Chrysler 200: prueba de manejo

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En un tramo en autopista con curvas abiertas y uno que otro desnivel muy a la mexicana, el coche reaccionó con poca torpeza a los cambios abruptos de apoyo en las ruedas, otorga una marcha un poco nerviosa en ciudad.
 
No hubo problemas con una dirección que comunica lo suficiente, bien asistida y acorde por rapidez y precisión en su guiado. Los frenos son inmediatos y modulables, aunque los discos mostraron escasa capacidad de aguante en el eje delantero y se sobrecalentaron con rapidez en nuestros exámenes, en los que exhibió una estabilidad lineal correcta. Las llantas de fábrica son de aquellas pensadas más para durar que para agarrar.
 
La modalidad manual de la caja concede un margen de control en un manejo más espirituoso; eso sí, mantiene el estilo de operación en el que en realidad no retiene el cambio, sino que funciona con cualquiera de los de abajo a voluntad propia. 
 
Una gran adición en el Chrysler 200 es el equipamiento de seguridad activa y pasiva en este C Advance probado, cuyo precio no es más que otra versión tope en la competencia y abre el debate de optar por un modelo equipado o premium en sus vertientes básicas.
 
NOS GUSTA
Interior detallado
Energía del V6
Trabajo de suspensión
 
NOS GUSTARíA
Frenos más resistentes
Llantas de mayor agarre
Caja mejor aprovechada
 
 

Resumen técnico

 

MOTOR

Tipo/cilindrada: V6, 3.6 l

Potencia máxima: 295 hp a 6,350 rpm

Par máximo: 355 Nm a 4,250 rpm

TRANSMISIÓN

Caja: Automática, nueve velocidades

Tracción: Delantera

DIMENSIONES

Largo x ancho x alto: 488 x 187 x 149 cm

Distancia entre ejes: 274 cm

Cajuela: 453 litros

Tanque de combustible: 60 litros

Peso vacío: 1,635 kg

PRUEBAS AUTOMÓVIL (a 2,240 msnm)

0 a 400 metros: 16.12 s

Rebase 80 a 120 km/h: 5.61 s

Frenado de 100 a 0 km/h: 44.4 m