LatinNCAP presenta Código de Ética para la Industria Automotriz en México

latinncapnissantsuruversa01.jpg
latinncapnissantsuruversa01.jpg

Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).

 

Organismos independientes como el Programa de Evaluación de Vehículos Nuevos para América Latina y el Caribe (LatinNCAP) y asociaciones civiles como El Poder del Consumidor, han pugnado en los últimos años para que varias empresas automotrices dejen de ofrecer lo que califican como un doble estándar en seguridad.

 

 

Aunque las pruebas de choque realizadas de manera independiente alrededor del mundo no siempre son equiparables, dado, por ejemplo, el menor presupuesto con el que opera el LatinNCAP, o los criterios de calificación que han ido evolucionando a través de los años por parte de EuroNCAP o el IIHS, al final los resultados no dejan de arrojar datos alarmantes, en lo que respecta a las economías emergentes en general y en México en particular.

 

 

Varios de los autos que se comercializan en nuestro país son preocupantemente mucho menos seguros que sus equivalentes que se venden en “el primer mundo”, no sólo por la falta de equipamiento en este rubro, que en la mayoría de los casos resulta opcional o inexistente, sino por estructuras mucho menos resistentes y estables comparadas contra modelos que se venden en Estados Unidos o Europa. Ni hablar de la persistencia de plataformas totalmente desfasadas, como es o ha sido el caso del anterior Chevrolet Aveo, el Fiat Palio, el Ford Ka, el Nissan Tsuru, el Renault Sandero, o el Volkswagen Gol sin bolsas de aire, que si bien unos ya no se comercializan, miles de unidades siguen aún en circulación.

 

 

De acuerdo con el LatinNCAP, 16,000 personas fallecen en México en accidentes de auto cada año, más de 134,000 resultan lesionadas y unos 40,000 quedaron con una discapacidad de por vida; y quizá ninguno de ellos pensó que “no compraban un auto con la intención de chocarlo”, un argumento absurdo que quizá hayan leído en redes sociales.

 

 

Ante esto, las organizaciones mencionadas presentan el Código de Ética para la Industria Automotriz de México, mismo que fue enviado a 18 marcas que incluyen a Chrysler, Dodge, Fiat, Ford, GM, Honda, Hyundai, Kia, Mazda, Mitsubishi, Nissan, Peugeot, Renault, SEAT, Subaru, Suzuki, Toyota y Volkswagen, basado en un marco jurídico que incluye la Declaración Universal de los Derechos Humanos, las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales, el Plan Mundial para el Decenio de Acción de la Seguridad Vial 2011-2020, y la Ley Federal de Protección al Consumidor en México.

 

 

Esta iniciativa les pide comprometerse a ofrecer los mismos estándares de seguridad de otros mercados para sus autos vendidos en México (incluyendo versiones básicas) antes del 2020, con el fin de salvaguardar la vida e integridad de los consumidores mexicanos, antes, durante y después de un impacto. Cada modelo vendido en México, empezando por los más populares, deberá ser evaluado por el LatinNCAP de manera independiente.

 

 

Este código es resultado de una campaña previa en las ciudades de México, Guadalajara y Monterrey, donde se logró el respaldo de 25,000 consumidores mediante su firma, mismas que se entregaron el pasado 6 de junio a Eduardo Solís Sánchez, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), por parte de El Poder del Consumidor, México Previene, Refleacciona A.C.; y la Alianza Nacional por la Seguridad Vehicular.

 

 

Estamos seguros que este código es un instrumento eficaz que permitirá conocer el valor que le dan las marcas de autos a los mexicanos como consumidores, a quienes durante años les han dado un trato diferente al que dan a ciudadanos de otros países, ofreciéndonos una seguridad vehicular muy por debajo de la que ofrecen en otros países. Haremos del conocimiento público las marcas que decidieron suscribir este código”, señaló Alejandro Calvillo, director de El Poder de Consumidor.

 

Los Latinoamericanos nos merecemos el mismo nivel de protección a nuestras vidas que ciudadanos de Europa, EE.UU., Japón o Australia sin tener que pagar más por ello. Además, nos merecemos de inmediato poder comprar autos con información independiente sobre su seguridad. Los consumidores podemos presionar a las marcas para que voluntariamente cumplan con ambas etapas propuestas ante una débil normativa local respecto a la seguridad vehicular y antes de que el mercado mismo presione al cambio”, indicó Alejandro Furas, secretario general de LatinNCAP.

 

 

Ya es hora de que la industria automotriz entienda y acate que, por encima de cualquier legítimo interés económico, están los derechos a la vida, la integridad física y la salud de los consumidores y usuarios de autos en México, derechos reconocidos por las Naciones Unidas y la propia Constitución Mexicana”, dijo Stephan Brodziak, coordinador de la campaña de seguridad vehicular de El poder del Consumidor.

 

El único adelanto en materia de seguridad por parte del gobierno, fue una nueva legislación que para 2019 exige dos bolsas de aire y ABS a los autos comercializados en nuestro país, además de pruebas de choque obligatorias, pues la presión de los fabricantes evitó que se incluyeran temas como bolsas de aire laterales y sobre todo control de tracción y estabilidad, ni hablar de elementos que muchas veces están ausentes incluso en modelos premium de acceso, como asistente de permanencia en el carril o frenado autónomo de emergencia, este último, obligatorio en los Estados Unidos a partir de 2022.

 

 

Dado que la actual administración ya va de salida y la presión se centra sobre los gobernantes electos entrantes, cabría esperar una reacción sobre este tema en los días siguientes. Los consumidores ya dieron el primer paso, deberemos estar al pendiente de la reacción de la iniciativa privada y las autoridades.

 

https://www.youtube.com/watch?v=isJS0Ru08i8

 

https://www.youtube.com/watch?v=eIH2uT2Dzxk

 

https://www.youtube.com/watch?v=mJzfqc5niVg

 

https://www.youtube.com/watch?v=K4h7l8DWyw8