Por Edmundo Cano
El departamento de conservación histórica de Lamborghini, Polo Storico, develó su más reciente restauración, el único Miura Jota SVR realizado oficialmente por la marca de Sant’Agata Bolognese, en un evento en el autódromo de Nakayama, Japón, donde el auto reside.
Su historia es tan interesante como el automóvil en sí. Su origen se remonta a 1971, cuando el piloto de pruebas de Lamborghini, Bob Wallace, desarrolló en su tiempo libre un Miura más radical. “No tenía realmente nada que hacer los fines de semana, y tenía toda la fábrica de Lamborghini para mí solo, así que comencé a juguetear con un Miura para intentar hacerlo más ligero y solucionar sus defectos aerodinámicos, pues la nariz del coche regular sufría de levante aerodinámico a altas velocidades, lo cual empeoraba a medida que la gasolina se consumía, pues el tanque está en la nariz también”.

Usando aluminio para recrear algunos paneles de la carrocería, el coche perdió mucho peso y ganó anchura, para poder albergar llantas más anchas. Un pronunciado spoiler delantero logró resolver el problema del levante de la nariz, y un motor retrabajado con cárter seco entregaba 400 hp. El tanque de gasolina regular fue reemplazado por unidades dobles alojadas en los estribos laterales, lo que también transfería su peso al centro de gravedad del auto. Irónicamente, dichos tanques fueron su perdición, pues en un accidente en pista uno de ellos rupturó y el auto se incendió.
A pesar de eso, el Miura Jota de Wallace atrajo mucha atención de la prensa y los clientes, que pronto inundaron a la marca con órdenes para su propio Jota. A Lamborghini no le quedó opción más que satisfacer las órdenes especiales de los clientes que querían su propio Jota, que si bien no eran tan radicales como el auto en el que estaban inspirados, mantenían la carrocería aligerada, el spoiler frontal y un motor más potente que el Miura ‘regular’.

Sin embargo, uno de esos clientes quería algo tan extremo como el Jota original. En 1974, el alemán Heinz Streber iba manejando su Miura 1968 con número de chasis #3781, un modelo S verde claro bastante ‘normal’, rumbo a la fábrica de Sant’Agata Bolognese para realizarle un servicio de rutina, cuando tuvo un accidente que dañó ligeramente el frontal del auto. Cuando llegó a la fábrica, Streber solicitó transformar su auto en un clon del Jota original. Dado que el Miura había dejado de producirse el año anterior, Lamborghini le dijo que era imposible. La respuesta de Streber fue regresar meses después con su Miura, así como con un juego de frenos de Porsche 917, amortiguadores ajustables Koni, enormes rines BBS de 3 piezas y varios otros componentes de alto rendimiento, así como una lista de lo que quería en su auto, y claro, cubetas y cubetas de dinero.

Ocho meses después, Lamborghini le entregó el coche que vemos en las fotos, que había resultado mucho más extremo que el Jota original de Wallace, por lo que Lamborghini lo denominó Jota SVR. El coche era único en el mundo, pero tristemente, era demasiado radical y las autoridades alemanas se negaron rotundamente a registrarlo. Streber no podía usar su coche, así que terminó vendiéndoselo al coleccionista japonés Hirumitsu Ito, quien lo tuvo en su poder hasta 2015. En el tiempo que estuvo en Japón, el coche se convirtió en una leyenda local, e incluso apareció en el famoso manga con tema automotriz The Circuit Wolf, lo cual solo aumentó más su popularidad.

Quien se lo compró a Ito en 2015 comisionó la restauración que fue recién terminada por Polo Storico, y que según su director Paolo Gabrielli, fue muy desafiante. “El proceso duró 19 meses, y requirió una aproximación muy distinta a la que normalmente usamos para las restauraciones de autos ‘regulares’, debido a que este era un modelo único. Al final, logramos regresarlo justo a como dejó la fábrica en 1975, luego de su transformación”. En realidad no está tal cual lo comisionó Streber, pues Polo Storico instaló un rollbar, asientos de competencia de la época, y arneses de seguridad de 4 puntos, debido a que el dueño planea usar el auto en la pista y en exhibiciones de autos clásicos.