Un poco para figurar a la moda –por la designación X– y otro tanto para refrescar la mecánica, esta versión de la exitosa Jeep Grand Cherokee logra ser una oferta muy interesante.
Por Edmundo Cano Texto: Gilberto Samperio Fotos: Carlos Quevedo
Si bien su propulsión es 4x2, esta Grand Cherokeeconserva su aura de poder sin merma de comodidades. Basta mirar los mullidos asientos, o el completo equipamiento que apunta hacia esos consumidores más interesados en las amenidades y lujos antes que en un máximo desempeño dinámico tanto en el asfalto como fuera de él.
Ello queda mejor explicado cuando miramos bajo el cofre: el resistente V6 de 3.6 litros y 295 HP administrado por una nueva transmisión automática de ocho relaciones. Como lo mencionamos antes, esta actualización busca mantenerla al día, sobre todo en la consideración de la inagotable oferta SUVs de todo tamaño existente en el mercado mexicano.
Pese a la abundancia de equipamiento, esta Grand Cherokee no posee modos asociados a la caja. De hecho, solo presume como extra la canaleta al costado del selector para la posibilidad manual, lo que nos evoca sutilmente al, en su momento, innovador AutoStick. Le complementan manetas tras el volante, que facilitan la conducción ágil, si es preciso.
Porque a pesar de que el V6 no tiene la briosidad del V8, sí observa muy buena respuesta cuando excedemos un tercio del acelerador y la caja resulta una comparsa muy acertada, pues efectúa los cambios de relación conforme nuestro deseo. Una gran ventaja de una transmisión posmoderna pues su actitud siempre apunta a proactiva, lo que facilita tanto una conducción veloz como un andar relajado.
Su comportamiento en general resulta muy grato, producto de una suspensión suave cuya calidad de marcha es bastante confortable, con esa pesadez y aplomo que le han ganado tantos adeptos entre los consumidores mexicanos. Según los directivos de FCA, la Jeep Grand Cherokee sigue siendo una de las SUVs más rentables de la casa.
Dado su talante familiar, su mejor entorno son las vías rápidas donde rueda sin complicaciones, muy amigable con los pasajeros. Si acometemos alguna carretera sinuosa, la Grand Cherokee X cumplirá bien, con sus esperados balanceo y cabeceo así como una suspensión suave que absorbe casi todo sin chistar. La dirección nos reporta una buena sensación pero nada más allá de lo ya conocido por sus antecesoras y hermanas.
Donde no pierde el carácter norteamericano es en el gasto de combustible; pese a la menor cilindrada y la efectiva transmisión, no veremos cifras dignas de un auto verde.
Finalmente, esta variante lujosa bien equipada –casi todos los extras deseables por el consumidor selectivo–, de la Jeep Grand Cherokee resulta una camioneta muy completa en casi todos los rubros, pues además de un tamaño acorde a nuestras vías, su confiabilidad y nivel de representación continúan siendo sus mejores cartas.
Solo el precio elevado pudiera disuadir a los más pragmáticos pero sus fieles adquirentes no tendrán duda alguna en poseerla.
Precio
$939,900 pesos