Bugatti Chiron Sport, prueba exclusiva

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En la industria del automóvil siempre se pueden hacer mejor las cosas, no importa si se está desarrollando un VW Gol de 180 mil pesos, o este juguete de 66 millones. Y para nuestro asombro, un Chiron sí se pudo mejorar. ¿Cómo? Haciendo la versión Sport. Por Edmundo Cano                 Texto: Carlos Sandoval, desde Molsheim, Francia                   Fotos: Archivo     Es la segunda vez que tenemos oportunidad de manejar un Chiron. La primera fue el año antepasado por ahí de octubre (AP 273) y nos quedamos sin palabras. La segunda ocasión está documentada en estos párrafos y ahora nos hemos convencido de que las cosas siempre se pueden hacer mejor. La versión Sport del Chiron sale igualmente del pequeño complejo productivo a las afueras de Molsheim en Francia, en la región de Alsacia, muy cerca de la frontera con Alemania. De momento son los únicos modelos de serie fabricados en el Château Saint-Jean. La potencia es la misma, la imagen casi idéntica, pero detrás de este súper exclusivo monstruo tecnológico, hay historia, pasión, cuidado, muchísima calidad y sensaciones de manejo que jamás hemos sentido en ningún otro auto.   El Chiron Sport no es el único derivado del Chiron. Están el Divo, el Chiron Sport 110 Ans y ahora La Voiture Noire, perfecto ejemplo de todo lo que se puede hacer para sacar el mayor provecho de un mismo desarrollo, entregando productos súper exclusivos a sus clientes, como si el modelo original por sí solo no fuera más que suficiente. De esta forma, el Chiron Sport arranca en un precio base, ya personalizado, de alrededor de 66 millones de pesos; pero algunos de los pocos y selectos clientes a los que les ofrecieron una de las ediciones especiales, un Divo, o hasta el one off La Voiture Noire, han llegado a pagar hasta 366 millones de pesos por un Bugatti, el vehículo nuevo más caro de la historia. No dejamos de pensar, ¿en verdad es siquiera aceptable dar estas cantidades por un auto? No estamos en posición de cuestionar a quien lo ofrece y a quien lo paga, pero tenemos que admitir que, tras manejarlo, tres millones de euros por un Chiron Sport, suenan a un precio “justo”.  

Sigue siendo un auto

¿Nos gusta? Sí, mucho, aunque creemos que hay autos más bellos, autos inspirados en grandes felinos y depredadores ágiles y feroces, mientras que el Chiron es más como un gran elefante africano, enorme y pacífico, omnipotente. Es capaz de acabar con cualquier animal sobre la faz de la Tierra si se cruza en su camino, pero es al mismo tiempo una criatura inteligente y civilizada, capaz de convivir con pequeñas gacelas, liebres y hasta ratones. En esencia de eso se trata el Chiron, de un vehículo que puede ser más rápido que cualquiera, pero que también es capaz de llevarnos cómodamente por la ciudad y la carretera, aislados de ruidos y molestia alguna. Para lograr esto, monta una de las suspensiones neumáticas aplicadas en deportivos más cómodas que jamás hayamos probado, y aun configurando el auto en modo de manejo deportivo, nunca llegará a ser incómodo. La dirección es un caso similar, optaron por un sistema hidráulico en lugar de eléctrico para siempre dar la mejor retroalimentación del asfalto al conductor, además de que pasaron de los ridículamente caros, exóticos y duros neumáticos del Veyron, por unos maravillosos Michelin Pilot Sport Cup 2 en medidas estandarizadas, capaces de soportar los 420 km/h del Chiron sin mayor complicación. La versión Sport tiene pocas y sutiles diferencias, incluidos 18 kg menos, nada significativo pero sí interesante, pues la mayoría de esos se ahorraron con los nuevos rines, lo que hace la dinámica de manejo mucho más fácil, directa y fluida. Gigantescos discos carbonocerámicos y pinzas de freno tan grandes como una luna media se encargan de detener las casi dos toneladas del Chiron Sport sin dudarlo ni un segundo y sin cansarse jamás.  

