Por Gilberto Samperio (@gilsamperio) Fotos: Carlos Quevedo.
Cuando los tiempos son difíciles, las alianzas pueden ser vitales. Bajo la premisa de esta sentencia podemos entender la existencia del nuevo Aveo, que curiosamente compite en el mismo escaparate con el anterior bajo el mismo año modelo 2018.
Si bien no era un desarrollo completamente realizado por la casa estadounidense –el anterior Aveo era una variante del Daewoo Kalos–, por lo menos había una participación dominante de ingeniería: GM Daewoo.
Ahora, fiel a las tendencias productivas que buscan las mejores sinergias para mercados emergentes como el nuestro, la división popular del gigante estadounidense nos importa desde el llamado taller del mundo, China, al nuevo Aveo, que proclama ser una vertiente más evolucionada del allá conocido como Buick/Chevrolet Sail; un desarrollo realizado íntegramente por Shanghai GM.
Afortunadamente nos llega en su tercera generación –presentada en el Salón de Guangzhou 2014–, lo que explica ese aspecto fresco y atractivo, sobre todo en la consideración de ser un subcompacto.
Las formas redondeadas conceden un mejor espacio interior, punto bien recibido dada su clasificación como subcompacto. El frontal destaca por enormes faros y la parrilla dividida en horizontal por el logo de la casa. La cintura es creciente, enfatizada por una nervadura ascendente que aligera el costado mientras el último volumen cierra con una tapa de cajuela más corta y calaveras de buen tamaño.
El interior nos recibe con un aspecto realmente mejorado a su antecesor, que todavía pelea por ventas en los escaparates de la marca. Los asientos se perciben tanto a la vista como al tacto de mejor calidad. Tanto plásticos como materiales resultan muy competentes dado el segmento al que atacan.
La visibilidad resulta mejor de lo esperado y no es difícil dimensionar su ancho ni largo. Claro, ayuda su talla de subcompacto. Si vemos hacia el tablero, nos recibe una sencillez que pudiera pecar de adusta. Bajo la cúpula solo hallamos dos esferas, tacómetro y velocímetro, que flanquean a una minipantalla que nos deja saber los generales del viaje, algunos vitales del coche y ya. Muy sencillo.
La disposición de todo el tablero apunta a la simetría siendo el centro de todo una discreta pantalla a color –no es táctil– que nos deja saber los pormenores del infotenimiento. Se controla desde una breve perilla rodeada de los botones de pronto acceso a las funciones del mismo. Sencillo pero fácil de operar.
Lo contraintuitivo de los mandos aglutinados al centro del tablero son los botones de las ventanillas eléctricas, ubicados por debajo del climatizador automático. Una solución desactualizada, sobre todo en estos días de tantos automatismos. Un punto a mejorar.
En cuanto al espacio en la segunda fila, resulta muy bueno para personas de talla mediana a alta, siempre que su ancho rebase la media del mexicano promedio, mientras la cajuela posee un volumen acertado para su usuario tipo.
Ya en marcha, este nuevo Aveo nos deja recorrer las calles maltrechas de la gran urbe con una buena sensación, aunque su amortiguación apunta a firme, no absorbe todas las irregularidades como nos gustaría. Su corazón, un cuatro cilindros de 1.5 l posee un buen empuje y cierta vivacidad que le da un toque de gusto a la conducción, sobre todo si empezamos a circular por vías rápidas.
En nuestro caso, una transmisión automática de cuatro relaciones administra la frugal energía del tetracilíndrico –107 HP y 141 Nm (104 lb-pie)–, y en parte limita las posibilidades de una mejor dosificación del escaso par. Pero su brío compensa la caducidad de la caja; sin duda la variante manual debe ser más estimulante para el que ama conducir.
Su actitud en las curvas confirma sus pretensiones citadinas o de viajes cortos; un subviraje evidente acompañado de un balanceo notorio durante la acometida de zonas sinuosas nos obliga a guardar los ímpetus velocistas para otra ocasión.
Ello no obsta para que gocemos de un manejo consistente, alegre a veces, y otras más relajado gracias en buena medida a una dirección que presume una retroalimentación muy buena, que contribuye favorablemente al carácter vivaz del 1.5 litros.
Si aplicamos maneras cuidadosas, podemos apreciar gastos de combustible muy encomiables, que superan los 20 km/l en tramos continuos, siempre que no haya exigencias ni detenciones vulgo cruceros o semáforos.
Respecto a los frenos, su sensación ha mejorado notoriamente respecto a su antecesor y si bien en nuestras pruebas no logra distancias sensatas –el ABS parece de un par de generaciones atrás–, el tacto resulta más inmediato y consistente.
Por una etiqueta que rondará entre los 206 mil a 256 mil pesos, según versiones, este nuevo Chevrolet Aveo resulta una apuesta sencilla en ciertos parámetros pero que puede satisfacer a un gran número de seguidores creados por el todavía vigente Aveo. Sobre todo en la consideración de que ofrece un mejor equipamiento, más seguridad –ABS y dos bolsas de aire de serie–, una cabina mejor terminada y un tren motor más racional en su consumo de gasolina. Sin duda, Chevrolet tiene una sorpresa basada en la sencillez digna de un coche chino.
Unidad probada
255,300 pesos (a fecha de la publicación)
NOS GUSTA
- Aspecto fresco
- Vivacidad del motor
- Ahorro de combustible
NOS GUSTARÍA
- Más potencia
- Caja más moderna
- Pantalla táctil
Resumen técnico
MOTOR
Tipo/cilindrada: L4, 1,485 cc
Potencia máxima: 107 HP a 6,000 rpm
Par máximo: 141 Nm a 4,000 rpm
TRANSMISIÓN
Caja: Automática, cuatro velocidades
Tracción: Delantera
DIMENSIONES
Peso vacío: 1,103 kg
Tanque de combustible: 39 litros
Largo x ancho x alto: 430 x 173 x 150 cm
Distancia entre ejes: 250 cm
Cajuela: 366 litros
PRUEBAS AUTOMÓVIL (a 2,240 msnm)
0 a 400 metros: 19.95 s
Rebase 80 a 120 km/h: 14.30 s
Frenado de 100 a 0 km/h: 45.9 m
Consumo medio: 15.6 km/l
