen AG ni sus subsidiarias.
Hans Michel Piëch señaló que el actual éxito de Porsche se debe a que sus dirigentes vienen de fuera, en lugar de elegir a miembros de la familia, por lo que la medida será buena para Volkswagen. Se negó a indicar si tomará el lugar de su hermano en el consejo de supervisión de Volkswagen AG, algo a lo que todavía tiene derecho como accionista.
Este parece ser el fin de la era Piëch ¿O no?