Contra el Chiron

Otras cosas que lo diferencian del Chiron “a secas” son, por ejemplo, un nuevo paquete de “Manejo dinámico”, en el cual los ingenieros incluyeron un setting bastante más duro de la suspensión, con amortiguadores que reaccionan de forma más rígida –un 10 por ciento, según nos dijeron–, así como el diferencial del eje trasero optimizado ahora con la función Dynamic Torque Vectoring que distribuye el par de manera individual a las ruedas de cada lado, mejorando significativamente el comportamiento de la dirección, como decíamos, y la agilidad del auto, especialmente en caminos sinuosos y curvas cerradas. Los cambios podrían no parecer gran cosa, pero Bugatti ha señalado que el Sport es hasta cinco segundos más rápido que el Chiron “regular” en el circuito de pruebas de Nardò, donde ha logrado llegar a su potencial máximo de agarre en una curva a velocidades superiores a 200 km/h.   Lo que mencionábamos de la reducción en el peso es porque hay más fibra de carbono, ya se encuentra por ejemplo en el estabilizador, la cubierta del intercooler y, lee bien: los limpiaparabrisas. Esto es un detallazo, significa que Bugatti ya no necesita las juntas articuladas que normalmente se incluyen en los limpiadores convencionales. La función de estas juntas se ha integrado en la estructura de fibra de carbono de los brazos, además, las puntas de los mismos, que están hechas de aluminio, se producen mediante un proceso de impresión 3D que ahorra peso. En español: los nuevos limpiaparabrisas de fibra de carbono son un 77% o 1.4 kg más ligeros que los del Chiron normal. ¡Ah! Su diseño diferente también contribuye a la aerodinámica. También ayuda a la dieta el cristal trasero que es más liviano. Los rines igualmente son diseñados ex profeso y se llaman Course, el deflector del escape es diferente,  tiene cuatro tubos de escape redondos en lugar del diseño rectangular usado en el Chiron. En fin, podríamos darle un párrafo entero a cada detalle.   Al respecto del peso hay mucho que decir. Sí, los elefantes son pesados y no famosos por ser el animal más rápido, pero Chiron tiene una razón de ser tan pesado, misma que termina también en la razón de su potencia y, sobre todo, de su ridículo par motor con capacidades de aceleración de infarto. Podrá haber autos más potentes, y quizá pronto algunos más veloces, pero ninguno con esta oferta de exclusividad, selección de materiales, calidad de ensambles y atención al detalle. En el Chiron Sport prácticamente no hay plásticos, más allá de la resina utilizada en la fibra de carbono de todo el auto. Lo que parece tener acabado metálico, es metálico, lo que aparenta ser cristal es cristal, la piel es piel, y cada pieza, por minúscula que parezca, está hecha de los mejores materiales y no de algo que los simula. ¿Qué podría estar mal en usar plásticos con cromo satinado? Nada. Pero el Chiron no se trata de apariencias y bravuconería en los semáforos, sino de tener lo mejor y solo lo mejor, sin necesidad de un escape ruidoso o un interior que vibre al acelerar a fondo, y para conseguir eso se requieren materiales sólidos, ligeros, duraderos y de excelente apariencia. Tan solo las piezas metálicas del interior se fabrican en aluminio maquinado, un proceso muy caro y lento pero que entrega piezas de altísima precisión, cada una “tallada” de un mismo bloque del ligero metal. Nadie más fabrica en esos niveles, eso eleva los tiempos de producción de minutos en un auto común, a semanas en un Chiron. El resultado, la mejor calidad de ensambles que jamás hayamos visto en cualquier auto y un aislamiento acústico digno de un Rolls-Royce. Porque bien dicen por ahí: los perros grandes no necesitan ladrar.  

Un dolor adictivo

El Chiron es un auto bello, muy bello; está fabricado con los más altos estándares de calidad que hayamos visto; es sorprendentemente cómodo y usable en el día a día, y su sola presencia debería intimidar a cualquier otro auto, pero lo mejor sucede cuando le quitamos las ataduras. Sí, sigue siendo el auto de producción en serie más rápido del mundo, acelera con la misma intensidad de los eléctricos deportivos más radicales del momento (eso es mucho decir), y puede dar vuelta más precisamente que muchísimos autos que pretendan acercársele. Para liberar a la bestia hace falta seguir la misma rutina de pasos específicos que en el Veyron y, obviamente, estar en alguno de los pocos lugares del mundo que nos permitan circular a más de 400 km/h. Para el 99.9% de las otras ocasiones, los 1,500 HP de su monstruoso y complejo W16 quad-turbo acoplado a una caja de doble embrague fabricada por Ricardo, solo necesita que insinuemos el acelerador sin importar en qué velocidad de la caja estemos, para salir disparados y, en segundos, estar circulando por encima de los 300 km/h. Tocas el acelerador y sonríes; frenas, se te salen los ojos y sonríes; circulas en la autopista a 290 km/h pensando que vas a 100, y sonríes; tocas cualquier pieza del interior y sonríes. Sonríes tanto, que en muy poco tiempo la cara te comienza a doler, como cuando vas al gimnasio después de años de no tocar una pesa, como cuando subes una montaña sin haber caminado más de 100 metros al día durante siglos… manejar el Bugatti Chiron Sport duele, pero a la vez se siente tan bien, que no quieres dejar de hacerlo jamás. Total, algún día harás músculo en la cara y dejará de doler, y mientras ese momento llega, puedes estar seguro de que si eres dueño de un Bugatti Chiron Sport, estás ante una de las mejores piezas de ingeniería automotriz que haya producido la humanidad hasta hoy, un elefante blanco posado en la cima más alta, simplemente observando cómo los demás intentan subir. Eventualmente muchos llegarán ahí, pero será prácticamente imposible que lo muevan de su lugar.    
   

Datos Oficiales

PRECIO $66 millones de pesos, aprox. MOTOR
Situación: Central longitudinal
No. de cilindros: Dieciseis en W
Bloque/cabeza: Aluminio/aluminio
Distribución: DOHC, 64 válvulas
Alimentación: In­y. directa, turbo (4)
Cilindrada: 7,993 cc / 8.0 l
Diámetro x carrera: 86.0 x 86.0 mm
Compresión: 9.0:1
Combustible: Gasolina, 92 oct
Potencia máx. 1,500 HP a 6,700 rpm
Par máximo: 1,600 Nm (1,180 lb-pie) entre 2,000 y 6,000 rpm
TRANSMISIÓN
Caja: Doble embrague, 7 vels.
Tracción: Integral permanente
Embrague: Bidisco en aceite
BASTIDOR
Suspensión del/tras: Paralelogramo deformable con amortiguadores adaptativos
Elem. elástico: Resortes neumáticos
Estabilizadora del / tras. Sí / Sí
Frenos del/tras: Discos carbonocerámicos ventilados y perforados, 420/400 mm
Neumáticos: 285/30 R20 delante, 355/25 R21 atrás
Dirección: Eléctrica, variable
Dep. de combustible: 100 l
Peso: 1,977 kg
Largo/ancho/alto: 4.5/2.03/1.21 m
Dist. entre ejes: 2.7 m
RENDIMIENTOS
Velocidad máxima: 420 km/h
Aceleración 0-100 km/h 2.5 s
Consumo medio: 4.4 km/l
Emisiones de CO2: 516 gr/km