BMW i8: prueba de manejo

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Por Gilberto Samperio Fotos: Carlos Quevedo Edición para online: Manuel Fernández

 

Así, el nuevo BMW i8 retoma parte de esa clásica idea de una forma espectacular. En buena medida por la tremenda versatilidad que ofrece la manufactura escalonada del textil a base de fibra de carbono. En contraste, se suma un estudio aerodinámico muy profundo en su carrocería.

 

https://www.youtube.com/watch?v=AgHk5_2wvkw

 

Cabina de avión

 

Las dos puertas son del tipo alas de mariposa, cuyo abisagramiento a lo largo del poste A convierte la rutina de acceso en una espectacular maniobra. Lo que roba nuestra mirada no es el asiento anatómico blanco o los cinturones de seguridad en azul eléctrico: es el grueso umbral que confirma la construcción en fibra de carbono y explica la robusta carrocería. Nuevamente, su altura y tamaño obligan a entrar de manera diferente.

 

Y la sorpresa nos ataca de nuevo con el diseño del tablero. Vanguardista y minimalista, dispone dos pantallas. La principal, bajo la cúpula, sustituye mediante gráficos computarizados los típicos relojes, la segunda al centro aglutina las funciones de infotenimiento, el conocido iDrive.

 

 

Desempeño notable

 

Su tricilíndrico de 1.5 litros entrega 231 HP y 320 Nm (236 lb-pie) a las ruedas traseras mientras el eléctrico eroga 131 HP y 250 Nm (184 lb-pie) al eje delantero; un total combinado de 362 HP.

 

Si dejamos el modo eDrive, el eléctrico funcionará todo el tiempo hasta agotar sus baterías de ion-litio, que otorgan una autonomía de 37 km. Sin embargo, lo más usual es usar tanto el modo EcoPro -ahorrativo- como el Comfort -relajado-, para que ambos motores optimicen la energía y tengamos siempre a mano el empuje del turbocargado.

 

Donde su bajo centro de gravedad denota el inteligente diseño es en las zonas de vías rápidas y carreteras de mediana exigencia. Allí, donde vale la pena ajustar al modo Sport, el BMW se comporta muy neutral, gracias a un balance de masas correcto, donde una suspensión firme de buena absorción facilita las transiciones entre los cambios de rumbo y velocidad. Sólo en la búsqueda de ritmos superiores a los 200 km/h reluce la menor cilindrada pese el extra (boost) que aporta el eléctrico, pues el 1.5 l sufre para sostenerse en aquella zona. Su mejor rango, los 160 a 180 km/h.

 

Mientras, la dirección aporta excelente retroalimentación, mejor apreciada en las vías de montaña que tanto gusta el fanático del auto verdaderamente deportivo. En este entorno vale la pena el modo Sport manual que permite elegir la relación vía las manetas tras el volante -no conserva el cambio; al llegar a las 6,500 rpm la caja cambia por cuenta propia-, pues los giros son consistentes, apenas no hay subviraje -los neumáticos avisan un poco antes-, ni balanceo o cabeceos. Además, la respuesta de ambos propulsores presumen una afinación muy bien lograda, en el tono deportivo de la casa bávara.

 

En verdad despierta el i8 la pasión por la conducción expedita, muy divertida. Curiosamente, en algunas curvas cerradas, la asistencia del eléctrico nos confunde por uno o dos segundos al punto de remitirnos esa sensación de un tracción delantera. Porque la mayoría del tiempo tenemos en la mente la tracción trasera tanto por ruido como percepción.

 

Sólo los frenos adolecen ese retardo típico de los regenerativos: una respuesta ligeramente tardía, que en algunas acometidas al límite obliga a bombear dos veces el pedal para ganar mordiente antes de apuntar al ápice de la curva a negociar.

 

 

Balance alto

 

Su desempeño dinámico es notable, efectivo en casi cualquier circunstancia, actitud bien casada con su estampa vanguardista y a tono con las premisas velocistas de la casa bávara.

Sin embargo, su precio de superauto -casi dos millones y medio de pesos- lo coloca en una esfera de clientes muy particular.

 

Un capricho divertido de estampa exuberante bajo la perspectiva entusiasta a un costo tan elevado que no cualquiera lo poseerá. Y esa exclusividad vende también.

 

NOS GUSTA

Imagen espectacular

Sinergía inteligente

Desempeño dinámico

 

NOS GUSTARÍA

Mejor tacto de frenos

Más velocidad punta

Precio más razonable

 

Resumen técnico

 

MOTOR

Tipo/cilindrada: L3, 1.5 l, turbo + motor eléctrico

Potencia máxima: 231 hp a 5,800 rpm (+131 hp)

Par máximo: 320 Nm a 3,700 rpm (+250 Nm)

TRANSMISIÓN

Caja: Automática, seis velocidades (+automática, dos velocidades)

Tracción: Integral permanente

DIMENSIONES

Largo x ancho x alto: 469 x 194 x 129 cm

Distancia entre ejes: 280 cm

Cajuela: 154 litros

Tanque de combustible: 42 litros

Peso vacío: 1,485 kg

PRUEBAS AUTOMÓVIL (a 2,240 msnm)

0 a 400 metros: 13.0 s

Rebase 80 a 120 km/h: 2.92 s

Frenado de 100 a 0 km/h: 39.8 m